30 minutos o menos

Fatal. Ruben Fleischer se puso en el mapa con la fresca "Zombieland" y se convirtió en un realizador a seguir, no tanto por su dominio de la técnica como por su capacidad para divertir y saber hacer una relectura de los códigos de un subgénero tan manido como el de la ficción con zombis. "30 Minutes or Less" intenta algo parecido al fusionar la comedia post-Apatow con las películas de atracos. El resultado es una mezcolanza que no sólo no funciona... sino que además se permite el lujo de aburrir al espectador. Kirk Honeycutt la resume en una sola línea de la mejor forma posible: "incluso si hubiera durado 30 minutos o menos, esta comedia aún sería demasiado larga"

El problema de "30 Minutes or Less" (me sorprende que no la hayan traducido como "Frikis atracan un banco, por pelotas"... aunque aún quedan cuatro días para que se estrene, ya veremos) es que después de ocho minutos, ya no hay interés. El único diálogo divertido de toda la película se da en una situación en la que el protagonista (Eisenberg) conversa con una chica. Ella le pregunta si ha visto la última actualización de Facebook que un conocido común. Él le espeta que "No miro esa mierda. Estoy fuera de la red".; la película apela así a referencias, esta bastante obvia ("The Social Network", que el propio Eisenberg protagonizaba) y no para. Su guión "postmoderno" cargado de gags basados en material ajeno es poco eficaz y entierra todo lo que podía haberla hecho distintiva. "Zombieland" esquivaba todo eso a pesar del momento fanservice de Bill Murray, que por cierto era brillante.

Con "Zombieland 2" en el limbo y una serie basada en la película en desarrollo, el futuro de Fleisher pasa por la filmación de "Gangster Squad", un thriller aparentemente sobrio con un reparto alucinante encabezado por Ryan Gosling, antaño chico-carpeta de las fans de "El diario de Noa" y ahora tipo duro tras "Drive". La cosa pinta mejor y seguramente no resulte tan forzada como "30 Minutes or Less", una película a la que le pesan en exceso sus escasos 78 minutos. Prescindible.

Siendo sinceros, la película, si algo ha destacado ha sido el equipo de marketing, que ha sabido aprovechar lo poco que tenía para vender una insulsa comedia, porque por lo demás simplemente un bodrio, no digo malo, pero si muy monótono y sin nada de gracia.

El marketing es un factor muy importante en toda película de hoy en día, y aquí con lo poco que había, unas 4 secuencias y un par de caretas de simios, supieron crear un trailer atractivo para el público, o por lo menos llamativo, que no encaja nada con la película.

La trama, aburrida, y con un sinfín de chistes a cual más malo, y con situaciones tan inverosímiles, que aburren tanto o más que una conferencia de Einstein sobe la relatividad, y es que aunque se esconda bajo el género de la comedia fácil, no tiene perdón el hecho de pagar 7 euros por paridas como esta.

Actuaciones, pues a excepción de Eisenberg que obtiene una nota de salvado raspado, y es que con esa cara y esos movimientos, lo siento, pero no es un buen comediante, igual si lo rodeas de otros, se salve, pero es un actor para drama y en el pasado ya lo ha demostrado y el futuro lo demostrará, pero en esta película no está a la altura de las exigencias.

Mi recomendación es que no vayáis a verla, no aporta nada al cine y el simple hecho de no verla, igual os ahorra un descosido en el bolsillo.

Tras la excelente Zombieland, el director Ruben Fleischer y el actor Jesse Eisenberg se vuelven a reunir en esta comedia macarra, que no tiene las agallas de la de los zombies, pero te hace pasar menos de hora y media la mar de entretenida. Un repartidor de pizzas y un profesor de primaria inmersos en los planes de dos atontados que quieren dinero para abrir un salón de bronceado/prostíbulo. El primero le meten una bomba en el pecho y le obligan a robar un banco. Parece algo sencillo, pero las cosas se complican, como es habitual en estos casos. Explosiones y disparos que no falten. Hay guiño a la famosa y brillante cinta sobre Facebook, que, casualidades de la vida, también participó Jesse Eisenberg como Mark Zuckerberg. El actor estaba mucho mejor en Zombieland, pero en 30 Minutos o Menos también se sabe defender gracias a los delirantes diálogos junto a su colega interpretado por Aziz Ansari. Los dos causantes de todo, dos palurdos que solo quieren llamar la atención, con las caras de Danny McBride (en la televisión le va muy bien, pero su carrera en el cine va de mal en peor, y creia que chafaria este film, por suerte no ha sido así) y Nick Swardson (amiguito de Adam Sandler). No pasará a los anales de la historia del cine, pero parar olvidarse de todo durante los casi ochenta minutos que dura va perfecto.
Tras los créditos finales, hay una secuencia más. Supongo que a muchos les importará bien poco, pero lo menciono, por si alguien se queda durante los créditos.

He leído críticas y opiniones bastantes duras hacia este film, en lo personal me pareció muy divertido, entretenido y fluido.
Si bien tiene algunos tópicos que pudieron ser evitados, pero en realidad se puede apreciar muy fácil, entiendo que muchos esperaban ver algo más, ya que el trabajo de este director con los zombis fue ejemplar, afortunadamente no leo críticas antes de ver una película y por supuesto nunca me hago prejuicios de las películas que voy a ver, tal vez por eso aprecie esta película y me divirtió mucho.
Yo la recomiendo sin ningún problema para disfrutar un tiempo, es un humor americano muy accesible y diría que contagiado por el humor inglés .

Hace un par de años, el director de esta (Ruben Fleischer) nos dejó una película bastante divertida como fue Zombieland, un soplo de aire fresco y algo distinto (aunque no diría que único u original) para el trillado género de los zombies.

Para esta repite protagonista, Jesse Eisenberg, que hace de un chaval que reparte pizzas en un servicio de que si tarda más de 30 minutos no las cobra (de ahí el título). La verdad es que no profundizan en los personajes pero tampoco hace mucha falta. A parte de saber su trabajo también tenemos a su mejor amigo (Aziz Ansari) con el que mantiene una relación de amor/odio porque a lo largo de los años de su relación se han fastidiado bastante el uno al otro.

Ambos por mera casualidad se ven inmersos en los planes de Danny McBride y Nick Swardson. El primero hace el papel que hace casi siempre con los diálogos típicos de fumado y de índole sexual la mayoría del tiempo, el segundo hace del típico amigo que va a todos lados con él y hace lo que el otro le dice. La verdad es que se complementan muy bien en pantalla y ofrecen los mejores momentos de la película.

El plan a priori de los delincuentes es matar al padre del primero, que es rico y así quedarse con su herencia. Partiendo de la base que la idea se la da una prostituta y que con la intención de no mancharse las manos en el asesinato y que no lo culpen tienen la brillante idea de cometer secuestro, fabricar una bomba y obligar al atraco de un banco entre otras cosas, desde el primer momento sabemos que estamos ante una comedia disparatada sin grandes reflexiones.

Sus poco más de 80 minutos no dan tregua. Quizá este factor le reste que la cinta llegue a calar de verdad o que lo hagan sus personajes (típicos perdedores que en el caso del protagonista se crecen como héroes en el momento justo) , pero va directa al grano a lo que nos quiere contar, sin desvíos innecesarios. Una comedia que no resulta hilarante ni desata la carcajada pero si es muy entretenida y de ligero visionado.

@er_calderilla
http://www.elperiodic.com/noticias/145610_critica-minutos-menos-minutes-less-2011.html