Mezcal

Cualquier persona que ha tenido el gusto de leer la excelente y hermosa obra de arte de Malcolm Lowry "Bajo el Volcán", se habrá dado cuenta de la dificultad a la que se enfrentaría el osado director que quisiera llevar la historia a la pantalla grande.

Ignacio Ortiz superó la prueba de manera perfecta, y es que no se basó en la novela sino que se inspiró. La diferencia (como comenta el mismo director) consiste en que no "traduce" el texto a imágenes, no las adapta, sino que seleccíonó ciertos elementos, sentimientos y situaciones del libro y crea una historia visual de calidad impecable.

Es una lástima que este ejemplo de buen cine no sea promovido en México (hasta la fecha no conozco a alguien más que la haya visto), se dice que el cine mexicano está en crisis, que sólo los directores que emigran al extranjero triunfan. Yo les digo:

"Vean Mezcal y luego hablamos"

Nada es verdad, todo es posible.
(Sir. William Burroughs)

Y tal parece que bajo ésta premisa el director ha realizado al menos dos de sus más inspiradores filmes.
Tras la realización de Cuento de Hadas para dormir cocodrilos; el creador de Mezcal, nos invita a emprender un viaje hacia lo recóndito de un México plagado de leyendas, de magia, de aquello que se cuenta en los poblados alejados y se transmite de manera generacional.
Los sortilegios, los antídotos, los males ajenos, los propios y los compartidos.
Una serie de personajes que se congregan en una mítica cantina de pueblo a conversar o liberar sus penas bajo los efectos del alucinante mezcal; son distintos en apariencia, más llevan el común denominador de encontrarse por alguna singular razón bajo el mismo techo.
Una obra digna de ser vista con la plena convicción de que no es algo recurrente en el cine mexicano contemporáneo. Evocando de cierta manera lo antes realizado por Carlos Enrique Taboada y con posibilidad de una contínua evolución.
De a poco, Ortiz lleva impreso el sello "magia" , elemento destacable dentro de una industria limitada y con esperanzas de renacer como en aquella época de oro, que de apostarse a las nuevas propuestas, no estará lejos de ello.

'Mezcal' es una de esas novelas de realismo mágico, llena de venganzas por deshonor y rencores profundos de personajes incultos y obcecados que funden realidad y mito. Por supuesto, son latinoamericanos, pues es ahí donde este género negro tuvo sus años de esplendor con García Márquez a la cabeza.

El punto de unión de los personajes es el alcoholismo a base de tequila. Cuando los días son unos iguales a otros y la vida no te brinda oportunidades ni esperanza, de alguna manera hay que calmarla.

Llama la atención la mezcla de modernidad, con carreteras asfaltadas y automóviles, en contraste con zonas rurales y primitivas de chozas hechas con palos y casas hechas de adobe en las que apenas hay una cama, una mesa y tres sillas.

Pensé que si se basaba en una novela y había sido llevada al cine en dos ocasiones y recibiendo tantos premios, merecería la pena la historia. La verdad es que aunque no está mal, tampoco es para tirar cohetes. El realismo mágico es así, que leído resulta imaginativo y poético, pero llevado al cine queda triste y gris.