Ghost in the Shell 2.0

Hablar de Ghost in the Shell es mencionar la que probablemente sea la película de animación japonesa más influyente de los 90, sucesora directa de Akira de Ôtomo y uno de los films de ciencia-ficción más profundos que se han realizado. Mamoru Oshii, adaptando la historia de Masamune Shirow, consiguió construir en 1995 una de las cumbres del género que, aún hoy en día, mantiene toda su frescura sin haber perdido actualidad.

Digo todo esto evocando al pasado por que "Ghost in the Shell 2.0." viene a ser básicamente una revisitación del clásico de 1995, cambiando elementos concretos para darle un nuevo look que, la verdad, tampoco es que mejore demasiado lo presente. Básicamente estamos ante la misma película de antaño, añadiendo escenas 3D en determinados momentos (toda la introducción, por ejemplo, hasta que la Teniente se despierta) y puliendo todo lo referente a la animación manual, ahora mucho más nítido que en la original. La música es otro elemento remozado, si bien seguimos contando con las melodías de Kenji Kawai (su mejor trabajo, sin duda) y un doblaje ajustado a los tiempos modernos, reemplazando términos algo obsoletos dentro del vocabulario informático por otro más actual.

Más allá de esto, "Ghost in the Shell 2.0." es la misma película que hace 17 años. Es decir, que seguimos ante una maravillosa muestra de talento, que aúna profundidad con buen hacer, presentando personajes bien desarrollados, una planificación de escenas asombrosas y algunos de los mejores momentos que ha dado el anime en toda su historia. ¿A destacar? Cualquier escena de la ciudad de Hong Kong, perfectamente recreada y llena de detalle. Una obra clave de la ciencia-ficción y el cyberpunk que, como ya digo, tampoco aporta demasiado con respecto a la original. Pero bueno, a alguien le gustará más ver determinadas cosas en 3D.

Los demás seguro que son mucho más eruditos que yo en la crítica. Yo me limitaré a decir que esta edición, con cuatro escenas cu3D, no merece la pena. Tomen la original que esa si es una película de 10.
Esta versión no añade nada en absoluto.

Interesantísimo mezcla de remake - remasterización del clásico e imprescindible Ghost in the Shell original. El trabajo de remasterización es impecable tanto por el apartado grafico como por el de sonido. Aparte de un lavado de imagen, también es un acierto modificar algunos términos para adaptarlos al actual lenguaje informático más amateur que profesional, aunque hay que esperar al doblaje oficial español.

Ahora bien, el único punto negativo es la inserción de las secuencias en 3D, que por cierto la primera escena de la cinta original, ha sido recreada al milímetro en 3D, pelo a pelo. No llegan a cuadrar con las magistrales secuencias en 2D de 1995, cosa que se consigue genialmente en Ghost in the Shell 2, Innocence.

En resumen, un magnifico remake, aunque la cinta de 1995 sigue siendo una mejor opción.

En 1995 Ghost in the Shell (El fantasma en la matriz) de Mamuro Oshii, plantea los problemas de identidad en un mundo digital y se muestra como una clara influencia para los hermanos Wachofsky en Matrix. La acción se sitúa en el hipertecnificado mundo del este asiático del año 2029. Lugar dominado por las multinacionales corporativas informáticas que controlan un mundo de redes electrónicas sofisticadas donde los cyborgs pululan. Para combatir el crimen cibernético el gobierno crea un un departamento, Shell Squad, cuya lider es Motoko, encargada de detener a Puppet Master, un extraño hacker que a modo de virus puede controlar a los seres humanos mediante ghost hacking, la técnica de hackear sus espíritus. Según Toshiya, el proceso de cyborgización deja en la máquina reminiscencias de lo humano en forma de espectro, “de una especie de espíritu más que de mente en general”, identificando a la memoria humana o la conciencia como lo que identifica al ser humano, y esta tendencia es la que se observa en la mayoría de los films sobre futuros humanos cyborgizados, en los que la memoria, considerada como lo idiosincrásico del humano, siempre se rebela contra la máquina en el sentido de que hace aflorar lo que es genuinamente propio del humano.

SI bien aquí el apartado técnico es muy bueno, eso no quita para que la primera película, basándose en animación más tradicional, supere a esta con creces.
Los diálogos están cargados de profundidad, hasta el punto de que se hacen demasiado pesados -lo que no significa que no sean buenos, concretamente al final. Pero tanta profundidad, continuamente, cansa un poco. Es difícil tomárselo todo en serio, está un poco forzado.
Además, los personajes son bastante más tópicos. Tenemos un atisbo del gracioso y quejica, al tipo duro,... Sin embargo en la primera todo era mucho más .... no sé, real. Cuadraba mucho más, encajaba a la perfección. Aquí es todo más tópico, pierde calidad.
Comento un caso en el spoiler