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The Confession (Serie de TV)

Serie de TV. Thriller. Drama Serie online (2011). 10 episodios. Lo nuevo del ex-Bauer se divide en 10 episodios de entre 7 y 10 minutos, cada uno mostrando la confesión de un sicario (Sutherland) a su sacerdote (John Hurt) sobre los asesinatos que comete, por qué lo hace y por qué cree que el asesinado merecía morir. (FILMAFFINITY)
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Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
16 de agosto de 2011
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta webserie, debido a su formato, por desgracia, no será muy conocida. Sólo los fans más acérrimos del incombustible Jack Bauer (Kiefer Sutherland) o los seguidores del mágnifico John Hurt (que aquí está inconmesurable), más algún otro que la descubra por casualidad, disfrutarán de esta pequeña maravilla que supera a la gran mayoría de series que están ahora mismo en la pantalla.

Con 10 episodios de una duración de entre 5 y 7 minutos la serie nos presenta a un asesino que va a la iglesia a "confesarse". Sin embargo el sacedote descubre rápidamente que esto no va a ser una confesión fácil, puesto que el asesino ha venido buscando respuestas a algunas preguntas que se plantea más que la propia confesión y perdón del sacerdote. Poco a poco se va estableciendo un vínculo entre ambos personajes hasta llegar al magnífico clímax final.

En los flashbacks que nos presentan los asesinatos que el confesor le va revelando al sacerdote la acción está muy bien realizada (no tiene nada que envidiar a series de mucho más presupuesto como la mismísima "24"), pero el eje central de la serie no es dicha acción, por lo que no esperemos ver coches volcando ni excelentes persecuciones. La clave de la serie son los personajes y, más concretamente, el diálogo y el vínculo que se establece entre el sacedote y el asesino. De hecho, un gran fan de la acción como un servidor, prefiere los diálogos en el confesionario entre Hurt y Shuterland que los flashbacks que muestran las muertes (todos ellos perfectamente realizados y necesarios para el desarrollo de la historia, cuidado).

De este modo se articula una serie muy corta (apenas dura una hora en total) pero que nos presenta gran cantidad de ideas muy interesantes que luego podemos desarrollar, analizar y profundizar en ellas; amén de una historia intrigante y muy bien realizada y unas interpretaciones realmente geniales (atención a Hurt, especialmente en los dos últimos capítulos).
Porti
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16 de noviembre de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
197/04(08/09/12) Singular propuesta esta serie de 10 episodios de unos seis minutos por capitulo, un peculiar ejercicio de estilo que con el trasfondo de suspense y thriller esconde un buen estudio sobre la fina línea que separa el bien del mal, sobre la doble moral, sobre la culpa y el perdón, la redención y la venganza. El escenario es una iglesia en la víspera de Navidad, allí llega un misterioso tipo (buen Kiefer Sutherland), se mete en el confesionario y el sacerdote (gran John Hurt) se dispone a tomarle confesión, nos enteramos que el tipo es un asesino profesional y no busca perdón, el sicario pretende un debate moral con el cura contándole parte de sus crímenes (flash-backs) como ejemplos morales de la Condición Humana en situaciones extremas, el sacerdote no puede abandonar el confesionario pues si lo hace el profesional matara al primero que encuentre en la Iglesia, se establece un enfrentamiento entre la fe y la razón, sobre la compasión, y todo evoluciona hacia un clímax final impactante. Aunque las escenas de acción no están mal, no pasan de ordinarias, es Jack Bauer en acción, el hierático personaje que hizo famoso a Kiefer, están bien construidas, pero solo son el medio para que conozcamos mejor la psicología compleja de este tipo, la fuerza sobre todo está en sus potentes diálogos que se convierten en un tour de forcé notable, con un increscendo de tensión dramática asfixiante donde el asesino pone contra la pared las convicciones del sacerdote, ello con unos argumentos inteligentes que hace te atrapen una telaraña inquietante. Ni que decir que en el duelo actoral gana un John Hurt inmenso, capaz de transmitir emociones con el solo movimiento de una ceja, una bestia de la interpretación que emite una marea de sentimientos que nos tocan, Kiefer no está mal, es que se ha puesto enfrente de un coloso, hace un rol fácil para él, un hombre duro carente de sentimientos pero que busca respuestas, es un digno sparring de Hurt. En conjunto una apreciable, sugerente y buena serie que por su singularidad de que cada 6 minutos te deja enganchado merece la pena verla. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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8 de abril de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Serie de minicapítulos. Yo la he visto de un tirón, como si fuese una película de 60 minutos. Un positvo sorpresón, Kiefer y Hurt perfectos. No hay casi acción, el 90% son diálogos -muy buenos-. Demostración de que lo importante que es el guión, y si encima te gustan los actores más que recomendable.
Por lo que sé actualmente no está doblada, aún así, merece la pena ser vista por todos.

Lo mejor: Guión y los dos protagonistas
Lo pero: Lo que dura... lo cual seguramente es uno de sus grandes aciertos.
DrStein
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11 de febrero de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un asesino a sueldo, después de uno de sus múltiples trabajos, entra en el confesionario de una Iglesia y empieza a confesarse con el sacerdote que se encuentra en el confesionario. Hablan de lo humano, y también de lo divino, haciendo prácticamente quid pro quo, mientras van trabando confianza.

Miniserie de escaso minutaje repleta de calidad. Estupendo trabajo de Sutherland y John Hurt, con final inesperado.

Un 10 para el guionista.
andeltor
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8 de agosto de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Miniserie de diez capítulos de seis minutos de duración cada uno, The confession es, sobre todo, un ejercicio de estilo. El director ha logrado contar una historia interesante en minicapítulos apoyado en un buen guión, pero, sobre todo, potenciando con la realización el duelo interpretativo entre Kiefer Sutherland y John Hurt.

Una historia bien engarzada, con diálogos que exploran la línea entre el bien y el mal, la religiosidad y el crimen o la relación entre dos hombres totalmente alejados entre sí (un asesino a sueldo y un sacerdote) en un espacio -el del confesionario- claustrofóbico y con una iluminación que potencia, junto a los juegos de cámara, el perfil psicológico de sendos personajes. Algunas acciones exteriores (principalmente flash-backs) sirven para dar el contrapunto de acción a un diálogo estupendo que invita a reflexionar sobre las consecuencias que, para nosotros y para los otros, tienen las cosas que hacemos.

En definitiva, una agradable sorpresa para disfrutar en esos ratitos en los que apenas tenemos tiempo o para verla del tirón como un mediometraje de una hora.
QWS
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