Conan el bárbaro

No esperaba una película mejor que la de JOHN MILLIUS, ni tampoco una masterpiece. Yo sólo quería ver una película de acción y aventuras basada en el héroe mas grande de todos los tiempos, me habría bastado con que simplemente fuera fiel a ese gran personaje que yo personalmente he tenido la suerte de conocer en cómic, pero de eso nada.

El guión es pésimo así como la dirección y la puesta en escena. La película ya nos da la bienvenida con una especie de introducción videojueguil que intenta explicarnos un royo sobre una máscara partida en no se cuantos pedazos y tal. Un apunte; si la película se llama CONAN el bárbaro, pues hablad de CONAN leñe, no expliquéis cuentos chinos, en ese caso cambiadle el título, por ejemplo: CONAN y la máscara de Aquilón.
No hay introducción al personaje, solo una escena de acción precipitada en la que vemos a CONAN de niño machacar a unos caníbales, Después de eso no hay más, no conocemos al personaje, ni sabemos como es, no hay evolución y por lo tanto no nos identificamos con él.
En 40 minutos de película (que es lo que pude ver ya que abandoné la sala junto con mi acompañante) no escuché a CONAN decir ni una sola vez: ¡¡¡Por Crom!!! Ni siquiera cuando una bruja le ataca con unos hombres de arena. Conan ni siquiera se sorprende al ver la brujería que tanto detesta.

¿El vestuario? Solo diré que CONAN se pasa todo el rato vistiendo unas faldas. ¿Por qué faldas?

El ritmo de la película es mas que frenético, solo es una sucesión de escenas de acción muy mal planificadas y mal rodadas. No te interesa lo que está pasando ni por que está pasando.

Las escenas ni siquiera tienen estructura, es decir, todo ocurre de golpe, si CONAN viaja, no ves como lo hace, si la bruja le saca unos tíos de arena CONAN ni siquiera mira su entorno para analizar y sorprenderse. Los actores parecen monigotes. Hay escenas ridículas, si las de acción ya lo son, imaginad las de diálogo, son pésimas, es que no me sale ni prosa para expresarme. Reconozco que no se como expresar correctamente mi decepción.

Ni siquiera Jason Momoa ''El Khal Drogo'' salva la película.
En cuanto al doblaje... dios mío... Mejor no comento.

En definitiva, puede que CONAN termine sus días siendo rey, puede que sea el héroe mas grande de todos los tiempos.. pero se lo han cargado.

No le pongo un cero por que no está la opción en el puntuador.
Y me gustaría decir a todo aquel que lea esta ''critica'' que yo no soy propenso a perder mi tiempo y gastar mi energía en hacer malas criticas en Internet, solo comento lo que me gusta, pero es que esta vez ya ha sido el colmo, estoy harto de que me tomen el pelo en el cine. Si el cine va a morir.. que lo maten ya, pero que no le hagan agonizar de esta manera, por que tanto yo como vosotros amo el cine con todo mi corazón, y esto es una M....I..E..RR..D.

No hay paisajes, ni palacios, ni desiertos en Almería, sólo una sucesión de salvapantallas de Digital Blasphemy y sin embargo le llaman "Era Hiboria".

No hay actores sino fantoches cuyos evidentes postizos capilares harían palidecer de rabia al peluquero de Nicholas Cage y sin embargo les llaman "brujos, guerreros y héroes"

No hay estampas viriles, llenas de épica y contenida fuerza, no hay mirada ni hay aprendizaje del héroe, no hay músculo ni secreto del acero y sin embargo lo llaman "legendario".

No hay densas explosiones de tangible sangre, no pesan las espadas, no hay relieve en los músculos, no hay invitación a beber en los cráneos de nuestros enemigos y sin embargo las llaman "batallas"

Y si, como decía Chaplin "El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto", la reformulación del mito Conan está condenado al peor de los infiernos cinéfilos: aquel que no entiende de royalties, sino del más completo y necesario olvido.

¡Y el espantajo en que han convertido al bárbaro de la épica adaptación de John Milus menos lo hará! Hacia tiempo que tenía abandonado el rincón de FilmAffinity, y si algo me ha hecho despertar de mi letargo a tenido que ser la indignidad de ver al protagonista de una de mis películas favoritas convertido en sprite de videojuego dando saltos de plataforma en plataforma matando insulsos malvados a ritmo de videoclip.
Se echan de menos tantas cosas... la inmejorable fotografía de la original con aquellos inhóspitos parajes de belleza extrema, la épica del silencio y la fuerza de las imágenes de antaño con el pequeño Conan cogido de la mano de su madre mientras Tulsa Doom la decapita en busca del secreto del acero, con único acompañamiento de aquella insuperable banda sonora de Poledouris... pero eso no es lo peor, no es lo peor echar eso de menos, fuí con la voluntad de darle una oportunidad, de no pensar en que el listón estaba tan alto, con la voluntad de encontrar almenos un buen entretenimiento, una película digna... ¡y no de encontrarme el próximo videojuego de la XBOX360! Pues tal y como dicen, la emoción es nula y el argumento es exactamente así: un tutorial en el que el niño ya va de sobrado (con nula evolución del personaje, al contrario que la original, mítica escena de la noria en la que Conan crece), y luego a modo de "pantalla", nivel, o llámese X, un viaje de saltos de un lado a otro a matar al malo de turno y sus secuaces hasta llegar al último enemigo, de nulo carisma, de clímax nulo en su supuestamente punto álgido (francamente, almenos en eso esperaba algo más, pero ni eso...) y un tufo a estética guai y adolescente que no hay por donde coger.
Conan no habla, actúa. Conan no echa miraditas, risitas... su expresión debe ser un jodido muro de hormigón armado, y si acaso sorprenderse con la magia, que ni eso en este caso (mítica tambíén del original la bruja repitiendo "Zamora, Zamora" sin parar jajaja) y sobretodo, sobretodo, sobretodo, Conan no es el puto Prince of Persia, que es a lo que más recuerda toda la vomitiva estética del engendro.
Las actuaciones no dan para mucho cuando como digo ya la evolución del personaje es nula. Personajes planos, malos malosos de carisma nulo que ni impresionan ni importa su destino, ni lo que hacen ni lo que dicen (y eso que los de la original apenas decían palabra, pero imponían de verdad aunque parecieran los cantantes de Europe), hija guarrilla y malo de cartón piedra... no se por qué la han llamado Conan cuando podrían haberla llamado "Ahora el Khal Drogo busca la máscara del Capitán Davy Jones de Piratas del Caribe"... ¡Ah, si! Y el secreto del Acero es mezclar hielo y fuego (¿como la canción no?). Que cachondos...
Pues lo dicho... "He is Conan, Cimmerian, he won't cry, so I cry for him."

‡ Primer Espadazo: En un Barça – Madrid hay más hostias, aventuras y emoción. Y también los dan en 3D.

‡ Segundo Espadazo: me leído varios números de “La Espada Salvaje de Conan” y me gusta el cine de aventuras… el ‘buen’ cine de aventuras que no se suele ver ya en Hollywood desde hace décadas salvo esporádicas apariciones. “Conan, el bárbaro” (2011) parece hecha de coña.

‡Tercer Espadazo y coup de grâce: si te gustó “Conan, el bárbaro” de John Milius… auto-empálate con una espadón antes de poder ver el remake de Marcus Nispel y ahórrate el sufrimiento. Es más mala que un dolor chungo de ovarios, que pegar a una madre con el pico de una caja de Codan y rematarla con un póster de Jason Momoa en Conan (te suplicará con lágrimas en los ojos que la ejecutes con uno Arnold Schwarzenegger o en su defecto con uno de Khal Drogo).

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Elementos a tener en cuenta:

a) Conan nace de una cesárea bárbara y se da un chute de sangre materna sin biberón en plena batalla. Lo siento, no nos vale. No irrumpe en el set de rodaje la guardia civil ni sale Jorge Sanz (más creíble si lo interpretara también en la actualidad que el niño que han utilizado). Bulgaria is not Spain.

b) Los masillas malos son como uruk-hais sacados del carnaval transexual de Río. Pero lo peor es Rose Mcgowan: de bruja buenorra en “Embrujadas” a Bruja Avería y vampiresa sumiller.

c) Volvemos a la época de los trogloditas como machunos tarzaneros que tratan a las mujeres como vaginas parlantes. La película tiene de todo: sus momentos “La Momia”, su patera a lo “Piratas del Caribe”… aunque finalmente parece una parodia sin gracia de la también parodia “Caballeros, princesas y otras bestias”.

d) «Vivo, amo, mato y me doy por satisfecho». Pues eso, que a Conan todo le importa una mierda y hace que a nosotros esta película nos importe lo mismo. La película va sobre que Conan tire o no de la cadena… pero en este caso el que tira de la cadena es el espectador… de la cadena del váter para que se vaya el mojón de película, claro.

Vuelta a la injusticia cinematográfica del mítico personaje de Robert E. Howard. Esta reposición ha conseguido aupar a obra maestra la anterior saga de los años 80, que nunca fue una maravilla, pero al menos poseía un mínimo de argumento que los fieles al héroe por lo menos supimos perdonar en su momento. No ocurre lo mismo con esta nueva entrega. Todos los escenarios los han copiado de las portadas de Manowar y de Symphony X. Jason Momoa queda mejor como pilier de los All Blacks que como el rudo cimmerio que dibujaran magos del comic como los hermanos Buscema. No existen los tiempos muertos que dan vida al personaje y en vez de ello, se rellenan los minutos con mandobles más próximos al cine oriental de artes marciales. Si Jason Momoa alguna vez pensó que su carrera cinematográfica despegaría tras este banal producto, ahora se ha dado cuenta de que la única manera que tiene para pagar la hipoteca es buscar curro en alguna gasolinera perdida de Arkansas sacándose algún extra mientras revisa los bajos de cualquier cincuentona en el lavo de señoras. Lamentable.