Haz click aquí para copiar la URL

El diablo es una mujer

Drama. Romance España, 1890. Durante las fiestas de Carnaval, Antonio Galván, un joven oficial, conoce a Concha Pérez, una misteriosa mujer que trabaja en una fábrica de tabacos y que rápidamente cae en sus redes. A su vez, Concha seduce y ridiculiza a Don Pascual, un oficial de la Guardia Civil que intentará convencer a Galván de que Concha es una mujer muy peligrosa... Otro éxito de la pareja Sternberg- Dietrich. (FILMAFFINITY)
1 2 >>
Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
11 de diciembre de 2007
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arrebatadora fantasía hispana del tándem Dietrich/Stenberg que en esta ocasión alcanza unas cotas de barroquismo y delirio absolutamente hipnótico gracias a una historia basada en la novela de Pierre Louis y que bordea el filo del ridículo sin caer jamás en el y consiguiendo una de las más fructíferas colaboraciones de la mítica pareja.
Prohibida por el gobierno de la segunda república española que protestó energicamente a la productora Paramount debido a la mala imagen que daba de la policía de España (???), y consiguiendo tener la película fuera de circulación hasta el año 1959, se trata de una obra excelente, llena de ese imposible cruce entre la recreación fantasiosa, onírica y el triunfo de la sofisiticación más kitsch e inmoral. Adornada por unos bellísimos e irreales decorados, esta obra es en mi opinión la mejor de cuantas realizaron juntos actriz y director, y supone el paso definitivo para consolidar a Marlene como la mujer fatal, traidora y sardónica por excelencia de la historia del cine. El espejo en que se mirarán a partir de ese momento todas las devoradoras de hombres que poblarán la pantalla en el futuro y que en ningún caso llegaran a ese aire de misterioso fatalismo que Marlene supo dar a tan fascinante prototipo cinematográfico.
kepamk
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de diciembre de 2009
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carmen y Concha son dos mujeres inmortales y tienen mucho en común: Hijas del viento y de las aves, ambas son dueñas de su vida y se niegan a pertenecer a nadie. Las dos creen en el amor libre y sin posesiones; en el amor que se prodiga y no se somete a fantasmas que lo asedien. Sus relaciones son especiales, pero instantáneo y sin olor a incienso. Saben del egocentrismo y el afán de posesividad de los hombres, y por eso, los prefieren cerca, pero con cierta distancia. “La Mujer y el Pelele” de Pierre Louys y “Carmen” de Prosper Merimée, son el sustrato del que se ha servido ese gran realizador que fuera, Josef von Sternberg, para conseguir otra obra muy personal, y la última con el protagonismo de su –hasta entonces- musa, Marlene Dietrich.

Una imagen muy efectiva nos dará cuenta del ligero vuelo de la guapa Concha: La toma está en picado y vemos a una paloma, en primer plano, volando sobre un grupo de mujeres esclavas de la rutina laboral. Luego se da paso a la imagen de la desenfadada Concha, quien no consigue ver en los hombres más que amores -instrumentos- transeúntes.

Pascual, el oficial de policía, será su ligue más duradero. Éste la protegerá durante una riña que Concha provoca con otra mujer… y pronto caerá rendido a sus pies, bien dispuesto a satisfacer sus anhelos... pero, como a Concha no le va ser poseída, muy pronto demostrará que sale con quien se le antoja y que no está dispuesta a ser la eterna posesión de nadie. Así las cosas, otros amores llegarán a su vida y con ellos conformará un “terceto enamorado"... pero, habrá que ver si la sensual y provocativa cantante de ocasión, para quien la libertad es su tesoro y al amor lo ve como algo muy preciado, entre aquellos hombres encuentra a alguno que la merezca a plenitud.

Ya conocíamos la sobresaliente y muy personal versión cinematográfica que, de la obra de Louys, hizo con posterioridad, Luis Buñuel, con el título, “Ese oscuro objeto del deseo”, pero, lo conseguido por Sternberg en <<EL DIABLO ES UNA MUJER>>, ya poseía la fuerza suficiente para conservarse a través de los tiempos como una de esas historias que ejemplarizan con denuedo el ansia de libertad. El director austriaco, relumbra de nuevo con su impecable composición de planos, donde la iluminación de perfectos contrastes y la escenografía de cierto tinte expresionista, producen unos efectos de fuerte complementación y de embelesador resultado. Ese ambiente carnavalesco muy español, con toda suerte de temas musicales archiconocidos donde sobresale el "Capricho Español" de Rimsky-Korsakov, y con esa mascarada para que los rostros luzcan como juguetes de una comedia como la visiona Concha, tiene gran vitalidad narrativa y permite una lectura que sobrepasa la epidermis.

Y ya lo tengo bien claro: Con el dinero, un hombre nunca demuestra lo que vale, tan sólo demuestra lo que tiene. Es posible poseer con él el cuerpo de una mujer, pero no es suficiente para merecer su Amor.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de junio de 2014
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conocemos de las tendencias un tanto recargadas de Josef Von Sternberg, con una suntuosidad en sus decorados y una mitificación iconoclástica de su protegida arlene Dietrich, que creo que en la actualidad han quedado un tanto pasadas de moda.

Aquí además creo que argumentalmente ofrece un planteamiento de difícil pase, ya que la historia de los protagonistas se sostiene en un antecedente de lo que le pasa a uno de ellos con Marlene, pero es que ese flashback, que supuestamente debería solamente situar al espectador, aquí ocupa dos tercios del film, y luego la propia historia pasa volando, es atropellada y un tanto inverosímil.

Tiene el interés de que se desarrolla en España a finales del SXIX, y el toque folklórico es curioso y gracioso, también tiene el acierto de ver a Dietrich, un mito para mi, en su mejor época, y además hay alguna escena de compleja planificación francamente brillante.

En cualquier caso, la historia no me llega, es inverosímil, está mal estructurada, y lamentablemente creo que es un ejemplo de las diferencias que hay entre cine clásico, y cine viejuno, y esto es cine viejuno que no ha transcendido en el tiempo.
zymu
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de julio de 2008
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una España imaginaria, estilizada (cualidad necesaria en toda obra artística trabajada intelectualmente), en la que se mezclan sueño, pompa vienesa, carnaval veneciano y farsa, Josef von Sternberg narra una historia de perdición amorosa, de degradación y locura.

Desde su inicio, en unas calles abarrotadas por el inicio del carnaval que acentuará el carácter de farsa y de irrealidad de lo que sucederá durante el metraje, Sternberg se muestra pletórico, eléctrico, original, mágico en sus soluciones narrativas. La utilización de la banda sonora es muy inteligente (tonos trágicos para la inicial aparición de la guardia civil, temas españoles que acentuan el fatalismo festivo de la historia), la fotografía da relieve onírico al escenario y los actores realizan su labor con extraña perfección.

La labor artística de Sternberg alcanza aquí uno de sus puntos culminantes, incluyendo matices, elementos desconcertantes, acertando en la interacción entre escenario-acción, modulando el tono de su obra desde lo cómico-bufonesco a lo trágico, regalándonos un final de perfección inexplicable... Una auténtica obra maestra que hereda las virtudes del cine mudo en cuanto a su expresividad (gesticulación de los actores, decorado, climatología, humo...) y muestra a Dietrich en toda su grandeza artística.
opera 0
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de marzo de 2013
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
-Pascualitou, te quierou...
-Pues dame un beso
-Tengou prisa...Adiós
(Aparece un torero): -Vamos, señourita...
(se la lleva, y el cuerno crece un pouquito más)

Sternberg: No problem; si es que la novela de Pierre Louys no daba para más. Pero os váis a enterar. Porque esto, fotografiado en blanco y negro muselina, con la luz del foco rebotada en una pantalla solo para mi Dietrich; lo llenamos todo de decorados velados con muselina y ponemos una España irreal y romántica, y va a quedar para cinéfilos, para mitómanos.

Resultado final, todo velado en muselina:

-Pascualitou, te quierou...
-Pues dame un beso
-Tengou prisa...Adiós
(Aparece un torero): -Vamos, señourita...
(se la lleva, y el cuerno crece un pouquito más).

Posdata: esa España de delirio, mitad México, mitad Oriente... se olvidaron de ponerla. Sólo aparece un pouquito al principio, con el carnaval, en lo que resultan ser las mejores escenas de la película. Después, desaparece todo para dejar paso a una serie de primeros planos de efecto sfumato, reiterativos. Al final, recuerdo unas calesas en medio de una especie de vendas colgadas para "sfumar".

Los temas de la banda sonora, popurrí lamentable de hilo musical entre Rimsky, "El paño moruno" y pasodobles, se la rifaron entre whiskys Sternberg y los productores.

Como epílogo, Dietrich: casi da el pego. Y su manera de decir "Pascualitou" justifica el visionado, siempre, claro está, en versión original.

¡Qué mal les sienta el tiempo a algunos clásicos! Este no es estomagante, incluso te puedes descojonar pero, para este plan, no os perdáis "La vida privada de Don Juan", de Alexander Korda
berenice
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow