Camila

"Camila" debe ser una de las mejores películas del cine argentino y latinoamericano. Basada libremente en hechos reales, nos cuenta una historia de un amor imposible entre un sacerdote jesuita y una joven de la aristocracia del Buenos Aires de 1840, durante la dictadura del general Rosas. La directora estructura la historia en forma de melodrama romántico (con las limitaciones que ello conlleva), pero evitando la cursilería y la sensiblería. Destaca la hermosa reconstrucción de época; a pesar del bajo presupuesto, la directora compensa esto, con un notable sentido estético en la construcción de cada plano, apoyada en una cálida y vaporosa fotografía, vestuario de calidad y, por sobre todo, se nota la utilización mayoritaria de locaciones e interiores reales.
En el plano dramático, destaca la actuación de Susu Pecoraro como Camila, bella y carimática; en cuanto a Imanol Arias, su actuación también es convincente, a pesar de que le doblaron la voz, el efecto no molesta; destacable también la actuación de Héctor Alterio (gran actor argentino) como el estricto padre de la protagonista. Es en la construción de los personajes de la Iglesia Católica, donde la directora cae en cierto maniqueímo.
Otro aspecto a destacar de la película, es que la directora retrata la represión política de la época de Rosas, haciendo una valiente referencia a la dictadura militar argentina (1976-1983) y las violaciones a los derechos humanos.
En fin, felicitaciones al cine argentino, que generalmente es el que saca la cara por el cine latinoamericano a nivel internacional.

Sorprende como logra retratar María Luisa una época política-socio-cultural, en donde abunda la belleza, la tragedia y por sobre todo el amor.
Imperdible para los amantes del cine, de la historia, del amor y de Argentina.
Una joya.

Es una película hermosa. Me encantó y la volvería a ver. Las actuaciones estuvieron geniales, como la de Susu Pecoraro que encarna a Camila e Imanol Arias en el papel de Ladislao. Los dos, un encanto, porque aparte de actuar excelente, tenían una química fantástica.
En general, no soy fanática del cine argentino, pero esta es una película imperdible. ¿Por que? : porque combina amor, tragedia e historia. El final, emocionante.

Recuerdo que esta película vino tomada de la mano de la instalación de la democracia en mi país. Corría el año 83 y el estreno de esta película marcó un hito importante. Fue durante muchos años la película más taquillera de la historia argentina y recibió la nominación al Oscar a la mejor película extranjera (aún recuerdos largas colas del público para poder verla).
Con el tiempo aprendí que parte de ese Oscar no recibido fue por la poca promoción que recibió el film a través de distintos sponsors. Esto seguramente por los años de oscuridad vivido por el cine argentino y por ende el desconocimiento de saber como son los mecanismos para poder adquirir una estuatilla o caso contrario para tenerla a cambio de vestirse de un guión político.
Pese a todo Camila triunfó. No necesitó de un Oscar para que todavía siga siendo recordada en nuestro pueblo.
Porque es una historia digna de amor. Y ese es el logro de esta film, una historia que supo abrirse y permanecer en la memoria de nosotros.
Fidedigno montaje, excelente fotografía, impecable vestuario y bella partitura musical, hacen que este celuloide recree a la perfección los años en los que se desenvueve. Sencillamente sorprendente.
En lo que respecta a los protagonistas Susú Pecoraro hace una actuación estupenda y valiosa.
Mezcla en el desenvolvimiento actoral inocencia y ternura, belleza y coraje, poder y valentía. Hasta el día de hoy no hay argentino que no asocie a Pecoraro con Camila y ella ha podido quedar en las huellas de nuestra memoria.
La acompaña un Imanol Arias sólido y carismático. Y entre ellos se genera, como pocos, una química que traspasa la pantalla. Creando una historia de amor como pocas, apoyada desde luego en un guión impecable y conmovedor.
Camila irradia ternura y compasión. Despliega lo que fue capaz de empezar a generar el cine argentino. Fue el puntapie inicial para que otros films se comenzaron a rodar.
Camila fue dirigida por una directora sublime, como pocas, que se animó a rodar en esta historia también la impunidad con la que se manejaba el gobierno y con las decisiones eclesiásticas que no siempre se ponían del lado de las personas más necesitadas... esto sí, que parece no cambiar con el paso del tiempo.
Aplaudo a Camila, por todo lo que generó en nuestra historia cinematográfica. Por ser una historia tan encantadoramente contada, aún cuando en ella no falte lo trágico, lo incomprensible, lo imposible y lo cruel, impregnaciones humanas que no ha dejado la sociedad.

Se trata de una joyita inesperada. Una intensa historia, basada en hechos reales, acerca del amor, el fanatismo, los prejuicios, la intolerancia, y la discriminación sexual. La acción se desarrolla ágilmente, los diálogos están bien concebidos; los decorados, vestuario, iluminación...todo correcto. Pero ante todo los actores están geniales. Héctor Alterio borda el papel de padre autoritario y de corazón frío como el hielo; Imanol Arias transmite la lucha que mantiene entre el celibato de su religión y su idea del pecado, y la naturaleza que le llama a sentirse como un hombre; y Susu Pecoraro, magnífica, transmitiendo coraje y cierta ingenuidad en el triunfo del amor sobre los prejuicios y creencias. Una historia a recordar.