Octopussy

Los años le empezaban a pesar a Moore.
Esta película de Bond la saca adelante el gran trabajo de los dobles; incluso uno de ellos sufrió un doloroso accidente en la secuencia del tren.
Octopussy, un nombre sugestivo, un filme convertido en un circo, muchas secuencias de adrenalina lo convierten en un carrusel de emociones que contrastan con algunas escenas inspiradas en dos de los cuentos de Fleming. En fin, un circo lleno de bellezas aderezado con toques de humor de Roger y fue suficiente para aventajar a “Nunca digas nunca Jamas” otro filme de Bond con el que competía en ese momento.

Título nº 13 de la serie de James Bond, realizado por John Glen. El guión de George MacDonald Fraser, Richard Maibaum y Michael G. Wilson, se basa en dos relatos breves ("Octopussy" y "Property Of A Lady"), de Ian Fleming, a los que se añade un importante desarrollo libre de los guionistas. Se rueda en EEUU, Alemania e India, con un presupuesto de 28 M dólares. Producido por Arthur R. Broccoli, se estrena el 10-VI-1983 (EEUU).

La acción tiene lugar en un país indetermnado de Latinoamérica, EEUU, Alemania, Londres, Moscú e India, durante unas 3 semanas de 1982/83. Tras la muerte en acto de servicio del agente 009, M (Robert Brown) encarga a Bond una misión que le enfrenta al príncipe afgano en el exilio Kamal Khan (Jourdan), la bella y misteriosa Octopussy (Adams) y el fanático general Orlov (Berkoff).

El film combina los géneros de acción, aventuras, thriller y comedia. El productor Broccoli, separado de Salzman, quiere dar a la serie un sesgo más comercial para elevar los resultados de taquilla. Las referencias literarias de las primeras entregas dan paso a una mayor atención a la espectacularidad, las escenas de acción y el humor, al que se imprime un giro más juvenil. La obra trata de emular las aventuras de Indiana Jones, de gran éxito en los 80. Además, parodia a sus propios imitadores, los "westerns" (persecuciones a caballo, correrías en techo de tren en marcha, lanzamiento de lazos) y las acrobacias de Tarzán. Se sirve de la inversión de géneros (mujeres guerreras) como fuente de comicidad. Ofrece emociones fuertes, exotismo, amontonamiento de chicas sexys, riñas a bofetadas y peleas propias de números de lucha libre. Hace uso de un número limitado de "gadgets": el "acrostar" (miniavión de alas plegables) y el reloj con pantalla de visión remota. Son escenas destacadas la persecución del miniavión por un misil, la persecución de Bond en la jungla, la lucha en la mansión de Octopussy, la pelea en el exterior de una avioneta en vuelo. Es la sexta y penúltima película de la serie protagonizada por Moore. Tuvo que competir en taquilla con "Nunca digas nunca jamás" (Irving Kershner, 1983), film de Bond protagonizado por Sean Connery, que no forma parte de la serie oficial. Maud Adams repite en la serie (cosa insólita), después de su intervención en "El hombre de la pistola de oro" (Guy Hamilton, 1974).

La música, de John Barry, ofrece una hermosa partitura orquestal, que incluye temas tan sugerentes y gratos como "Arrival At The Island Of Octopussy" y "The Palace Fight". La canción de apertura y cierre, "All Time High", rítmica y melódica, la interpreta Rita Coolidge. La fotografía, de Alan Hume ("Star Wars", episodio VI, R. Marquand, 1983), aporta dinamismo, movimientos ágiles de cámara, encuadres espectaculares y escenas vertiginosas. Es posiblemente uno de los films más flojos de la serie, pero es sumamente entretenido.

Moore nos dejó una de las entregas más pintoresca y, al mismo tiempo, emocionante de la serie. No sé cómo hay que tomarla porque las exageraciones se disparan, pero debemos tener presente que Moore encaró al agente secreto más gentleman, irónico, seductor, flemático… Pero también el más cercano a la auto parodia.

El arranque de la aventura empieza con Bond en algún lugar de Sudamérica (Cuba, claramente: cuando se despide de la chica le dice: Nos vemos en Miami, donde llegan los cubanos). Escapa con un avión de bolsillo en uno de los más espectaculares empieces de la serie. La acción en toda la película está cuidada al máximo y el trabajo de nuestro amigo Roger Moore es de los más conseguidos en su carrera. A pesar de las varias muestras de un humor socarrón, Moore destaca en su interpretación dramática. La acción es intensa y hace de Octopussy una de las entregas más valiosas.

Las participaciones de compañeros de Bond en la serie son escasas. Aquí contamos con una curiosa aparición de 009 de la que nos vemos obligados a hacer un inciso. 009 llega a la residencia del embajador británico en Berlín Oriental con un huevo de Pascua, vestido de payaso, herido de muerte e irrumpiendo en mitad de una fiesta. El atuendo causa un contraste muy al estilo dramático inglés. Esta secuencia, diremos, es un guiño a la película Berlín Exprés (Jacques Tourneur, 1948) en la que un agente que huye herido vestido de payaso irrumpe en una sala de fiestas ante el ejército americano e, igualmente, antes de morir logra dar una valiosa información.

No es la primera vez que en los guiones de la serie se recogen secuencias de otras películas o series anteriores, no por copiar, si no porque las buenas ideas, deben y pueden ser compartidas.

En Octopussy, el circo adquiere una dimensión significativa. Y es que la serie carece por completo de complejos, como decimos siempre. Salvo error, Bond se disfraza por primera vez, de payaso y de gorila, lo bueno es que pudiendo caer la acción en la comicidad sin quererlo, por el contrario, la intriga continua con una buena dosis en alza.

Octopussy es disfrute del buen cine de acción y aventura de espías al viejo estilo, antes de la era digital. A destacar entre los malvados a un espléndido Louis Jourdan que como príncipe tramposo cuenta con un fiel servidor de categoría, el mismísimo Sandokán. Pero sería injusto no decir que todos y cada uno componen un recital sincronizado de personajes estrella y logran perfectamente la finalidad que la serie persigue: divertir y entretener seriamente.

La verdad es que de las películas que Moore hizo como James Bond, esta es de las que se puede decir que ya estaba en horas bajas. No deja de ser una buena película pero ya se le empieza a ver que la edad no perdona, y esto hace que las escenas de acción tengan que retardarse un poco para que a Moore le dé tiempo a llegar. El cuerpo empieza a no responderle con la celeridad que quisiera y esto hace que a Bond le salgan canas antes de tiempo, a pesar de su tinte para que parezca más joven de lo que Moore es.

La Historia, aunque bien entramada, comienza a perder fuelle cuando el título de la misma pasa a un tercer plano, y la verdad es que es una pena, porque las localizaciones y el entramado de la misma hubieran sido más atractivos si la historia se hubiese desarrollado de otro modo.

Es cuanto menos una obra de entretenimiento, bien hecha pero poco más, ya no vemos al Moore que le daba a los deportes de riesgo, sino que más bien el mayor de los riesgos es el de perder la dentadura en un viraje de cabeza.

Tiene su encanto por tratarse de una película de Bond, que rivalizará con "Nunca Digas Nunca Jamás" por ver que Bond es el más atrayente, y según tengo entendido esta tuvo mejor respuesta de taquilla. Se deja ver, pero no esperen nada excesivamente espectacular.

PD: Se echa de menos su Lotus.

Esta película es de las que crean afición ya si no al cine a las series de James Bond.

Plena guerra fría con el general Gogol pacífico y un general Orlov rabioso y rencoroso.
Como se echa de menos la guerra fría, por cierto

Se ha criticado mucho la edad de Roger Moore. Creo que es injusto.

La edad de un actor nunca es criticable. Se puede ser espía, agente especial o incluso bombero hasta los 65. A partir de ahí cualquier cosa es ligeramente aceptable.

Esta película para mi es una de las mejores de James Bond.

Buen guión, buena fotografía y buena interpretación. Ya no tan sólo de Roger Moore si no de Maud Adams y Kristina Wayborn, las dos suecas que por cierto aportan mucho glamour a la película. En su línea claro...

El principio de la "peli" me encantó. Una misión en un país sudamericano con un derroche de imaginación con la avioneta.

Incluso Kabir Bedi tiene un papel en su mejor línea. La de matón del malo.

No creo que muchas "pelis" de la serie la hayan superado.