I Love Dogs

I love dogs es una película sencilla pero bien planteada y que conectará emocionalmente pudiendo tocar la fibra sensible a todos los que tenemos perretes en casa. De hecho, esta película la vi abrazado a mi perrete, Dover. Hasta él estaba entretenido, aunque cuando se me saltaba la lagrimilla me miraba raro y me daba lametazos en la cara para animarme. Es una película que se disfruta viendo una comedia sencilla y entretenida abrazando a tu perrete, simplemente son varias historias que se cruzan entre si y al estar bien desarrolladas y tener muy buen ritmo, logran ser una gran propuesta en que varias tramas tocan la fibra sensible.
Está bien dirigida, muy bien montada, es bastante dinámica, la narrativa está bien conseguida, es muy agradable y audiovisualmente es apropiada.
Interpretativamente destaco como muy buenas interpretaciones las de Finn Wolfhard, Nina Dobrev y Vanessa Hudgens, pero de hecho el resto del reparto mantiene el tipo manteniendo un buen nivel interpretativo (hablo de los personajes importantes en la trama, no de secundarios que puedan estar más por cumplir). Se notan las ganas de hacer de esta obra algo agradable y entretenido, con una chispa especial dentro de su sencillez.
Es una película simple y agradable, pero también auténtica y fiel a la realidad que tenemos con nuestros mejores amigos, los perretes que nos acompañan en nuestras vidas como fieles compañeros de aventuras.

¿La recomiendo?
Sí, me parece lo bastante agradable y disfrutable para recomendarla sin reservas.

Es una de estas películas que están dirigidas a un público muy concreto, en este caso los dueños de perros. No digo que una persona que no tenga perro pueda verla, pero no va a poder disfrutarla en su totalidad. Ya que la película son solo un conjunto de historias que se van entrecruzando y el único interés que tienen son los perros. La película es entretenida, pero su nivel sería comparado al de las películas que ponen los fines de semana después de comer en televisión. No esperes mucho de ella.

Comedia romántica claramente destinada a los amantes de nuestras queridas mascotas "Los perros", en ella cuenta cuatro historias entrelazadas de personas o parejas que por una razón u otra el cariño de estos animales les sirve de ayuda para afrontar los problemas diarios de sus vidas.

Incluyen la historia de una presentadora de televisión (Nina Dobrev) y su relación con su nuevo co-presentador (Tone Bell); una pareja (Eva Longoria y Rob Corddry) que adoptan a una niña pero no consiguen conectar con ella; una trabajadora de una cafetería (Vanessa Hudgens) y el chico (Jon Bass); un holgazán (Adam Pally) que intenta ayudar a su hermana (Jessica St. Clair) cuidando a su perro después de que da a luz gemelos; y un anciano (Ron Cephas Jones) que se hace amigo de su repartidor de pizza de barrio (Finn Wolfhard). Ocupando los canes un lugar destacado en cada historia.

Como suele pasar en este tipo de películas con perro, los primeros planos simpáticos de los rostros caninos mirando con curiosidad la absurda conducta humana que los rodea es la gracia del film. Dirige el actor Ken marino cuya película anterior "Instrucciones para ser un Latin Lover" con Eugenio Derbez fue una comedia un tanto fallida.

Destacan en la pantalla Nina Dobrev (Enganchados a la muerte, Final Girls) y Vanessa Hudgens, pero el guión flojo de Elissa Matsueda y Erica Oyama no consiguen darle un humor original a la cinta, quedando en una película simpática pero simplona.
Destino Arrakis.com

I love Dogs (cuyo título original es Dog Days) o lo que es lo mismo, para los que no sepan mucho inglés, Amo a los perros o Me encantan los perros es el título que le han puesto a esta cinta, para su estreno en España, una comedia romántica a modo coral con toques dramáticos. Y digo coral porque no hay un único protagonista en esta película. Son un montón de personajes, con sus varias tramas, que se van entrelazando entre sí y con el amor que sienten por sus mascotas, los perros, como telón de fondo. De hecho, para los que adoran a estos animales, y tienen uno en casa, creo que van a sentirse identificados en este film. Bien es cierto que, hay momentos que causan vergüenza ajena con algunas acciones de ciertos personajes, pero por lo general consigue hacerte reír y te llega a tocar la fibra sensible. Al menos, así ha sido en mi caso. No es que tenga un perro en casa, pero hace tiempo que tuvimos uno y la verdad es que cuando estaba a nuestro lado era una ricura. Aún le echo de menos.
Volviendo a la película que ahora nos ocupa, está dirigida por, el también actor, Ken Marino, al que siempre recordaré por su personaje secundario en la serie Veronica Mars. Consigue hacer lo mismo que hicieron directores tales como el fallecido Garry Marshall con Historias de San Valentín (2010) y Noche de fin de año (2011) o bien Kirk Jones con Qué esperar cuando estás esperando (2012), y es el de reunir un buen puñado de actores, más o menos reconocidos para el gran público, y hacer que sus varias tramas interactúen entre sí. Todo ello con un fin común, en este caso: el amor que tienen por los perros. El reparto lo encabeza Nina Dobrev, la que fuera Elena Gilbert, la protagonista de la serie de The CW titulada The Vampire Diaries durante varias temporadas, que aquí interpreta a una presentadora de un canal de televisión. Junto a ella, entre otros, podemos ver a Tone Bell (visto en la serie de The CW, The Flash), Jon Bass (al que ya pudimos ver en la película de Los Vigilantes de la Playa, y que en I Love Dogs interpreta a un buenazo de chico, con muy buen corazón, y de verdad que le sienta muy bien, muy creíble), Vanessa Hudgens (inolvidable en la trilogía de High School Musical y en la cinta Spring Breakers), Eva Longoria (la que fuera una de las Mujeres Desesperadas), Ron Cephas Jones (al que pude ver por primera vez en la serie dramática This Is Us) y el joven Finn Wolfhard (uno de los actores protagonistas de la más que recomendable serie de Netflix, Stranger Things y que se le ha podido ver en el remake de la cinta de terror IT). Sin duda, y sin exagerar, nos encontramos ante un gran plantel. Al principio creía que con 112 minutos, más o menos, no habría forma de explicarlo todo, pero las guionistas Elissa Matsueda y Erica Oyama han sabido hacer un buen trabajo. Y el propio director también, junto a un gran reparto, ha conseguido sacar adelante este film de una manera notable. He reído, me ha sacado alguna que otra lágrima, y me le pasado muy bien. Me siento muy contento de haberla visionado. Atención, para los que se marchan al empezar los créditos finales, se pueden ver las tomas falsas y también hay una escena post-créditos. Yo lo dejo comentado por aquí. Mi nota final es de 8/10.

Cualquier excusa es buena para articular una comedia romántica, y como queda claro por su explícito título, los perros son el nexo de unión para unas cuantas historias románticas que abarcan todo tipo de personajes, todo siempre bajo las atentas miradas perrunas.

En realidad estamos ante una comedia romántica al uso, en la que las historias transcurren de manera individual hasta que gracias a las mascotas, se entrelazan para crear una historia mayor. Como es habitual en estos casos, los personajes mejoran sus vidas gracias a sus mascotas, y mientras alguna historia resulta más graciosa que otra, la película tiene su pequeño hueco también para aquellas que intentan ser más tiernas, así hay momentos para todos los gustos.

El guion es sencillo, lleno de situaciones simples y recurrentes, no es capaz de darle un fondo a prácticamente todos los personajes, dejando que sean caricaturas de ellos mismos. No importa el cómo han llegado hasta allí ni el hacia dónde irán después, porque no es el objetivo de la película. Todo es mucho menos complejo y los finales predecibles se suceden uno tras otro según se acerca el final. Al menos tiene las cosas claras y no intenta ser lo que no es.

Dobrev, Hudgens y Longoria destacan en un reparto lleno de caras conocidas en televisión, interpretando unos roles que tienen un final marcado. Esto no es un impedimento para que firmen un buen trabajo, dan lo que se espera de ellos, y Marino no tiene complicación en sacar de ellos una sonrisa amable o un casto beso en el momento oportuno. Es justo así como se narra, interpreta y dirige una película amable y sin complicaciones que siempre resulta simpática y fácil de ver.