Como perros y gatos: La revancha de Kitty Galore

Arf, arf, arf! Rof, guau, wuf wuf, roff...
-Grrrrrr
-Miauweeeeeu
-Brrrr? Rof, rof!
-Urfffff!!! snifff?? Arf, rof GUAU!!!
Teweeeep, peet pit bip. Binbadaba rof wuf ..aaaamericano. Pipiririririii
-Arf, rof, chowiiiiii
-Miau.

Conclusión: Esta película iba dirigida a otro tipo de público.

Los de Google (alienígenas dispuestos a dominar el mundo) han desarrollado en su famoso Laboratorio X una inteligencia artificial para emular el cerebro humano. Le dieron su famoso e imprescindible buscador para que aprendiese por su cuenta… Lo primero que hizo fue buscar entre fotos y vídeos de gatos entre millones de imágenes extraídas y vídeos de YouTube. Los gatos siempre han producido en la red catarsis sociales y es entendible que “Como perros y gatos: La revancha de Kitty Galore” intenta volver a colar sus colas peludas en los orificios del boxoffice (sí, sé que suena falta). Sobre todo después del éxito de “Como perros y gatos” y su PLAN DE ACCIÓN PAKITO.

En esta segunda parte los salvadores del mundo se definen como el Drem Team pero más bajitos… y los guiños, al igual que en la primera parte pasan por “Misión Imposible” o James Bond en una larga coctelera de ingredientes. Afirman que son «la delgada línea perruna entre los humanos y el caos» y que se toman «muy en serio ser el mejor amigo del hombre» pero parece que esta película quiere ser nuestro enemigo para matarnos cerebralmente. Aunque sean caniches, no les pinches. Que salga Kenneth Parcell de “30 Rock” haciendo Kenneth Parcell o los cameos de Kiernan Shipka (Sally Draper en “Mad Men”) son los últimos ladridos en una perrera montada en el Titanic.

Kitty Galore es una especie de Jocker que busca venganza pero únicamente produce vergüenza ajena. Salen gatos hippies puestos de marihuana y esas cosas… ¿qué tanto gusta a los niños? La película trata de hallar qué animal y especie es más tonta: palomas, gatos, perros y humanos optan a tal título. ¿Qué sentido tiene meter un guiño de “El silencio de los corderos” en una película infantil? ¿Es para los padres? ¿Esos mismos que están a punto de meterse una escopeta en la boca o piensan los motivos por los que tuvieron descendencia? Además, “Como perros y gatos: La revancha de Kitty Galore” es anti-pedagógica: la paloma que lleva un plan hip-hop y suelta frases del tipo «¿Es un pájaro, es un avión? No, he acertado a la primera» hace que quieras pisarlas cuando te las encuentras por la calle.

Entre las sobredosis de bullet time y que Kitty Galore quiere destruir la humanidad empezando por nuestros cerebros viendo esta película, el espectador se siente como ese pobre ratón que tiene la ‘despelada’ villana como su mascota: secuestrado, humillado y relamido hasta que llegan los títulos de crédito. Lo más desconcertante (y es difícil entre tanta bajeza cinematográfica) son los títulos de crédito finales con un montón de videos de gatos y perros… No sé si quieren hacer visual el efecto de que olisquear culos tiene su recompensa aunque me temo que cualquier espectador saldrá de la película pensando en comprar una pistola para volarse los sesos. MIAU es el acrónimo de ‘Mininos Implicados Ante un Universo-seguro’ pero debería ser el de ‘Mierdas Insultantes Animadas Ultrajantes’.

Vi esta película hace muy poco, cuando ya estaba a punto de salir de cartelera, pues muchas ganas no le tenía. Si debo decir algo positivo es que cumple su cometido: divertir a los más pequeños. El tráiler promete exactamente lo que es la película. Me hubiese gustado un poco más de genialidad, tal vez una resolución final un poco más original, pero bueno, no es Pixar.

Recomiendo verla desde el punto de vista de un niño, sin ningún tipo de malicia, ni ganas de buscarle el más mínimo defecto. Sólo así la disfrutarás.

Lo mejor: Que cumple con lo que promete. El ave, divertidísima. La referencia a Hannibal.

Lo peor: Que no ofrece más allá de eso. Demasiados clichés y chistes facilones.

Nota: 5/10 -- Sólo por dirigirse al público infantil. Sin muchas pretensiones.

Vamos que es estupidísima, no había visto una película tan estúpida en años.

Pero extrañamente hay algo que no puedo explicar, la sala de cine llena de niños estaban muertos de la risa, no paraban de reir y de reir. Es más, hasta en algunas ocasiones yo me reí, es que con tanta estupidez al final tu también terminas en lo mismo.

Tantas burlas, parodias, idioteces y un sin fin de intentos desesperados para hacer reír, se han ganado a los niños, por lo menos a los niños venezolanos. Y aunque por mí esta película es un 0 a la izquierda, tenía también años sin estar en una sala de cine llena de tantos niños riéndose al mismo tiempo.

Así que diré que esta película es interesante, tan interesante como el simpatiquísimo Bocado.

Partiendo de la base de que es un filme sin más pretensiones que hacer reír al público infantil y pasar un buen rato en familia hay que decir que la película no desilusiona en cuanto a estos principios. Pero si profundizamos más vemos que es bastante más floja que la primera, la cual considero una pelicula tronchante.
En esta ocasión se abandona por completo el mundo humano, que sólo sirve de excusa para dar un comienzo y un final a la historia del perro protagonista. Perro que se comporta igual que Luke (el protagonista de la primera parte). La mala maligna de la cinta resulta ser una gata con un ayudante (cuyo final es patético) que no se acerca ni de lejos al perverso y maligno Miguelín.
Pero bueno, se trata de una película corta, agradable y que te hará soltar alguna que otra carcajada aunque a mí me ha disgustado en demasía el abuso de la animación. Apenas son 5 minutos de metraje el tiempo total en que salen los perros como tales y no por ordenador. Considero esto como un lastre para este tipo de películas que juega con la baza de actores-animales que a veces lo hacen mejor que muchas personas.

En definitiva una película regular que para que un crío se ría no está nada mal. Pero si se busca pasar un buen rato y poder reírte de perros feos y estúpidos (con todo el cariño del mundo) es mucho mejor la primera parte.

Lo mejor: Poder ver de nuevo a Miguelín y la ardilla del final de la película.
Lo peor: El uso abusivo de la animación.