The Last Days of Disco

"The Last Days of Disco" no es una película convencional sobre la vida noctámbula de dos jóvenes. Es mucho más que eso. Mucha gente opina lo contrario, y creen que es pobre en contenido y forma, pero creo que este film expresa, a la perfección, esa doble vida que tienen los más noctámbulos: de día unas plisadas faldas y unos sobrios peinados, y de noche unas resplandecientes pestañas acompañadas de largos vestidos. Y todo, tanto de día como de noche, lleno de conversaciones profundas, filosofías de todo y de nada, diálogos rápidos sobre la vida extrema del puritanismo, o la actitud del optimista relacional.
Recomendada para aquellas morenas y rubias que no encuentran su rincón en la discoteca y creen que todo es superficialidad.

The last days of disco, una comedia inteligente sobre jóvenes que resuelven sus vidas a raíz de su culminación universitaria. Una Chöe Sevigny que interpreta un papel de manera muy espontanea, haciendo el desarrollo de la comedia muy cotidiano y creíble. Con una ambientación que para mí está más que bien lograda; a comienzos de la década de los 80´s, trasmitiendo así al espectador que es adepto a la época una nostalgia eminente por el término de todo un moviemiento, que sin duda alguna marcó.

Kate Beckinsale en una odiosa e indiscreta "amiga" de Alice, que también resulta ser muy chistosa por todas las contradicciones en las que cae su personaje.

Definitivamente una comedia muy recomendable, con un buen soundtrack para los amantes del disco, y con personajes muy espontaneos, los cuales por veces nos hacen sentir identificados con nuestros conocidos.

Canto suave, ligero e irónico a la juventud, a los 80 y a la música disco. Remembranza inteligente de aquellos maravillosos años (para el director). Narración fluida y distanciada de las desdichas, anhelos e inquietudes de un grupo de jóvenes recién salidos de la universidad. Con una mirada compasiva, cariñosa y crítica nos cuentan sus relaciones sentimentales y sus problemas laborales.
La historia se centra en dos chicas: Blancanieves y la Reina cruel. La primera es sensible y buena, la segunda es manipuladora, falsa y malvada. La primera soporta estoicamente las marranadas de la segunda. A través de ellas conocemos los especímenes masculinos típicos de la época: desde el abogado desequilibrado pero bueno hasta el relaciones públicas sin escrúpulos, pasando por el publicista memo y egoísta.
La película avanza enredando a unos con otros en diferentes combinaciones que dan lugar a equívocos y que provocan continuas parrafadas sobre lo divino y lo humano (como si el director fuese un cruce entre Rohmer y Woody Allen).
Con delicada mordacidad se deja caer una crítica de la televisión y de los nuevos ricos sin valores, además de una cierta chanza sobre el mundo editorial y su obsesión por los bestsellers.
Lo más aburrido e innecesario es la trama judicial-criminal que investiga los asuntos sucios de la discoteca que sirve de punto de encuentro a los protagonistas.
En definitiva, es una apreciable película generacional que recuerda a "St. Elmo, punto de encuentro" o más corrosivamente a "Amigos y vecinos".

Comedia dramática con tintes de cine independiente que se supone que es un homenaje a la época de la música disco. Nos encontramos en el Nueva York de principios de los años ochenta del pasado siglo, sin precisar demasiado, tampoco la ambientación es buena como para saber en qué año andamos. Si no me equivoco, en un momento dado suena la "Dolce Vita" de Ryan Paris que es de 1983, así que como pronto ese tiene que ser el año o bien 1984. Por lo demás, la banda sonora con algún clásico discotequero de finales de los años setenta e inicios de la década siguiente termina siendo lo mejor de este largometraje.

"The Last Days of Disco" quiere ser una obra generacional, una especie de "Reality Bites" (1994) pero ambientada en los ochenta. Sin embargo, su retrato humano y personal me parece flojo. Hay mucha palabrería pero poca sustancia, los personajes están, van y vienen sin mucha convicción, y lo que es peor, no hay trama, no hay contenido. Sería como un slice of life de jóvenes un poco pedantes. La verdad es que acaba siendo aburrida y lo que es el ambiente de discoteca es un mero escenario que no aporta absolutamente nada. Eso sí, me ha hecho gracia la mención a España, el tour Barcelona-San Sebastián-Ibiza.

The Last Days of Disco es quizás la cinta más conocida de su director Whit Stillman, un director que no ha prodigado mucho desde que debutó en 1990 con Metropolitan.
Sin embargo, The Last Days of Disco forma, junto con la mencionada Metropolitan y Barcelona, una suerte de trilogía no relacionada que ha alcanzado cierto estatus de culto. Y esto ha ocurrido, de forma bastante merecida, porque la película es una oda enormemente vitalista y llena de energía de la música y el estilo de vida juvenil de los 70. Los jóvenes personajes (atención a las interpretaciones de Chlöe Sevigny, Robert sean Leonard, Jennifer Beals o Kate Beckinsale, que pocas veces ha estado mejor que aquí) aman, bailan, beben, se enamoran, se dejan, disfrutan de su amistad y se traicionan al ritmo de la música disco, y Stillman lo retrata con enorme acierto y haciendo que el espectador sea uno más de estos jóvenes. Además, no evita los temas más escabrosos, como la homofobia utilizada además en el propio beneficio del homófobo, o el entonces tímido surgimiento de las ETS.
Un buen retrato de una juventud que empezaba a despertar después del cambio de ciclo que supusieron los 60, la muerte definitiva del Sueño Americano y la inocencia de un país.

Lo mejor: Su carácter marcadamente vitalista, su oda a la música y la vida de los años 80, y su joven reparto.
Lo peor: Aunque no es excesivamente larga, tiene algunos problemas de ritmo y es irregular en la narración.