Ana y Bruno

Luego de más de diez años desde que empezó la producción de ‘Ana y Bruno’, el primer largometraje animado de Carlos Carrera ha llegado por fin a las salas de cine, y en esta ocasión la espera sí que ha valido la pena.

Ana y su madre han sido dejadas por su padre en una casona junto al mar, Ana pronto empieza a interactuar con los residentes, un hombre mayor que le muestra a un peculiar y colorido ser, pero pronto enfermeras y médicos llegan y se llevan al hombre al piso 3 justo cuando el pequeño desaparece ante los ojos de Ana quien juega con un pequeño perro llamado Choco.

Ya en su habitación y de noche, Ana es despertada por diversos ruidos, ella piensa que se trata del perrito y sale de su habitación, al no ver nada sube hasta llegar al piso 3, y ahí se topa con Bruno, una especie de duendecillo color verde que se presenta ante Ana como una alucinación de uno de los pacientes del lugar, Ana también conocerá a otros personajes que son también amigos imaginarios de otras personas que viven ahí, todo es interrumpido por los gritos de la madre de Ana que dice ser atacada por un monstruo al que la pequeña puede ver, cuando su madre es trasladada a otra habitación, Ana y sus amigos escapan de la casa en busca del padre de la chica para que la ayude a rescatar a su mamá.

‘Ana y Bruno’ es una propuesta que sobresale en el panorama de los largometrajes animados del cine mexicano, luego de experimentar con la animación con el premiado corto ‘El héroe’ hace ya más de 20 años, Caros Carrera consigue una gran película con una historia que toca temas serios en un relato que conjuga un tono oscuro y al mismo tiempo personajes coloridos y queribles que dan forma a una divertida y al mismo tiempo emotiva historia.

Lo que más destaca es la narrativa de Carrera, que va desarrollando su historia de a poco, otorgando la información precisa en el momento justo de acuerdo a la historia, sin necesidad de alargar en el tiempo el momento de revelar, por ejemplo, los motivos de la llegada de Ana y la madre a la clínica psiquiátrica, y logrando mezclar a la perfección tanto el mundo real como el fantástico o imaginario donde se desarrolla la historia sin ningún contratiempo que trastoque la narración, así como el adecuado tratamiento a los diferentes temas por los que transita la historia, tales como locura o la muerte entre otros, que son llevados de manera inteligente y sentida ante los posibles públicos a los que hará frente la película.

Además, visualmente la película es asombrosa, la calidad y nivel de detalle alcanzado en esta producción no se ha visto antes en otras realizaciones nacionales, al que hay que añadir el gran trabajo de los actores que dan su voz a los personajes, entre los que se destacan nombres como Damián Alcázar, Silverio Palacios, Julieta Egurrola, Regina Orozco o Marina de Tavira, que colaboran a dar forma a una película entrañable y conmovedora que es además inteligente y muy entretenida.

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Si empezamos por la parte técnica los dibujos son originales, la música excelente (*) apropiada en cada momento, los colores acompañan al fondo de la historia... No se me ocurre nada que estropee una excelente factura técnica.
Por lo demás encontramos una historia original -me temía la mezcla de otras conocidas- que recorre un terreno pantanoso y lo supera con un ritmo excelente que lleva a una historia redonda e inteligente.
No creo que caiga en ningún momento en la sensiblería y utiliza lo triste para reforzar lo esperanzador y crear emociones en su desarrollo, de manera creciente.

Nota: no sé si es una película para niñ@s; no desde luego sólo para niñ@s y, si acaso, para niñ@s a partir de cierta edad -todas las pequeñas de la sala se fueron al poco de empezar- y, como he leído, el tratamiento arriesgado piensa en niñ@s como deben ser los niñ@s y no maleados para la ocasión.

* Una autoprueba de que la música de una película me parece notable es que me percate de ella en la propia secuencia

Dos cortos de animación multipremiados, "El héroe" (1993) y "De raíz" (2004) ya prefiguraban el tono, generalmente sombrío, y la temática de este largo que pone a la animación de producción netamente mejicana en el mapa. "Ana y Bruno" obviamente no puede competir en el apartado técnico con cintas como la oscarizada "Coco" (2017) o "El libro de la vida" (2014), títulos USA o en coproducción con presupuestos a años luz de la cinta que nos ocupa, por mucho que haya sido la más cara de la historia de México.

Por contra Carrera arriesga con una trama al límite de la calificación como infantil, sobre la novela de "Ana" de Daniel Emil. La historia es hermosa y dura a la vez con algunos minutos de auténtico terror, que pueden espantar a los más pequeños. Tanto Carrera como Emil insisten en que no hay que subestimar a los niños y ofrecen una visión mucho más oscura y densa de la que nos tienen acostumbrados Pixar, Disney o Laika que quizá y a la postre entronque más con los cuentos clásicos antes de que papá Walt los domesticara. Hay que romper décadas de estereotipos en fondo y forma de animación hollywoodiense para dejarse llevar por estos alucinantes y alucinatorios personajes que acompañan a Ana (el personaje del niño ciego me evocaba al Buñuel de "Los olvidados") en una aventura de valor y superación, de aceptación y sobre todo de mucho amor. El drama, que lo es  y la comedia que lo va salpicando chocan una y otra vez con desigual fortuna sin que nunca dejemos de estar atrapados en una historia que rompe moldes y se salta las reglas. "Ana y Bruno" ha tenido reconocimiento, ha dejado una buena impresión y una huella que espero perdure abriendo nuevos y sorprendentes caminos en el tratamiento de la animación.

cineziete.wordpress.com

Consejo: entre menos sepan de la historia de esta película la van a disfrutar más, hay giros de trama todo el tiempo y cada uno mejor que el anterior.

Otro consejo: no juzguen un libro por su portada. El poster promocional no es el mejor del mundo y el título probablemente se oiga aburrido y simplón, pero es una verdadera joya la que se esconde en esta película, con una historia muy densa y muy profunda con varios niveles de lectura: uno más infantil lleno de escenas emocionantes, personajes divertidos, un elefante rosa y un dragón de fuego, y otro mucho más adulto donde retratan un problema real, serio y del que se tiene que hablar a niños, jóvenes y adultos.

Un último consejo: Si la ven con niños no dejen que se quedan con una historia de aventuras, es importante que hablemos de salud mental con ellos y esta película trata el tema muy bien, a veces puede llegar a ser muy dura, pero es un acierto que se hayan arriesgado a hablar del tema,

Finalmente, los personajes se van a quedar en su corazoncito, la banda sonora es super épica y la trama tiene un cierre perfecto, así que no la dejen pasar, van a estar muy satisfechos si le dan una oportunidad.

Va para ti, Mr Miller.
Empezaré diciendo que este es un proyecto animado (que por cierto, es 100% mexicano) que tardó siendo proyectado por 10 años, y eso que le dio un buen resultado por tratar un tema re fuerte para niños, y al final de cuenta lo logró, dejando en claro que pudo recapacitar para poderlo proyectarlo bien (No como ''Día de muertos", que ni le llega los talones a ''Coco") y también sea de las pocas películas mexicanas que pueden ir a verla, y buscar algo de calidad, como ejemplo: Ana y Bruno.