Haz click aquí para copiar la URL

Yo quiero ser torero

Comedia Cuenta la historia de dos maletillas, bastante sucios y llenos de cachivaches, que en su afán de convertirse en estrellas del toreo, llegan a un pueblo donde se les ofrecerá torear al toro “Superman”, bestia de entre bestias allá donde las haya, que de veinte que le han toreado, veinte acabaron en el hospital. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
9 de marzo de 2015
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hilarante historia perfectamente dirigida por el siempre exquisito Emílio Aragón (padre) "Miliki". Cierto es que solo ha dirigido esta, pero estoy seguro que si hubiera continuado, lo hubiera hecho igual de bien que con esta opera prima.
La película cuenta con una fotografía digna de valorar, encajada en los paisajes bucólicos de la Axarquia malagueña.Un trato de la cámara majestuoso y un guión de autentico hierro, que te deja enganchado a la pantalla los 80 minutos del metraje.
Diálogos al nivel de Tarantino (seguramente, Quentin ha mamado muchisimo de esta película para sus posteriores obras).
Es claramente una película de actores, donde se les da rienda suelta para que se luzcan totalmente... El director solo tiene que darle al REC para que la magia simplemente fluya.
Le he dado un 10 porque me parece una autentica joya de nuestro cine que no ha sido tratada con el respeto que se merece.
rokegarciz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de marzo de 2015
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Yo quiero ser torero" no es una película al uso. Avanzada a su tiempo, hoy en día se la podría encuadrar dentro de la escena indie en lo que se refiere a cine, mezclando teatro y cine de manera excepcional e inaudita.

La historia ambientada en la Andalucía profunda de segunda mitad de s.XX, evoca al sueño americano y nos lo trae a lo que podría ser conocido aquí como el sueño español, que no es otro que buscar suerte en el ruedo.

A nivel actoral la pareja protagonista funciona, y mucho. Con un gran derroche interpretativo de ambos, sus diálogos hilarantes y con un humor artesano y efectivo, recuerdan a los de las comedias de los Hermanos Marx, con gran agilidad y llenos de ingenio, que evitan parpadeo alguno.

Miliki en un alarde de dirección, nos deleita con varios planos secuencia, llenos de intensidad y contenido, que nos recuerdan mucho a la recientemente oscarizada Birdman.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Emilio Salcedo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de noviembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Necesitaba ver esto. Y lo necesitaba porque quería re-conocerme y recordarme y saber si en los años en que nos reíamos, y cómo, éramos de una manera que hoy sólo puede lograrse de aquel modo, acudiendo al recuerdo. A los recuerdos. Porque en los años en que Yo quiero ser torero se hizo éramos todos, todos, los que nos reíamos y cómo con... con. Con el número veintidós, con la plaza abarrotá, con... con. Y esta película de dos muletillas (se jugarán la vida ante un toro que se ha llevado por delante a vente matadores, veinte y estos dos sumarían... veintidós) es lo que se quiera pero lo que menos hace es engañar o pretender ser lo que nunca puede llegar a ser. Ni siquiera se estrenó en salas, sino que acudió directamente a los videoclubs, que los sitios a donde mandaban a este tipo de... este tipo de.

Y hoy en día la historia de dos toreros se ve en televisión again en el canal... Somos.

Ay, Miliki, DEP, lo que me reía yo cuando el teatrillo de tus payasos, no sé si es que éramos más ingenuos (…) o es que este mundo se ha convertido en una... en una. Chicho, DEP too, sabía muy bien lo que éramos, lo que fuimos y por eso en su talento tenía lo que hay que tener para conectar con... con nosotros. Antes que Segura, que bebió de estas fuentes y de otras semejantes (nunca olvidar a Garisa, a Gómez Bur, a ese magnífico etcétera del españolismo sesentero hasta hoy), Chicho (al que de la Iglesia cita en Muertos de risa obligado, otro que tal) sabía lo que éramos y nos sacaba los colores en televisión cuando nos reíamos (y cómo nos reímos) con dúos, bigotes y ozores.

Así que no me avergüenzo mucho, en realidad no me avergüenzo nada, de si hoy, en este 2020 tan lejano de todo, me he reído un par de veces (y cómo) en esta inenarrable historia de dos mal-etillas... de estos dos mal-etillas.

Igual que me reí cuando Chicho, cuando la televisión, cuando nos sacaban los colores de tanto reír, cuando en los tiempos en que nos despertamos al saber lo que era una Bombi o una Sabrina surgiendo del fondo de la piscina un noche que acabó el Un, dos, tres. Si el teta-culo que actualizaron los chicos de Chicho en torrentes viene de lejos.

Así éramos, obviamente. Así somos ... así.
cassavetes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow