La disparatada parada de los monstruos

He de confesar que esta película me aterraba cuando era pequeño. Pero la llegué a ver más de una vez pese a ese miedo, supongo que por ese encanto que tiene el cine de terror, que aun sabiendo que lo vas a pasar mal, buscas un poquito esa sensación.

Pero amigos, ese niño ha crecido y ha vuelto a ver esta película y solo ha sacado una cosa positiva: Las películas pueden cambiar mucho dependiendo la época de la vida en la que la veas...

Esto no es una película de miedo, pero es que tampoco es una comedia, es un absurdo asqueroso y sin gracia, que intenta parodiar (supongo) la isla del Dr Moreau, pero usando un humor descafeinado similar al de las pelis de Leslie Nielsen pero muchísimo peor! y valiéndose de la asquerosidad ¿cómo elemento para atraer al público?

Si sólo pudiera usar un adjetivo para calificar esta película, sería 'disparatada', como indica el nombre. Tiene su punto, pese a lo friki que es. Había oído hablar de esta película más o menos cuando se estrenó, pero no había llegado a mis manos hasta este momento.

Es una película tonta, para adolescentes, muy friki, con humor absurdo pero no por ello menos efectivo. A mí me ha sorprendido. Digamos que es 'La isla del doctor Moreau' pero en plan guasón.

Brooke shields se ríe de ella misma en esta comedia y a mí me simpatiza, pese a que haya caído en desgracia por su comentario sobre el fumar y morir, y perder una parte muy importante de tu vida. A mí me resulta un encanto en toda su carrera, desde 'La pequeña'.

Esta película es una entretenida tontería que divierte pese a lo extraña que resulta.

Keanu Reeves de hombre-perro. Ojos rastafaris. Mr. T cambiándose de sexo. Decorados enormes, humor absurdo, ritmo MTV noventero. ¿Coherencia? Escasa -- pero todo está muy bien hecho, hay algún runing gag logrado (el niño orejón dándose trompazos) y unos FX de maquillaje notables.

Una rareza de videoclub muy bien realizada, oigan.

Lo cierto es que no esperaba gran cosa de esta película pero encontré en ella muchas cosas buenas, sobre todo al principio. Una película noventera con clara herencia de la década anterior, que visualmente ha envejecido como poco podría esperar, siendo su aspecto de maquillaje y efectos lo más destacado de la película una vez que pasa la primera media hora. Las dosis de humor absurdo con las que caso a menudo acabaron dejando paso a un no tan divertido circo de monstruos sin demasiado que contar, que se acaba haciendo largo a pesar de su corta duración.

Sigue aguantando el paso del tiempo, que no es poco. Una pequeña rareza aconsejable para un público muy concreto.