Te quiero, Lucy (Serie de TV)

Y bueno, que decir! Conozco a Lucy desde siempre, cuando era chica veía de cuando en cuando algún capítulo en la tele, a medida que pasaba el tiempo, cada vez menos, y ahora ya no se topa uno con Lucy nunca. He conseguido casi todos los capitulos en dvd, y los voy viendo a medida que el tiempo me lo permite, y los disfruto muchísimo. Existen opiniones diversas al respecto de esta serie. Mis padres por ejemplo la detestan, dicen que es el típico humor gringo, que de chistoso no tiene nada, que el cubano además de mal actor es "chancho", que la gringa es antipática y odiosa.
A mi criterio es quizás la mejor serie comica gringa que existe. Lucille Ball es una maestra de la comedia física, me divierto a morir viéndola caerse, darse golpes, mojarse, quedarse encerrada en cajas, pelear con Ricky, o con Ethel y Fred, y las expresiones y caras que hace. Ricky esta muy bien también, es un buen complemento para Lucy, quien en realidad es el alma y el todo de la serie.
Recuerdan un capítulo de la serie cuando estaban de viaje en Europa, y el grupo quiere pasar una frontera en bicicleta, y a Lucy se le olvida el pasaporte? No paré de reir!
I Love Lucy es una joya.

"My favorite husband" (1947-1951), fue un programa de radio en donde Lucille Ball, junto a su esposo Desi Arnaz como co-protagonista, representaba a una alocada ama de casa que caló muy hondo entre la audiencia estadounidense. El programa duró hasta 1951, año en que la CBS le propuso pasar su triunfo a la televisión.

"I love Lucy" (181 episodios, 1951-1957), fue una serie de televisión que estuvo en pantalla seis años. El enorme éxito televisivo de "I love Lucy", fue motivo de otros programas, "The Lucille Ball Show" (156 episodios, 1962-1968), "Here's Lucy" (140 episodios, 1968-1974) y "Life with Lucy" (13 episodios, 1986). Lucille Ball se convirtió en una de las personalidades más importantes de la televisión americana.

La serie de televisión recibió 31 nominaciones ( 20 “Emmys”, 10 “TV Land Award” y un Directors Guild of America Award”), de las cuales gano siete de ellas (cuatro “Emmys” y tres “TV Land Award”)

Lucille Ball (1911-1989), fue una actriz cómica estadounidense. Gracias a la serie de televisión “I Love Lucy”, se convirtió en una de las estrellas más populares de los Estados Unidos.

En 1925 decidió ingresar en una escuela de arte dramático, pero dejó la escuela a los pocos días, su profesor consideró que era demasiado tímida y no tenía futuro.

En 1930 se convirtió en modelo. En 1933 se trasladó a “Hollywood” y apareció en diversos filmes como bailarina o actriz secundaria en pequeños papeles. En 1940 firmó un contrato con la “Metro-Goldwyn-Mayer”, llegando a ser conocida como «la reina de las películas de serie B». En 1940 se casó con el músico cubano Desi Arnaz (1917-1986).

El éxito le llegó en 1948 con un programa de radio llamado “My favorite husband” que terminó convirtiéndose en el programa de televisión “I love Lucy”. En 1953 la actriz fue investigada por el Comité de actividades Americanas ya que en 1936 votó por el Partido Comunista.

Lucille Ball murió el 26 de abril de 1989 tras una rotura de aorta luego de haber sido intervenida quirúrgicamente en el corazón. Tenía 77 años.

Cuando me acerqué a I Love Lucy, lo hice sabiendo que iba a poder disfrutar de una de las comedias más queridas de la audiencia americana, a lo largo de la historia de la televisión. No me decepcionó…

La serie, tiene todos los ingredientes para olvidarte de la rutina y la maravillosa comedia física de Lucille Ball, hace que casi cada episodio te saque una sonrisa.

Las múltiples payasadas de la pobre Lucy, mientras intenta demostrar con mucha torpeza, algún talento, que le ponga al mismo nivel que su marido Ricky (que canta en muchos de los episodios) son el punto fuerte de la serie.

Tiene capítulos tronchantes; como el de la cinta industrial de bombones o en el que Lucy hace un anuncio de jarabe, que es sin duda uno de mis favoritos.

Vista hoy en día, algunas tramas pueden resultar algo anticuadas, sin embargo, para mi la serie no ha envejecido mal. Además no hay que olvidar que I Love Lucy consiguió instaurar la forma de la sitcom, gracias a sus avances técnicos. Fue pionera en grabar a multi cámara, con una cuidada fotografía y con público en el plató, que hizo que las carcajadas sonaran cada vez que Lucy desplegaba su humor.

Sin duda merece la pena echarle un vistazo a esta sitcom, que fue la primera en tener un seguimiento masivo en la historia de la televisión americana.