La isla de los caníbales (TV)

"La isla de los caníbales" es un filme supuestamente de terror, y digo supuestamente, porque ni asusta ni tiene tampoco tantas muertes/asesinatos como en un primer momento te esperabas. El guión se basa en cinco amiguetes que emprenden una travesía en un velero para pasarlo bien, pero al no saber manejar el GPS correctamente, terminan por encallar el barco contra unas rocas próximas a una de las islas de las Antillas. Tras hundir el barco y estando aislados en una isla que no aparece en los mapas, sus vidas se transforman en una pesadilla al ser cazados por una tribu de hombres-mono. El guión, como digo en el título de mi crítica, es un refrito descarado de la serie "Perdidos", y sobre todo de la película "Depredador" de Arnold Schwarzenegger. De ésta última incluso plagia partes de la trama sin el más mínimo disimulo, como los monos saltando por los árboles sin que pudieran ser vistos (como hacía el Predator), o con la protagonista, Jewel Staite, estando cara a cara con las criaturas sin que pudieran verla por haberse untado con barro y savia de las plantas. Por otro lado, el guión está lleno de incoherencias, se supone que los monos son ciegos pero hay uno que sí que ve, y no queda claro en ningún momento si se guían por el olfato, por el sonido, o por la madre que los trajo. Hay demasiadas escenas ilógicas que sólo buscan el querer hacerla entretenida o impregnarle un ritmo frenético. En fin, un desastre argumental se mire por donde se mire. Si el guión es malo, las interpretaciones de los actores ni te cuento, son directamente para fusilarlos. Madre mía, que poca vergüenza hay que tener para cobrar el cheque por "actuar" en este bodrio. Aunque eso sí, si cobraran por hacer el ridículo, tendrían que pagarles una auténtica fortuna. Una de las pocas cosas que se salvan es su fotografía, que enseña unos paisajes bonitos de selvas y playas. Y también las chicas del reparto, que son guapas, sobre todo Jewel Staite (la dulce mecánica de la serie "Firefly"), pero la chica pierde todo su atractivo femenino cuando se va a un lugar apartado a mear, y de paso, a pegarse pedos. Puff!... esto era lo que me faltaba por ver. Si encima que el filme es malísimo, la protagonista se pone a peerse, pues apaga y vámonos. Y del aspecto técnico poco hay que decir, es una película hecha con 4 duros y con unos efectos especiales de un cutrecismo sin igual. En fin, "La isla de los caníbales" es un filme que en ningún momento resulta creíble, y lo peor de todo es que está hecho en serio, porque si se tratara de una comedia o una parodia al menos te podrías reír, pero aquí ni eso. Afortunadamente el suplicio no dura mucho, apenas son 90 minutos de metraje.

The Forgotten ones, La Tribu, o La isla de los Caníbales, como quieran llamarla, da exactamente igual, al fin y al cabo olvidarla no será problema.
Sabemos a lo que nos enfrentamos al ver en la tapa del DVD una cosa como "En la tradición de el Descenso y Depredador" déjenme decirles que si van por esto a verla querrán luego sacarse los ojos. Con Descenso comparten la decepción que suponen ambas películas, pero con la altísima Depredador no puede haber más que una brecha inmensa e infranqueable.
Los ilusos, que son el público objetivo de esta película, se verán tentados por tan osada promoción, mentiras y más mentiras.
No sé si podría llamarla una parodia o un plagio ambas constituyen un crimen. Un crimen de parodia por que aún siendo parodia de Depredador, termina volviéndose una auto parodia de la parodia, un crimen por plagio, porque siendo un plagio es tremendamente malo.
No me gusta despreciar el trabajo que implica llevar adelante una película, porque en ella intervienen artistas y mucha gente, hay tiempo y dinero invertido, pero con esta cinta puedo decir que no se esforzaron demasiado, intenta salvarse la fotografía con locaciones interesantes en Costa Rica, Las tomas en el mar, y algo más. El resto lamentable.
La música es un intento de plagio, del guión solo diré que es lo más descarado que he visto en muchos años. El ínfimo presupuesto del film supone unos FX que dejan mucho que desear. Aun así, una dirección más inteligente hubiera aprovechado la oscuridad, la selva (claro con otro guión) el factor miedo, y hubiera podido salvar de alguna medida una mediocridad como pocas.

Hacía bastante tiempo que no veía una película tan mala. De primeras da la sensación de que se trata de la típica película de serie b ideal para después de la siesta, pero lo cierto, es que no vale ni para eso.
La película rebosa de imperfecciones, así, fallos de racord, montaje sonoro pésimo, falta total de ritmo, incoherencias de guión, personajes planos, interpretaciones patéticas, etc.
En algunos momentos, en los que no sabes que es lo que está pasando ni por qué, recuerda, salvando las distancias, al inefable Ed Wood.
No obstante, quizás es bueno ver una peli de estas de vez en cuando para recordar que hacer una película aceptable/correcta tiene su merito ya que siempre se corre el riesgo de engendrar un bodrio como este.

Son las 4:22 minutos de la madrugada y estoy despierto. Como no podía dormir me puse a ver esta película "atrapa sueños" La verdad es que tiene una fotografía magnífica, también son estupendos los dientes del protagonista masculino: blancos y relucientes... Luego el resto, pues, bueno... Si le quitas el sonido, los paisajes, las playas y el entorno la hacen llevadera. Pero en el momento que conectas el volumen de nuevo, surgen esos diálogos, que son como bacterias destructoras para las neuronas.

Es que tampoco le voy a dar un uno, porque no trata de engañar a nadie, y va dirigido a un público poco exigente, que cada día parece comenzar a exigir un poco más. No es una redundancia.

Detesto poner unos en la puntuación de F.A. Considero que una peli puede ser re fallida, merecer notas muy bajas, pero siempre algo se rescata. Eso sin dejar de lado cierto respeto básico por la labor del otro, por más errónea que haya resultado. Pero esta tribu no peca de impericia, errores de concepto o de técnica de filmación. La isla... es lisa y llanamente el derivado de un trabajo displicente, que no debería jamás haber salido al circuito comercial, por más televisiva que nos la quieran vender.

Uno se queja de los tópicos pero cuando éstos, encima, están sobrecargados llega a dar asco. El grupo/carne de cañón, usualmente conocido como la suma de unos cuantos idiotas, aquí parece haberse potenciado: el gordo tarado es demasiado tarado; las acciones de los personajes están regodeadas en su estupidez. No solo son tontos, hay una búsqueda intencional de que lo sean.
Esto genera a su vez que uno se replantee los visos de seriedad de la propuesta: cuando algo se exagera es porque la idea es buscar la risa. Pero en la tribu nunca se independizan la comedia del drama. Al contrario, se pretende un punto medio y todo queda dentro del ridículo. Y el ridículo, como estilo, no pasa por la dejadez de la dirección de turno. Para eso hace falta trabajo.

Los efectos especiales obedecen a los modestos recursos de la peli, pero al no ser el eje principal que la sostiene no cortan ni pinchan. El problema viene de los hilos de fondo. Y acá me detengo, el resto es obvio.