Compasión por el diablo

Imagino que esta será otra película polémica de Cage, con sus seguidores y detractores, pero personalmente me ha gustado, aunque tenga algunos momentos que no me llegaran a cuadrar (spoiler).

Bien dirigida por el israelí Adler, deja bastante a su aire a Nicholas Cage, en un papel a su medida, bastante histriónico y desmedido en ocasiones (se desata bastante en las escenas de una cafetería), pero nivelado por el también buen trabajo de Kinnaman (Escuadrón Suicida), que aporta la templanza necesaria para equilibrar el dúo, porque la película en general la llevan estos dos personajes. Lo que no acabe de entender fue la necesidad de la chaqueta y el pelo color berenjena, quizás un capricho de nuestro pequeño Nicolás.

Algo de Road Movie, thiller y acción, alrededor de la intriga del 'por qué?', luego del 'quién será?' y el 'será él?', cuyo resultado no llega a ser nada sorprendente ni alucinante, pero el buen ritmo que imponen tanto el director como los dos actores principales, hace que resulte intensa y como dije en el título, muy entretenida.

Wolf.

Sencillo thriller de acción, pero efectivo, con buen ritmo. Es una de esas película que te pones para no pensar mucho, distraerte un rato con algo medianamente decente que no insulte tu inteligencia, pero que tampoco la ponga a trabajar. Si es lo que buscas, es la tuya.

La historia empieza con un loco metiéndose en un coche que pasaba por allí, y secuestrando a su conductor. Comienza así una ‘road movie’ violenta con bastante tensión y una pizca de misterio. Un viaje movidito hacia un destino incierto, repleto de baches y algún que otro giro argumental. Decir más sería estropear la sorpresa.

En la locura de este infierno reina Nicolas Cage. ¡Cómo no! El incansable actor une a su colección otro personaje carismático, de esos que tan bien se le dan, extravagante y pasado de vueltas, pero en su justa medida. Si la película resulta divertida es gracias a él. A su lado se encuentra Joel Kinnaman, correcto sin más.

Nos queda un acertado pasatiempo, que no deslumbra, pero tampoco decepciona.

No confiaba demasiado en esta película. Consideré que la trama escasamente me entretendría. Por supuesto es convencional aunque su guion resulte fluido.

Yuval Adler, su director, tiene oficio esforzándose para que la historia avance con secuencias de impacto, al poner de manifiesto el desequilibrio del personaje que interpreta Nicolas Cage... Un enfermo mental en toda regla, al que Cage, aporta credibilidad y solidez.

Nicolas Cage, ejecuta un papel muy ajustado a una realidad que se irá descubriendo a medida que la película avanza. Una caracterización bordeando la locura, demuestra lo buen actor que es, y tal vez... lo desaprovechado, o tal vez la mala gestión de su carrera.

La película mantiene un buen ritmo, los giros son adecuados... excepto su final, que explico en spoiler. Aunque no está mal, no puedo valorarla con más de un cinco.

Sirve para pasar una tarde donde no tengas mucho que hacer, y tus expectativas sean pocas. El ritmo de visionados que nos ofrecen las plataformas, se inunda con propuesta en su mayoría mediocres. Está claro que es imposible producir de manera continuada proyectos de calidad.

Soy de esas personas que se ilusionan con muy poquito y, según escribo esta crítica me está costando no decirlo pero… ahí va: ¿Está Nic de vuelta? Tras encadernar esta, aquella con Pedro Pascal y el éxito de la crítica ‘Dream scenario’ me atrevo a decir que, por fin, el gran Nicolas Cage ha espantado sus problemas con el fisco y, por fin, podría volver a hacer películas apetecibles para el público. No va a ser fácil, puesto que durante años ha estado metido en producciones que… madre mía.

‘Sympathy for the devil’ está realizada para aquellos que nos enamoramos del Nicolas Cage de los 90. Está en plena forma, con un papel que le viene a la medida y en la que, esta vez si, saca partido al histrionismo que le caracteriza. Con su pelo teñido de rojo y esa chaqueta a juego atemorizará al pobre de Joel Kinnaman (muy contenido).

El resultado puede pareceros mejor o peor, pero el esfuerzo de Nic está ahí. A mi lo cierto es que me pareció que fue perdiendo gas y solo el buen hacer de Cage me hizo quedarme hasta el final. Quizás con otro director esto hubiera funcionado puesto que Adler no consigue darle el ritmo a la historia que necesita.

Todo arranca como una suerte de ‘Collateral’ pero pasada de vueltas y con giros por descubrir, pero poco a poco y, en especial, cuando salimos del coche la realización se vuelve plana y da la sensación de que hay escenas metidas con calzador para aguantar un poco más el suspense de la trama principal.

Con todo y con eso, un entretenimiento pasable que os hará reencontraros con un gran actor que, veremos si por fin sale del pozo sin fondo en el que se había metido.

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