Ojos de cristal

Primeriza obra de Puglielli que combina la paranoia común del policial medio pelo y la salvajada del thriller con toques de gore. Hace falta mencionar la obsesión, pues es una peli trazada con mano obsesiva y se nota, por los primeros planos, las miradas y, principalmente, el plano detalle. A pesar de establecer la investigación y el visionado de la peli a través de los investigadores pareciera que se observaran los hechos desde la mirada del asesino; esto le otorga a la peli un tono seco, entre barroco y académico.

Lo que me resulta tedioso en la obra es su ritmo pausado, no meticuloso, más bien como empantanado y la cantidad de pequeñas sub tramas, algunas de ellas improcendentes como la historia de amor o el especial incapié en establecer los comportamientos de las víctimas, que luego del ataque del asesino jamás vuelven a mencionarse.

Los diálogos parecen impostados, fluctúan entre el discurso de memoria y la solemnidad vacía. No obstante, está hecha en serio y no se pierde en humor innecesario o en pedanterías, lo cual es de agradecer.

Por lo que veo, primera y última película de Eros Puglielli, cosa que no me extraña, más que por la realización, por la torpeza de ese guion artificioso y lleno de trampas en que ha colaborado.

“Ojos de cristal” pertenece a un tipo de cine que parte de premisas sumamente atractivas para aquellos que disfrutan con intrigas salpicadas de asesinatos escabrosos (ayudados por las respectivas imágenes del director) y que a medida que avanza la trama se van incorporando elementos que enriquecen la intriga en ese sentido. Aunque no resulte novedoso, las frases escritas en sangre que no dicen lo que quieren decir, el idioma utilizado, las heridas en los cuerpos… van generando las piezas adecuadas para conseguir completar el puzle.

La película me recuerda en estructura, estética y trama a “Seven” pero en pobre, cutre y malo. Por desgracia el guión es pésimo, para una historia que podría tener su encanto (habría que leer la novela de Luca Di Fulvio para saber la base de la que se partía), se llena de artificio, de trampas y de gratuidad en la progresividad de la intriga. La fotografía es vulgar y pobre, sin ningún matiz que enriquezca las imágenes de lo que narra y la música es ramplona y cursi. La interpretación de pena, con una pésima Lucía Jiménez, que ya en la primera secuencia con Luigi Lo Cascio tiene una manera de hablar y hacer muecas que más que mostrar miedo, por ser acosada, ya le esta danto señas de que se lo acabará follando; muy mal también Carmelo Gómez, con una increíble vulgaridad en su interpretación y dentro del desastre salvaría, no por buenos sino por menos malos, el esfuerzo de Luigi Lo Cascio por componer un personaje y la malsana ambigüedad de Simón Andreu.

Es una lástima que con premisas interesantes que pueden dar mucho juego se reúnan unos presuntos profesionales para pergeñar tamaño dislate. Como entretenimiento se va viendo (por eso las 3 estrellas) pero como cine, nada de nada.

Lamento disentir de los demás comentaristas: el referente no es "Seven" (peli, por cierto mucho mejor que la novela a su base) sino el giallo ítalo- hispano de los 60 y 70, si bien aggiornado al cine de 40 años después. Como en el giallo original, encontramos un guión psicologista, tremendista y barroco (incluso absurdo, si se escarba mínimamente) y el elemento gore, aquí distribuido con pildorazos contundentes y frecuentes aunque siempre sin perder de vista una peculiar estética siniestra. Aún así, es entretenida e inquietante si uno se deja llevar. Lo sorprendente es el grueso elenco de actores españoles que rodean al infantiloide protagonista, algunos de la talla de Carmelo Gómez y Eusebio Poncela; no obstante, quienes se llevan el gato al agua son José Angel Egido y, sorprendentemente, el muy curtido y normalmente sobreactuado, Simón Andreu, que aquí hace el mejor film que le haya visto.(sigo en el spoiler por falta de espacio)

Ojos de Cristal es un título muy acertado para esta película, ya que se necesita llevar ojos de cristal para no ver que esta cinta es una copia mala de la exitosa película Seven. Y es que resulta bastante vergonzoso querer comparar a Brad Pitt y Morgan Freeman con Luigi Lo Cascio y Jose Ángel Egido. Ninguno de los dos llega a dar la talla en una historia con algunas escenas escabrosas que parecen copiadas casi al milímetro de Seven. Lucía Jiménez parece que está en la película de paso, porque no se la ve en ningún momento, quitando la escena de sexo que mantiene con Lo Cascio, que ahí si que pareció emplearse a fondo.

La historia es bastante mala, mas aún cuando no han sabido reinventar el guión, al ver como van copiando trozos de secuencias de Seven. Y es que si quieres hacer una película basándote en otra, lo mejor que se puede hacer es estrujarse un poco los sesos para intentar crear algo distinto y original y no un corta-pega para demostrar la mediocridad expuesta por los guionistas y el director.

Si ojos de cristal te dejó un mal sabor de boca, recomiendo que veas Seven; si es que aún no la has visto ya, para comparar y acabar de darnos cuenta de que con éstos ojos de cristal no vamos a ver nada interesante que comentar.

Thriller italiano, aunque por el reparto con los Lucía Jiménez, Simón Andreu, José Ángel Egido, Eusebio Poncela o Carmelo Gómez, parezca española que aunque no es todo lo redondo que pudiera, se desenvuelve con cierta habilidad. De hecho y aunque soy bastante crítico con el cine del país transalpino, muy dado a la comedia boba o al drama esperpéntico, aquí le sale a Eros Puglielli, que debutaba en la gran pantalla, un trabajo que parece más norteamericano que de su propia tierra. Basada en la novela "L'impagliatore" de Luca Di Fulvio, "Ojos de cristal" narra las pesquisas de dos policías para atrapar a un psicópata asesino tan despiadado como demente.

En efecto, se parece a "Seven" (1995), no sólo en el argumento sino en cierta estética fría y sobre todo, en lo macabro de los crímenes. Pero fuera de estas similitudes externas, tiene poco que ver y ahora que estamos entre nosotros, la de Brad Pitt y Morgan Freeman, tiene más leyenda que calidad: en realidad, es mediocre. Pero siguiendo con el tema, lo bueno de "Ojos de cristal" es que derrocha intriga debido al alto número de personajes inquietantes que aparecen por doquier pero lo malo, además de ser en algunos momentos excesivamente sangrienta o que el final es un poco fantasma, es que es fácil adivinar quién es el culpable (SPOILER).