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Patria (Miniserie de TV)

Serie de TV. Drama Miniserie de TV (2019). 8 episodios. Basada en la novela de Fernando Aramburu, que abarca 30 años del conflicto vasco y estudia el impacto del mismo sobre la gente común, como la viuda de un hombre asesinado a tiros por la banda terrorista ETA, que vuelve a su pueblo natal tras el alto el fuego de 2011, o la madre de un etarra encarcelado.
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Críticas 93
Críticas ordenadas por utilidad
27 de septiembre de 2020
200 de 260 usuarios han encontrado esta crítica útil
He leído el libro tres veces, he leído la novela gráfica basada en el mismo y en general es un tema que me ha interesado mucho desde siempre a nivel histórico (y no tan histórico porque por desgracia lo hemos vivido hasta hace cuatro días), y esperaba esta serie como agua de mayo.

Por mi trabajo, he tenido el privilegio de compartir tiempo con compañeros veteranos que vivieron los años duros, los años de plomo, que te cuentan cómo era aquella época, cómo perdían compañeros y amigos, y fue alguno de esos compañeros el que me recomendó encarecidamente leer PATRIA. Todos coinciden en lo mismo, refleja muy bien el ambiente que había en aquella época.

Vistos los dos primeros episodios puedo decir que me parece una adaptación SUBLIME, en varias escenas mi pareja y yo hemos anticipado la frase del personaje de manera textual. No digo que la literalidad sea sinónimo de buena adaptación, pero en este caso lo es.

No le pongo un 10 porque solo he visto dos capítulos y dejo ese puntito a la prudencia, pero la pinta es buena, muy buena.

Y por favor, a todo el que piense que se trata de una obra que blanquea el terrorismo, o que pone a la misma altura a víctimas y verdugos, por favor, no os ofusquéis con prejuicios porque esta historia no trata de eso y si alguien os lo afirma es que no se la ha leído o lo que es peor, no ha entendido nada. Si lo dejáis pasar os estaréis perdiendo algo que merece mucho la pena ser visto.
marioelamo
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21 de septiembre de 2020
162 de 229 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Las dos caras de la moneda

Patria comienza con la noticia del alto al fuego de ETA en 2011. Es entonces cuando Bittori (Elena Irureta) visita la tumba de su marido, Txato (José Ramón Soroiz), asesinado por la banda terrorista. La viuda promete a su difunto esposo volver a su pueblo para buscar respuestas sobre su muerte. Años antes, Bittori había abandonado la población rural para alejarse de la influencia abertzale que imperaba en la zona.

Cuando Bittori vuelve al pueblo, todos los vecinos se alteran con su presencia. La familia de Miren (Ane Gabarain) y Joxian (Mikel Laskurain), antiguos amigos de la familia, serán los que intenten evitar a la viuda a toda costa. La razón es sencilla, su hijo Joxe Mari (Jon Olivares) fue un participante de la banda terrorista.

Patria aborda las dos caras de la lucha etarra: el de los verdugos y el de las víctimas. Contar las diferentes perspectivas de un hecho histórico hace más real el relato. Por eso, Patria es una serie tan enriquecedora para la sociedad española actual. Sin duda, Aitor Gabilondo ha bordado la adaptación de la novela en la pequeña pantalla.

*Un puñado de emociones

Desde el primer minuto de serie, Patria se encarga de emocionar al espectador. El espectador debe estar dispuesto a convivir con diferentes y variados sentimientos durante los ocho capítulos. Tristeza, rabia, impotencia, compasión, felicidad, miedo, soledad… son algunas de las emociones que se agarran al pecho a medida que las escenas pasan.

Sin duda, lo que queda es la empatía. Tanto Aramburu como Gabilondo consiguen que el lector y el espectador se pongan en la piel de Bittori y, a la vez, de Miren. Dos mujeres que viven la existencia de ETA desde un lado y desde otro. Sentirse como lo hace una víctima y, a la vez, como un familiar de un verdugo es una tarea muy complicada, pero lograda con matrícula de honor. Eso es lo que hace tan especial a Patria.

*Técnicamente excelsa

El sobresaliente no es solo para la narración. El casting es inmejorable: Elena Irureta y Ane Gabarain sobresalen especialmente, pero el resto del reparto no se queda atrás. Además, puede parecer una tontería, pero que el elenco sea vasco y suelten ciertas muletillas y expresiones hace más verídico el contexto.

El juego con los planos es maravilloso: desde los generales a los detalles que enmarcan perfectamente el contexto. Técnicamente, Patria es una maravilla audiovisual. Junto a la luz y los colores, la ejecución de cada escena es majestuosa. Por no mencionar el maquillaje y el vestuario, que hacen que viajar en el tiempo no sea una utopía y el espectador siga los flashbacks con toda atención.

Conclusiones

Patria es una lección de historia, ética, filosofía y comunicación audiovisual sobresaliente. No sería arriesgado ni atrevido decir que es la serie española del año, porque con certeza ha superado todas las expectativas desde su estreno en el Festival de San Sebastián. Majestuosa de principio a fin, sorprendente en cada plano y en cada frase del guion, Patria es, sin duda, una maravilla audiovisual.

Lucia Blazquez
Cinemagavia
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21 de octubre de 2020
91 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué necesaria es Patria. Qué impactante. Qué sobrecogedora. Qué dura. Y qué magistral ejercicio de televisión.
En los últimos tiempos, la televisión, o mejor dicho, las series de las plataformas de streaming, están siendo el refugio donde muchos directores de cine encuentran la oportunidad de seguir trabajando. Ha ocurrido con Rodrigo Sorogoyen en Antidisturbios, Leticia Dolera en Vida perfecta, Koldo Serra y Miguel Ángel Vivas en La casa de papel, o Javier Calvo y Javier Ambrossi en Veneno (aunque la dupla de "los Javis" tenían mucha menos experiencia en lo audiovisual), entre otros. En Patria, es Félix Viscarret quien ha tomado las riendas de la producción, y no sólo es el mejor trabajo del realizador de Bajo las estrellas, sino que es el trabajo de una vida entera, y la confirmación definitiva de que nos encontramos ante un momento absolutamente dorado de las series españolas.
Patria es un regalo. Una lección de vida. Un canto a la reconciliación. Una historia contada desde el punto de vista de dos bandos, que no juzga y que presenta en igualdad de condiciones narrativas, pero que jamás olvida a quiénes son las auténticas víctimas ni matiza o endulza en discurso abertzale y de los asesinos. Y sobre todo, un recordatorio de lo poco o nada que sabemos en general de ETA. Viendo Patria, no cabe sino reconocer que, los que no hemos vivido en el País Vasco, no sabemos nada sobre cómo se vivía en esos pueblos, sobre cómo se sentían personas como Bittori o Txato, sobre la extorsión, las amenazas y las continuas muestras de odio, en las propias calles del pueblo, en los comercios en los que se ha comprado toda la vida, y en las caras de los vecinos de siempre. Son tantas las escenas que ponen los pelos de punta, tantos los momentos de rabia e impotencia que experimenta el espectador, tan grande el nudo en la garganta con que se visiona la serie en muchos ratos que es, sin duda, una serie muy difícil de ver. Durísima. Sin concesiones. De esas producciones que, todavía días después, dejan al espectador pensando y, por qué no, sufriendo por lo visto y vivido en sus episodios.
Todo esto podría quedar en nada si la serie no fuera buena, pero es que además es excelente, absolutamente magistral en todos los departamentos técnicos y artísticos. Viscarret filma con un aplomo, una elegancia y una pericia espectacular (ver el plano en que los dos etarras se acercan al Txato bajo la lluvia, o cuando Bittori sale a la calle tras escuchar el disparo), y la serie cuenta con una fotografía, un montaje o un maquillaje absolutamente espectaculares, que demuestran los profesionales excepcionales que trabajan en el medio audiovisual en España.
Y sin duda, la joya de la corona son los actores. Muchos de ellos, desconocidos para el gran público (lo que demuestra la absoluta injusticia que se ha vivido y se vive, en un mundo cinematográfico como el español, donde cuatro se reparten buena parte del pastel). Todos ellos, maravillosos. Lo de Elena Irureta y Ane Gabaraín es pura antología. Si se llamaran Glenn Close y Meryl Streep se llevarían todos los premios del mundo y se estudiaría su trabajo en todas las escuelas de interpretación. Es alucinante cómo se han mimetizado con Bittori y Miren, respectivamente, cómo Irureta plasma ese dolor callado de Bittori, pero también su valentía y determinación, mientras Gabaraín defiende lo indefendible del personaje de Miren también con enorme dignidad, sin juzgar y, sí, siendo la única que muchas veces rompe los silencios. Patria es una historia de silencios. Del de todos nosotros, como sociedad y como país.
Pero sería sumamente injusto olvidar el esfuerzo titánico de una monumental Loreto Mauleon, cuya Arantxa es el alma de la serie (ver cada enfrentamiento con su madre, o cuando habla con Bittori en la calle), o de Jon Olivares como Joxe Mari, o un soberbio Mikel Laskurain como Joxian, personaje que representa a los que se vieron arrastrados a la tragedia sin saberlo, encontrándose de pronto en un bando al que realmente no querían pertenecer, atenazados por el miedo y la culpa (o la cobardía, como le dice Txato, un excelente José Ramón Soroiz).
La mejor serie española no ya del año (y la competencia de Antidisturbios es muy dura), sino seguramente de toda la historia de la televisión de nuestro país. Imprescindible y magistral.

Lo mejor: Todo, y muy especialmente su auténtica emoción y angustia y las interpretaciones de todo su reparto (especialmente Irureta, Gabaraín y Mauleon).
Lo peor: Nada
Sibila de Delfos
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5 de octubre de 2020
62 de 86 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por razones de trabajo, he pasado temporadas en el País Vasco, desarrollando mi actividad profesional en un pueblo de Vizcaya. Nunca me han tratado mal, ni los compañeros, ni la gente del pueblo. Antes bien, todo lo contrario: Con su estilo propio, en lenguaje escueto, a lo Gracián, con educación, cordialidad y formalidad, pero...

...había algo en el ambiente, algo que nadie nombraba, un clima de calma inquietante...

...Y, después, las pintadas, los pasquines, en euskera, a veces en castellano que nadie miraba, bien porque ya los conocían o por que no se atrevían a hacerlo...

Nada más llegar, todo el mundo se me quedaba mirando, cosa que comenté a los compañeros de trabajo. Ellos me dijeron que era porque no me conocían: <<..No saben quién eres. No saben si eres un policía, un funcionario de correos, un maestro o qué...>>

Con el tiempo, supieron quién era, a qué había venido y ya me saludaban por la calle. Pero aparte esto, el aire seguía siendo tan irrespirable como siempre.

He vuelto a revivir esas sensaciones, después de leer la novela y haber visto los tres primeros capítulos de la serie. Serie que veo bien estructurada y engranada. Con una línea descriptiva clara, concisa y directa, cargada de flashbacks y potente en lo que se refiere al desarrollo del argumento.

El espectador asiste a un relato desolador: Personajes desdichados, atormentados y desvalidos, todos ellos, incluso los que parecen fuertes. Viven en medio de esa atmósfera opresiva, irrespirable, que sólo percibe el recién llegado pero que deja de notar (tal vez por haberse acostumbrado) el que vive habitualmente en ese entorno angosto y cerrado de los pueblos pequeños. Sus habitantes...

...No merecen lo que han sufrido. Es un hermoso país, poblado de gente trabajadora y honrada, formal y decente. El tiempo lo borra todo. Tal vez, dentro de unos años, cerradas las heridas, puedan gozar de la felicidad a la que, sin duda tienen derecho.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Carnforth Greville
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30 de septiembre de 2020
47 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que tener mucho valor para arriesgarse a llevar a la pantalla una historia real y cercana en tiempo y lugar. Una creación literaria clara, concisa y apasionada solo con la verdad que desenmascara unos hechos que muchos conocían, otros ocultaban y la mayoría sufrían en silencio. HBO compró los derechos de la extraordinaria PATRIA de Fernando Aramburu que había convertido esas vivencias de terror en un best seller con cifras de ventas importantes y unas críticas literarias muy positivas...un tema duro que está arraigado dolorosamente en todo un país. Enfrentar una temática de estas características no era fácil pero encargárselo a uno de los grandes de éste país, Aitor Gabilondo, fue un acierto como la elección del reparto, la ambientación y un presupuesto holgado que permite cumplir con las expectativas.
La historia no es equidistante por no posicionarse...es mentira esa acusación. Aramburu y Gabilondo se posicionan con la verdad y la verdad duele, precisamente, porqué no se posiciona. No existen matices con la verdad, no hay distintas verdades pero si que hay maneras de ver esa verdad. Los creadores de la novela y de la serie ponen encima de la mesa todos los hechos con el riesgo de no contentar a nadie...por fortuna, a mi parecer, han conseguido una obra maestra de las series mundiales en la que todos nos sentiremos cercanos y podremos juzgarlo todo sin condenar a nadie. Respetar a todas las victimas es respetar a la historia y a los espectadores a los que no se intenta adoctrinar.
Excelente en lo artístico y en lo técnico, PATRIA, es más que una serie...es un evento audiovisual único que debería ser de obligada visión en centros docentes y en la Carrera de San Geronimo.
Enhorabuena a todos los implicados en esta producción porque habéis logrado hacer historia con la historia.
LuisOrtiz
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