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El bello Antonio

Drama Después de pasar varios años en Roma, Antonio (Marcello Mastroianni) regresa a Catania (Sicilia), su ciudad natal. Tiene un gran éxito con las mujeres porque es muy atractivo y de muy buena presencia. Sus padres han pensado que Bárbara (Claudia Cardinale) es la mujer ideal para él, y Antonio decide casarse con ella. (FILMAFFINITY)
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
7 de diciembre de 2011
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de un guapo joven, auténtico don Juan para las mujeres, que sin embargo resulta ser un impotente con lo que todo ello conlleva. Una magnífica película de Bolognini en la que están notablemente plasmadas las intenciones de la película: ¿Qué es más inválido: el bello e incapaz Antonio o el entorno social que lo envuelve, envidioso, despreocupado y cruel?. Con un muy buen guión de Pasolini y el propio Bolognini, es un perspicaz estudio psicológico del personaje de Antonio (Mastroianni): su impotencia le viene por un amor frustrado que le provoca una paradójica sensación de que le gustan todas las mujeres sin ser capaz de consumar su deseo. Cuando se enamora una vez más de verdad de Claudia Cardinale, la cosa empeora en la misma medida en que ese amor es más auténtico, creándole una sensación obsesiva y depresiva. Nadie, sin embargo, busca el porqué le ocurre tal problema al bello Antonio, lo dejan solo en su drama, que es resuelto tan materialistamente, tan falsamente, como la sociedad en la que vive.
Con momentos de gran altura interpretativa, es un film espléndidamente realizado, un clásico del cine italiano, muy exitoso en su tiempo, sólido y diáfano.
kafka
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8 de enero de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antonio es hermoso pero él de ello no tiene ninguna culpa; tampoco la tiene del estrago emocional que provoca y de la desazón que siente su corazón por no poder amar como se debe a quien de verdad ama. Ni siquiera es culpable de vivir en una densa atmósfera opresiva de deseo y de machismo, de fingimiento y de apariencias, de calor y de fuegos internos... Antonio sólo quiere amar y la belleza, la suya y la ajena, es su peor enemigo. Genial Mastroianni pero geniales también los secundarios que llenan de fuerza y raza una película del sur.
angel
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24 de agosto de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Il Bell’Antonio” (1960) de Mauro Bolognini con Marcello Mastroianni, Claudia Cardinale, Pierre Brasseur, Rina Morelli, Tomas Milian, entre otros. Drama italiano basado en la novela homónima de Vitaliano Brancati, con un guión de Pier Paolo Pasolini y Gino Visentini, en su 3ª y última colaboración con el director; y es la historia de un desafío matrimonial: Un apuesto hombre de fama de “Donjuán”, envidiado y deseado, tras casare con la hija de un rico, comienza a circular por la ciudad el rumor de que es impotente, algo infamante para la mentalidad siciliana de los años 30. El filme está lleno de interés por su temática alrededor del tema de la impotencia sexual masculina en un país tan machista como Italia, con atractivos personajes, magníficos diálogos, y un guión lleno de posibilidades y simbolismos; en plena pugna con la represión que exteriorizaba una sociedad italiana decrépita y dominada por miserias y atavismos de un pasado que casi se puede palpar en las calles, las casas, y los moradores de una Italia que se debatía entonces entre una ascendencia rural. Ese atavismo represivo, religioso y social, y el recelo de la llegada de un progreso que, pese a todo, tampoco contribuyó a disipar dichas rémoras sociales y culturales; tiene presencia soterrada en un fino humor que en no pocos de sus momentos ayuda a digerir las costuras de un relato revestido de una gran fuerza dramática; en metáforas variadas proyectadas en sendos espejos, como la falsedad del exterior; sin omitir detalles en torno a la corrupta política italiana. Todo ello como fondo de un relato en apariencia grotesco, pero en el fondo demoledor, de cara a exteriorizar el mundo opresivo, casi primitivo y existente en una sociedad cerrada en sí misma, en la que casi se puede percibir la ausencia de aire para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad. Y básicamente toma gran parte de las razones para impulsar la imagen pública de una familia de tradición conservadora, con poder para continuar con la viril obra iniciada por el patriarca; así se intuye que el clímax dramático va a ser la ruinosa caída de la gloria experimentada por el hijo, quien aparentemente lleva el peso de todas las expectativas de Sicilia en sus hombros. Sin duda, “Il Bell'Antonio” en su momento resultó una película audaz por el tema que trata, y pudo caer en la comedia, ridiculizando el conservadurismo y el machismo de la sociedad siciliana, pero aquí se lo toma con un tratamiento trágico, destacando sobre todo la soledad y el aislamiento del protagonista, que pone de relieve la hipocresía de todas las instancias sociales, desde la familia hasta la Iglesia. Del reparto, encabezado por 2 grandes estrellas del cine italiano: Mastroianni y Cardinale, que se encontraba todavía en los inicios de su carrera; según cuenta ella, él la enamoró durante el rodaje, pero fue rechazado porque ella no creyó que sus sentimientos fueran auténticos. También es digno de mención el hermoso y talentoso actor cubano, Tomas Milian, interpretando a Edoardo, el primo de Antonio, la única voz sensata, racional y distante entre un coro de chillones escándalos e hipócritas personas. Es gracias a él que podemos escuchar a Antonio finalmente hablar sobre su experiencia, como siciliano impotente catastróficamente caído. Vale reflexionar si antes o después de esta película, se había filmado un estudio psicológico tan honesto, sensible y creíble sobre los problemas sexuales masculinos… sin embargo, naturalmente por la época de la producción, hizo falta un toque de explicites al describir el contexto político, social y religioso, así como en los asuntos sexuales; además, el problema de impotencia sexual no termina de esclarecerse, sin más datos ni información. Pero destaca su increíble fotografía y el gran quehacer de los actores; al tiempo que retrata muy bien la época con honestidad inquebrantable, recordar que es 1960; y aquí todo se muestra sin eufemismos, sin sensacionalismo, sin codazos maliciosos, ni melodrama sentimental, sino “a corazón abierto” se expone el esfuerzo del sufrido héroe por mantener su dignidad a través de un retrato feroz de una sociedad despiadadamente paternalista; y todo esto se hace sin la ayuda de una sola escena sexual. Es increíble lo poco que hemos avanzado en temas sexuales en el cine sin ser soeces, pues milenios de civilización han sido bastante inútiles si el funcionamiento de toda una comunidad depende en última instancia de si un hombre puede tener una erección o no. Nos queda la realidad: “Un amor desgarrado por la desesperación y el deseo insatisfecho”
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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23 de febrero de 2011
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director italiano Mauro Bolognini (1922-2002) recurrió a menudo para sus películas a la adaptación de obras literarias, de autores como Alberto Moravia, Italo Svevo y Vitaliano Brancati, entre otros. De este último autor, siciliano, es la novela "El bello Antonio", publicada en 1949, cuyo tema es la relación entre el prestigio social y la sexualidad en una sociedad machista como la de Sicilia durante el fascismo.

La película fue la tercera y última colaboración - tras "Giovani mariti" y "La noche brava"- entre Bolognini y Pier Paolo Pasolini, que todavía no había dado el salto a la dirección cinematográfica y era más conocido como novelista. El reparto está encabezado por dos grandes estrellas del cine italiano: Marcello Mastroianni y Claudia Cardinale, que se encontraba todavía en los inicios de su carrera. Según cuenta la actriz en su autobiografía, Mastroianni se enamoró de ella durante el rodaje, pero fue rechazado porque la actriz no creyó que sus sentimientos fueran auténticos.

La película, como la novela, sitúa la acción en la ciudad siciliana de Catania. En el cine italiano de la época es frecuente referirse al atraso económico, social y cultural de la isla, así como a la pervivencia de anticuados conceptos del honor y la hombría que resultan ajenos al italiano del Norte. En esta película se relata la historia de Antonio Magnano (Marcello Mastroianni), notable por su apostura física y con una envidiada reputación de donjuán. Su familia concierta su boda con una rica heredera, Barbara Puglisi (Claudia Cardinale). Con el paso del tiempo, se descubre la impotencia de Magnano, lo que supone para él, y para su familia, un descenso a los infiernos del descrédito social. De este argumento, que podría haber dado para una comedia al estilo de las de Germi, ridiculizando el conservadurismo y el machismo de la sociedad siciliana, se hace sin embargo un tratamiento trágico, destacando sobre todo la soledad y el aislamiento del protagonista. Se pone de relieve la hipocresía de todas las instancias sociales, desde la familia hasta la Iglesia.

El papel de Mastroianni es bastante ingrato, dada la pasividad de su personaje. Tampoco Claudia Cardinale tiene ocasión de brillar demasiado, por las características de su papel. Más relieve tienen las interpretaciones de algunos secundarios, especialmente Pierre Brasseur, que hace de padre del protagonista. Notable la fotografía, en blanco y negro, un poco oscura, de Armando Nannuzzi.

Sin duda en su momento resultó una película audaz por el tema que trata. Sin embargo, el director plantea el tema con tantos circunloquios que se resiente la fuerza dramática del filme. En mi opinión, una película discreta, sin excesivo interés, a pesar de su gran reparto y de su excelente fotografía.
Samizdat
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16 de mayo de 2018
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque Bolognini no está entre los Grandes del cine italiano de su época, no es uno del montón, tiene buenas películas y en ésta, demuestra que sabe hacer cine.

Es unos 15 años mas joven que los maestros indiscutibles (Rossellini, Visconti, De Sica) y coetáneo de Fellini y Passolini. De hecho, a lo largo de sus 44 obras, no tiene altibajos, no falla, pero nunca filmó un par de obras redondas, tal como ocurre con directores menos elogiados, del estilo de Luigi Zampa con “Años difíciles” o Giuseppe de Santis con “Arroz amargo”
Quizas podría haberlo logrado con esta obra, pero no tiene grandeza, y yo cuando la veía pensaba: ¡Pero que es esto! ¿es un venganza contra la ciudad siciliana de Catania por parte de alguno de los guionistas?
La clase acomodada de Catania sale a la altura del barro, en prácticamente todos los aspectos: garrulería, machismo, hipocresía, chismorreo, histeria femenina... algunos personajes son el colmo de la fantasmonada. Se hecha en falta la ironía elegante, la sátira tipo Buñuel, que con una pequeña exageración, ridiculiza lo que pretende.
“Manca finezza” que con tantísima razón usan los italianos al referirse a los españoles. También en esta película.

El asunto es interesante, y a favor cuenta con buenos escenarios, reconocidos actores, amor por el arte y la belleza (una breve poesía declamada magníficamente por Mastroiani, o el coro de “La traviatta”). Pero se le fue de la mano, lo que podía haber sido un peliculón, no gana altura, porque tampoco se moja mucho en la situación ¿enfermiza? ¿trágica? ¿conflictiva? de Antonio.
Sal Paradise
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