Haz click aquí para copiar la URL

El imperio de la luz

Drama. Romance Una historia de amor ambientada alrededor de un hermoso cine antiguo en la costa sur de Inglaterra, en la década de 1980. (FILMAFFINITY)
1 2 3 4 5 6 >>
Críticas 28
Críticas ordenadas por utilidad
20 de febrero de 2023
49 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es conocido que durante la pandemia el extraordinario SAM MENDES trabajó en una idea de crear un film que fuera un homenaje al cine, así nació EL IMPERIO DE LA LUZ.
Es innegable que estamos ante un director TOP que crea un complicado guion en el que queda patente su amor por el séptimo arte.

Para ello, recrea un cine de los años 80 como hilo conductor en el que se exponen las miserias de los protagonistas. Creo que su idea de ensalzar el cine queda patente pero la historia intenta englobar un abanico muy amplio de las vicisitudes de los protagonistas, mostrando un retrato de soledad en el que también se incluyen depresiones, enfermedades mentales, racismo, problemas en las relaciones de parejas de muy distinta edad, infidelidades y locura. Demasiado coctel de sentimientos que hace que en ocasiones la trama sea un batiburrillo. Pese a ello, MENDES vuela alto, la calidad es innegable y queda reflejado el mundo interior de los protagonistas, desnudándolos con sus diálogos y lo que visionamos.

La fotografía es exquisita, el tratamiento de la luz magistral y la banda sonora muy tierna y adecuada. Respecto al trabajo de los actores, solo se pueden indicar alabanzas, destacando al joven MICHEAL WARDA y a TOBY JONES como el proyectista que ama al cine sobre todas las cosas. Caso aparte es OLIVIA COLMAN, con un papel que parece creado a su imagen y con escenas con un cambio de registro que pone los pelos de punta.

Personalmente la trama, pese a la demasiada mezcla de sentimientos y situaciones antes mencionada, me parece muy interesante pero lo que realmente me llega al corazón es el amor por el cine de antes, al que se intenta engrandecer. Son muchos los detalles que nos llegan a través de aquellas antiguas salas, descrita con minuciosos detalles, como llegó su declive, como vivíamos el ir al cine y todo lo que se sentía en aquellos maravillosos años con lo que era una experiencia extraordinaria.
Me quedo con las secuencias en las que “visitamos” las salas de proyección, impregnadas de fotos y recortes de cine y desde donde el haz de luz que quedaba a nuestras espaldas, nacía para arrancar el espectáculo.
Varias son las películas inolvidables que MENDES nos recuerda, CARROS DE FUEGO, LOCOS DE REMATE, BIENVENIDO MR CHANCE….

Si bien estamos ante un bien tratado retrato de como escapar de la oscuridad, del mundo interior y los problemas personales, yo me quedo con todo lo relacionado con el CINE y las escenas que me han hecho sentir el fenómeno de la magdalena de PROUST. Gracias MENDES.
WATUSI
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de marzo de 2023
34 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Personajes al margen

El imperio de la luz es un drama sobre personajes habitualmente relegados a la indiferencia. Personajes para los que no suele haber protagonismo y que se tienen que conformar con tramas anecdóticas. Ese es el caso de Hilary (Olivia Colman), una mujer de mediana edad que trabaja desde hace un tiempo en un magestuoso cine. Poco sabemos de ella, más allá del trabajo que emplea y de su relación poco placentera con su jefe (Colin Firth). Aunque poco a poco iremos descubriendo que Hilary padece una enfermedad mental, a la par que la veremos dejar atrás ese estado de abatimiento que le provoca su tratamiento.

Un cambio importante que sucede en Hilary cuando llega un nuevo empleado al cine. Se trata de un joven negro llamado Stephen (Michael Ward), un chico encantador y muy educado que la cautivará irremediablemente. Al principio desde el descreimiento total por el abismo que les separa, hasta que ambos se hacen inseparables. Sin entender de razones o motivos. Sencillamente ambos se comprenden desde el sufrimiento de dos almas para las que no parece haber lugar en la convulsa Inglaterra de principios de los años 80. Él por ser negro, en un clima cada vez más contaminado, y ella por su enfermedad mental que muchos insisten en ver como un impedimento.

*La belleza que otros no pueden ver

Dos almas solitarias que en El imperio de la luz empiezan a brillar con fuerza gracias al soporte del otro. Es en compañía del otro, de la otra, cuando alguien herido empieza a volar. Como esa paloma que Hilary y Stephen encuentran herida y ambos cuidan hasta que puede retomar el vuelo. Tanto Hilary como Stephen se sirven de la presencia del otro para cerrar heridas y llenarse de la fuerza necesaria para continuar. Él para lograr sus sueños y poder estudiar algún día y ella para vivir con mayor calma. Consciente de sus limitaciones, pero sin dudar de sus múltiples habilidades.

En un ejemplo de relación amorosa absolutamente original, bella y conmovedora. Gracias, sin duda, a la maestría de Olivia Colman. Es una delicia verla, desde las primeras secuencias en las que se sabe como "anestesiada". Siempre lánguida y un tanto empequeñecida ante la juventud de sus compañeros de trabajo. Pasando por ese clic interno que parece desarrollar con la llegada de Stephen. Al que empieza a admirar de refilón, con anhelo pero incredulidad. Hasta que ambos se acercan irremediablemente, aflorando en ella un torrente inabarcable de emociones. Quizás demasiadas, pero tan placenteras que el espectador se satisface por verla a ella disfrutar. Hasta que la realidad rechina, sin remedio, y asistimos a ese doloroso descenso desde esa gozosa cumbre.

*El homenaje al cine queda para el final

A pesar de ello, es cierto que El imperio de la luz no es el homenaje al cine que podría parecer. De hecho, la visión del cine como un instrumento sanador que reconforta y acompaña queda para el final. Con el descubrimiento de las películas como arma infalible para anclarte a la vida. Para conectarte con el presente y desconectarte de una mente muchas veces repleta. Aunque esté casi por completo localizada en un imponente cine, el guion de Sam Mendes transita por otros muchos lugares hasta sublimar el amor por el séptimo arte.

No obstante, cuenta con un inicio precioso que sitúa el bello tono que tendrá toda la cinta. Se trata de la primera secuencia, en la que vemos a Hilary llegando al cine y preparándolo todo para recibir a sus clientes. Una especie de truco de magia que comienza con el encendido de luces, para después pasar por cada rincón de este espacio de regocijo cinéfilo. Porque todo en El imperio de la luz es sutil, delicado y emotivo. Gracias, sin duda, a la deslumbrante fotografía del doble ganador del Oscar Roger Deakins. Su trabajo consigue planos magníficos y momentos que palpitan por sí mismos.

*Conclusión

En resumen, El imperio de la luz es una película que se sale del descreimiento habitual que inunda muchas de las cintas que se están produciendo últimamente. Ya que la nueva película del gran realizador Sam Mendes es una aparentemente sencilla historia de amor localizada en un imponente cine. Un improbable y hermoso romance entre una mujer de mediana edad con una dolencia mental y un joven negro y entusiasta. Dos almas, acostumbradas a malvivir en los márgenes, que entenderán el cine en el que trabajan como refugio. En un momento histórico muy alterado, la Inglaterra de principios de los años 80.

Protagonizada con brillo por Olivia Colman, capaz de meterse de lleno en la piel de una mujer deslumbrantemente común. Una mujer en la que quizás nadie se fijaría por la calle, pero que acabará henchida de esperanza. Gracias al cine. A esa magia que nos hace volar con la imaginación, entre extraños. A oscuras y con admiración ante lo que contemplan nuestros ojos.

Escrito por Laura Tabuyo Acosta
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de febrero de 2023
27 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece que aunque la historia esté llena de buenas intenciones y momentos emotivos, nunca acaba de cuajar la autenticidad de alguna de las ideas que propone.

Sam Mendes, intenta salvar su propio guion mediante una dirección excelsa, con una secuencia de planos milimetrados y bellos, produciendo la impresión que no hay espacio para el relleno ni escaseces por cerrar a nivel dramático. Algo que no solo es muy meritorio, sino que además está al alcance de muy pocos directores.

Si a esto le acompañas un gran actuación -como ya nos tiene acostumbrados- de Olivia Colman, nos queda un retrato elegante a nivel estructural y con suficientes incentivos como para no caer en las pesadeces de un melodrama ñoñoso. Otorgando, además, alicientes emotivos y reivindicativos interesantes que nos permiten permanecer enganchados a la historia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Frank Booth
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de febrero de 2023
33 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sigue la tónica general actual de utilizar dos horas para contar algo que pudiera haberse contado en los ya olvidados y tradicionales noventa minutos. Las escenas se suceden con una eterna lentitud y si algo nos libra de caer en el aburrimiento es disfrutar de la espléndida interpretación a la que nos tiene habituados Olivia Colmann. Pretende ser una oda al cine, a las salas antiguas, a la gran pantalla, al glamour y a los sueños que el cine produce. Todo ello se mezcla con temas más candentes y actuales como los problemas de salud mental, el racismo y el feminismo, añadiendo además las relaciones interraciales e intergeneracionales. Quizá demasiadas cosas. Nos quedamos con Cinema Paradiso.
Pearl
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de febrero de 2023
26 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película escrita y dirigida por Sam Mendes, editada por Lee Smith, siendo el director de fotografía el gran Roger Deakins, música compuesta por el dúo magistral Reznor y Ross y un elenco encabezado por la siempre increíble Olivia Colman. Con tanto talento reunido en un equipo el resultado no podía ser otra cosa que un grandísimo trabajo y eso es exactamente lo que tenemos aquí.
Una brillante doble historia de amor. Amor por nuestros compañeros de vida, amor por el cine.
Pero es eso y mucho más. Es la dura búsqueda de nuestros sueños, los defectos de nuestra sociedad, la relación con nuestros padres. Todo eso es lo que deja una marca permanente en nosotros, lo que nos hace quiénes somos.
Pero al final no somos más que nuestras acciones, y ahí tenemos un abanico amplísimo de posibilidades, tenemos que hacer que cada una de ellas cuente.
La película es una delicia visual de principio a fin. Cada plano está magistralmente diseñado por Mendes y Deakins los convierte directamente en arte. Evidentemente no es una producción ni una historia que visualmente puedan impactar tanto como las tremendas cotas que ambos alcanzaron en '1917' pero aun así es tremendamente disfrutable.
Todos los actores están genial, nos encontramos a ya míticos actores británicos como Colín Firth y Toby Jones y a un gran Michael Ward. Olivia Colman está a un nivel sobresaliente, igual que en todos sus últimos trabajos.
Una pena que haya pasado tan desapercibida. Cierto es que el nivel que hemos tenido en 2022 ha sido tremendo, así que no lo tenía fácil.
pablocuencas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 6 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow