Pacific Rim: Insurrección

Se podría trazar un estudio sociológico, cinematográfico y enormemente cínico entre ‘Pacific Rim’ y su secuela.
Ambas son la prueba, viviente y penosa, de que no hay historia mala, sólo narradores inútiles.

A su favor, hay que decir que esta segunda parte lo intenta, pero su hermana mayor no para de hacerle sombra: en todo el tiempo que esta se pasa justificando su rebuscado argumento, Guillermo del Toro ya se lo había pasado bien demasiadas veces, y encima había conseguido involucrarte un poquito en la historia de sus atípicos protagonistas.
Aquí, sin embargo, hay un señor cara de zapato, rebelde porque el mundo le ha hecho así, anticarismático a saco, que se alía con una Doña Nadie plantilla de niñata resabidilla para formar parte del programa Jaeger de reclutas jóvenes donde hablan en pasillos, hablan en dormitorios, hablan en salas de control, hablan en explanadas, hablan por los codos, hablan de apocalipsis, hablan de que hay que hacer algo… ¿se entiende el problema, no?
Tanto mimo en justificar un argumento orgullosamente absurdo, y sin embargo a la hora de la verdad te plantan un vergonzoso photoshop de John Boyega en una foto junto a Stacker Pentecost y Mako Mori.
(Mira que era fácil ignorar ese punto argumental gilipollas si sólo lo cuentan, pero no, esta es la clase de película que juzga necesario mostrarlo)

Mientras, por algún lado andan los Jaeger y los Kaiju.
Bueno, no, miento, los Kaiju son ya cosa del pasado, y los Jaeger ahí están al fondo del plano, sólo enfocados directamente para mencionar sus nombres dignos de crío puesto de droga fuerte.
Guillermo del Toro ya supo, en la primera, que esto le iba a ocurrir.
Por eso bañaba las estupideces más absurdas con épica juguetona. Por eso llenaba el plano de detalles cromáticos y desgastados, construyendo visualmente lo que no te ibas a tragar por medio de palabra. Por eso se buscaba las excusas para meter cuanto más bicho mejor, y convertía cada lucha en una variedad de espectáculos lumínicos punteados con momentazos milimétricamente medidos (la tan criticada espada que salía de la nada para rebanar al bicho volador, la guinda de un pastel de hostias que sabía a gloria). Por eso construía personajes con trazo grueso, cuidaba que tuvieran tanto luces como sombras, y usaba el apocalipsis kaiju para afinar sus emociones, y no al revés.

‘Pacific Rim: Insurrección’ no tiene nada de eso.
Tiene un miedo salvaje a no tomarse en serio, fruto de un director que se nota no confía en el material, y un actor estrella que tiene que quedar como el más chulo del lugar.
Tiene, sin exagerar, un casting horrible basado en la variedad étnica y el rango de edad, que podría ser sustituido por postes con cara pintada y me quedaría igual.
Y, por último, tiene una de las tramas más PUTO ROLLO del cine comercial reciente, donde empresas malévolas asiáticas y traumas paternales se conjuntan para dejar KO al espectador hasta que empiecen las hostias que todos los que entran a la sala deberían esperar.

Lo peor son esas ruinas, tapadísimas y desfiguradas, de lo que pudo haber sido: la progresiva fusión de Jaeger y Kaiju da los puntos más interesantes de esta historia, ahondando un poquito en esa lógica retorcida por la cual creamos monstruos para defendernos de los monstruos, pero son islas en un océano en el que no hay nada (por no haber, ni Kaiju).
No es muy complicado ver un producto de encargo manufacturado para el mercado japonés, en el que lo único que se ha pensado es cuántas armas se puede encajar en un Jaeger sin pasarse, y toda espléndida cinematografía de Del Toro que dejaba apreciar sus imponentes tamaños se ha sustituido por coreografías de patadas y volteretas que mandan las leyes de la física a tomar por culo de un patadón robótico.
No es que los bichos surgiendo del mar sean el pico de la verosimilitud, pero era esa atención al detalle lo que te hacía entrar en el juego, y jugar.

Aquí no se ha jugado, no se ha divertido nadie, y se nota.
¿Y habrá que recordarle al director y guionistas pasárselo bien con robots gigantes que pegan monstruos gigantes?
Para eso, casi mejor dejarlo morir (sin dignidad, eso ya se acabó).

Voy a ir al grano, esta película la he ido a ver al cine por ver como se dan de piñas unos robots gigantes con unos monstruos.
No he pensado "voy a ver si la segunda parte de Pacific Rim me cautiva y despierta en mí sensaciones que me hagan agradecer lo mucho que me gusta el cine".
No va a ganar un Oscar pero os puedo decir que me ha gustado bastante, más que la primera parte, es entretenimiento puro y duro.
Un punto a favor es que la mayoría de las escenas de acción transcurre de día por lo que se puede apreciar perfectamente, además, el trato de cámara es muy bueno, nada de planos cortos sin trípode donde no se ve nada, aquí he podido disfrutar de las escenas de acción y de los excelentes efectos especiales.
Leo en algunas críticas que la trama es una basura...vamos a ver... estamos hablando de una película de robots gigantes peleándose con monstruitos, ¿qué tipo de trama y guión queréis?
Aparte de esto, he empatizado con la pareja protagonista, John Boyega (Finn de Star Wars) y la chica como se llame.
Para resumir, se me ha pasado volando, me ha gustado más de lo que esperaba y me ha entretenido bastante, al fin y al cabo ese es el objetivo del cine y aquí me lo ha cumplido con creces.
Nota: 7,5

Para finalizar, deciros que os espero en mis críticas con toques de humor en mi canal de YouTube, SpoilerMan88.

Es lo primero que se me viene a la mente, parece que todo lo que toca este actor se convierte en algo que no termina de cuajar, para el triste recuerdo queda el episodio 8 de Star Wars. Esta película continuación de Pacific Rim no está a la altura. Lo siento, a mí personalmente me ha parecido una película olvidable, y ojo. Yo iba al cine a ver esta película como un espectáculo en el cuál unos robots se daban de palos contra bichos del inframundo.

Bajo esta tesitura aparece John Boyega, que interpreta a un personaje malo y plano porque lo exige el guión, así sin más, acompañado de una chatarrera que se crea un propio robot. La película adolece de aquello que debería de ser una película palomitera y es más chicha, y un guión bueno.

Del guión prefiero ni hablar, porque el desarrollo de la película es tan nefasto y tan aburrido que yo que estaba con 3 amigos más dijimos. Pero.... ¿esto que es? Y ojo, que la primera gusta, es entretenida y sabe meterte en la vida de estos personajes. Esta película no lo hace-. ¿Creéis que exagero? Puede ser, pero cuando una película de acción se te convierte en un torro infumable, haces que te replantees para que has pagado 7 euros de entrada.

Para mí una gran decepción, así la puedo definir, sosa, insulsa, y sin nada nuevo que aportar, además de un final tan triste y patético que te hace salir del cine exclamando. He tirado mi dinero a la basura.

Como punto positivo, que merece mi 3 son algunas secuencias de acción que están bien hiladas y que se pueden disfrutar, del resto, poco.

Hay que verlo todo, para opinar y aunque se encuentre muy lejos de nuestros gustos, debemos ayudar a otros para que no se gasten su dinerito, esperando encontrar algo que en este caso... aquí, no existe.

No es una película de acción, como todos sabéis... es de ROBOTS con una historia, que en realidad no cuenta nada. Bueno tampoco es que al espectador a quien va dirigida le importe mucho.

Pero curiosamente, la puntuación es bastante baja, lo cual quiere decir que esta vez... NO, ya ni los más fieles seguidores de las películas de acción básica, encuentran acomodo con cualquier trozo de metal en movimiento, como hasta hace unos años sucedía.
Bueno, pues eso es todo amigos... Si me extiendo me repito. Y esto no da para más.

“Pacific Rim” son de esas películas que yo califico como “palomiteras” es decir que hay que ir a verlas para disfrutarlas con un buen paquete de palomitas o con amigos y recrearse con su espectacularidad y con sus escenas de acción sin analizarla demasiado ya que por el contrario no pararíamos de sacarle defectos y deficiencias que no nos permitirían aprovecharla al máximo como el espectáculo cinematográfico que es, si afrontas la película desde este punto de vista lo pasaras genial viéndola. A mí la primera me encanto (os recomiendo si podéis verla en 3D) y el estilo Guillermo Del Toro estaba muy presente dotando a la película de mucha personalidad (ese cameo de Santiago Segura es marca de la casa) por eso cuando se anunció que en esta segunda parte no estaría él al mando y solo colaboraría en su producción se me encendieron todas las alarmas y mi curiosidad aumento en ver que harían con otro director y otros actores protagonistas.

Una vez vista esta segunda parte “Pacific Rim: Insurrección” todos mis temores se han confirmado y he podido comprobar que toda esa esencia de Guillermo del Toro y aquello que hizo tan especial a la primera se ha esfumado completamente volviendo a esta continuación más comercial y plana si cabe, eso sí… manteniendo su espectacularidad en las escenas de acción y en los combates con los Kaijus. Lo primero y más evidente es su cambio visual siendo esta segunda mucho más clara y luminosa desarrollándose casi en su totalidad a la luz del día (incluidos los combates) todo lo contrario que su predecesora que era bastante oscura, esto sin duda hace que los combates y los robots luzcan de maravilla y se note mucho más los detalles como los reflejos y efectos sobre todo sobre los robots, sin duda lo mejor de la película.

Pero hasta aquí sus virtudes ya que en todo lo demás fracasa estrepitosamente, sus protagonistas quedan muy lejos de aquellas parejas tan carismáticas y visualmente atractivas de la primera (Rusos, Chinos o Americanos) y aunque aquí hay mayor número de secundarios ninguno consigue destacar lo suficiente como para llamar la atención. La historia es un completo desastre con unos agujeros de guion más grandes que el Amazonas, todo ocurre sin mucha explicación de por medio y el resultado es a veces ridículo tanto que en alguna ocasión me ha recordado a la saga “Transformers”… y eso no es bueno, es mas si en el final cambiáramos a Gipsy por Mazinger Z no notaríamos prácticamente diferencias con un episodio de dicha serie en lo argumental. La música es casi inapreciable salvo alguna melodía de la primera en su parte final.

Como veis mi desilusión con esta segunda parte es mayúscula ya que ha conseguido “manchar” el buen recuerdo que tenia de la primera película y aunque esta no fuera ninguna maravilla esta segunda queda muy muy por debajo quedando una sensación de que una futura tercera parte pueda tirar por este estilo viendo el final abierto de esta. Aun así como he dicho anteriormente hay momentos muy espectaculares y los combates merecen la pena, es mejor quedarse con esto y obviar “un poco” el resto para disfrutar de la película.

Lo mejor: Su apartado visual mucho más luminoso y claro, los combates y el diseño de algunos Jaegers.

Lo peor: Su trama no hay por dónde cogerla, deja más preguntas que respuestas, unos protagonistas y secundarios sin mucho carisma y un final abierto que hace temerse lo peor.