Parcialmente nublado (C)

Si bien alguna vez Pixar ha acompañado sus películas con cortos poco apropiados o, más bien, con trabajos que poco o nada tenían que ver con el film en cuestión, nada de esto sucede con "Parcialmente nublado. El notable trabajo de Peter Sohn (en quien cuyo rostro se basaron para crear la cara de Russell en Up, por cierto) es una fantástica obra que de alguna forma analiza el milagro de la vida, en un tono tragicómico, introduciendo además los valores de la amistad en un trabajo de guión sencillamente perfecto. Up, película a la que acompañó este trabajo de corto metraje el pasado 2009, viene a ser justo lo contrario: una exploración del final de la vida hasta la muerte. Y también hay una amistad, por supuesto, para interiorizar la aventura y enfocarla desde otro punto de vista, digamos, más "para todos".

"Parcialmente nublado" no es ni muy agrio ni muy dulce, aunque sí, salen cachorrillos de gato y perro, así que la sonrisa tonta se nos puede poner en la cara casi nada más empezar. La historia nos cuenta cómo las nubes son las creadoras de todas las crías en el cielo (tanto humanas como animales, aunque nosotros también lo seamos... da igual), y que las cigüeñas son las encargadas de enviarlas a sus hogares. Hasta aquí todo normal. Pero lo que se nos muestra es que, además de las encargadas de crear oseznos y otros animales "de peluche", también hay otras, o en este caso una, que debe hacerse cargo de que las especies como los erizos, los cocodrilos o los tiburones sigan pululando por el planeta. Y no digo más, o me cargo el corto. El trabajo de Sohn es memorable: con una animación prodigiosa y unos personajes carismáticos que no necesitan mediar palabra, el resto lo pone la brillante partitura de Michael Giacchino. Ingredientes para una receta mágica cuyo mayor problema es el siguiente: sabe a poco. No porque lo que se nos cuente no sea suficiente, sino porque es tan, tan bueno, que nos encantaría que se multiplicase hasta alcanzar muchos más minutos. Sencillamente, una joya.

Acompañando a Up! estaba este maravilloso corto. Los chicos de Pixar pretenden explicar el milagro de la vida mediante la típica creencia de las cigüeñas, además del porqué de la lluvia y los truenos. En el cielo, las nubes son las encargadas de modelar y dar vida a todos los animales y seres humanos del mundo. Son las cigüeñas las que reparten estas pequeñas y adorables crías. Pero no todas son adorables (bueno, sí adorables, porque tal y como están dibujadas están para comérselas, pero tienen un poco de mal genio), y de esas se encarga un oscuro nubarrón. Erizos, cocodrilos, anguilas... La cigüeña de esa nube vive maltratada, pero realmente la quiere. Sin palabras y sólo con expresiones, se narra una pequeña historia que recalca el valor de la amistad. Un corto genial para acompañar a una película más genial todavía.

Sin duda, aprovecharás mucho, mucho, mucho mejor cinco minutos de tu vida disfrutando de este corto que viendo la televisión.

Tenía que hablar de este corto que sin ninguna duda, es el mejor que he visto jamás. Parecen unos dibujitos muy bien hechos pero tiene mucho más que eso. Resalta el valor de la amistad entre unos personajillos que por supuesto, aunque sean diferentes, lo son de manera incondicional.

Todo el mundo quiere un amigo perfecto, y aunque nadie lo tiene, lo que nos enseña este corto es a aceptarlo tal y como es y a superar las dificultades siempre juntos.

Una gran obra maestra que intentaré que mucha gente vea, porque merece pasar a la historia como una de las mejores y porque refleja lo que es y será siempre, aunque no aceptada por todos, la definición de la amistad.

Delicioso corto de Pixar donde el origen de la vida se resuelve a través de nubes y cigüeñas.

Sobre un cielo pastel, alejados de la reinante felicidad que les rodea en su destino de parias, Gus y Peck obsevan cumplidores los dictados de un mundo en el que la pluralidad les ha otorgado su peor parte.
Pertenecen a esa clase de desposeídos cinematográficos que nos ofrecen ternura, nos conmueven y nos arrastran emocionalmente hacia lo mejor de nosotros mismos.

Son el algodón, aquí agridulce, de una feria de la vida cualquiera.

Este corto, es buenísimo, y aunque sea una historia simple; aquí se demuestra como con un pequeño toque de humor, esta historia, se puede convertir en uno de los cortos mejores de la historia del cine.
Pese a durar 6 minutos, parece que no hay mucho que contar, pues no es así, ya que siempre te ríes con cada encargo de la nube a la cigüeña.