Claws (Serie de TV)

Una serie innovadora, gracias HBO por este regalo para los sentidos. Si estas harto de estereotipos y busca algo diferente Claws es tu serie sin lugar a duda.
Sexy, descarada, con un toque de drama necesario y mucho humor.
Mujeres hermosas, luchadoras que son capaces de sacar uñas y dientes si te metes con ellas.

Lo mejor de esta serie sin lugar a dudas son ellas. ELLAS. Su relación hace que sientas empatía rápidamente. Mujeres fuertes. Sin embargo, no demasiado lejos del mundo de los hombres.

La trama no es mucho de otra cosa. Lo que difiere de otras son los elementos surrealista que les mete. Me gusta mucho como juega con elementos totalmente inesperados dotando a la serie de cierto humor negro que saca más de una carcajada. Me gusta mucho esos elementos inesperados.

Luego tengo que decir que aquí está Michael de "Lost" que borda un papel increíble. Muy bueno. Y su relación con su hermana es fantástica. Me gusta mucho.

Lo que a veces me hacía coger el móvil son espacios dentro de la serie donde todo era muy superficial, la trama no es gran cosa, pero los personajes son increíbles. Muy bien conseguidos.

Esperemos que haya segunda temporada. Aunque es verdad que tanto lío no sé yo, ya que los personajes, que a mi modo de ver, son lo mejor de la serie, ya los hemos conocido en todas sus variantes. Quizás si la trama se vuelve más auténtica, real, verosímil, inteligente quizás así gane la serie.

Una comedia disparatada llena de sangre, violencia, tiros, torturas y crueldades de malos malísimos y cinco mujeres que regentan un chiringuito de uñas. Ellas son las buenas de la comedia, aunque cometen todos los delitos imaginables: blanqueo de dinero, extorsión, tráfico de drogas y medicamentos, inducción y complicidad de asesinato, violación de la condicional, secuestro y otras menudencias como allanamientos, delitos fiscales , etc.
Y es una COMEDIA. Si ellas son las buenas, ya se puede uno imaginar como serán los malos.
Pues esta ocurrencia es desarrollada en un guión absurdo, infantil, increíble y con tantas contradicciones de tiempo, recursos, objeto, y situaciones que es deleznable.
Sumemos a eso que las protas exhiben en cada capítulo al menos 4 modelitos diferentes horteras hasta la náusea y unas uñas cambiantes por horas.
Los muertos se suceden y los tiroteos de bandas se entremezclan con las chicas, que salen indemnes siempre.
No todo es negativo. Las interpretaciones salvan bastante el desaguisado. No me gusta la sobreactuación de la protagonista principal Niecy Nash (Desna), pero son meritorias Carrie Preston (Polly), Judy Reyes (Quiet Ann), Karrueche Tran ( Virginia), Jason Anton (dr. Ken Brinkman), y sobre todo Harold Perrineau ( Dean, hermano autista de Desna Simms).
Y, aunque haya escenas de sexo, son para todos los públicos. Salvo dos o tres culos masculinos, las chicas follan vestidas o tapadas. Ni para los Razzie

Se trata de una serie de personajes y situaciones aunque las situaciones, en algunas oportunidades, resulten inverosímiles. Los personajes al borde, llevados al límite siguen siendo creíbles pero la trama no se sostiene en más de una ocasión. Por qué no se sostiene? Porque los conflictos se resuelven de manera liviana, al modo siticom televisivo y comercial, Sabemos que se trata de una comedia -que por momentos roza lo trágico o delictivo- pero la seriedad en la resolución de los problemas elevaría la media. El dinero no se consigue tan fácil como le ocurre a los personajes principales que pasan de un apremio económico a recaudar un dineral por un simple guiño del destino. Quizás el exitoso uso de procedimientos al límite del absurdo confunda a los guionistas o directores y piensen que se pueden aplicar a todos los ámbitos de la comedia. El absurdo es bienvenido para caracterizar a los personajes y envolverlos en situaciones disparatadas, pero no siempre y en toda ocasión se puede utilizar my friend.
Un ejemplo de lo que venimos diciendo es el Capítulo Nueve de la primera temporada cuarenta minutos de perfección dramática... Sigue en Zona spoiler.
Ahora bien, iniciada la segunda temporada, nos encontramos con la novedad que han retomado lo mejor del Capítulo Nueve: ritmo, seguridad en la tensión narrativa, innovación en las escenas al incorporar en tono de comedia cuadros que pertenecen a género "serios". Por otra parte se asume el riesgo de tratar temas socialmente discutidos como el aborto o el rol de la mujer en el matrimonio, desde un punto de vista poco conformista. El tema de los niños provenientes de hogares disfuncionales, dados en adopción, ya se había expuesto también en la primera temporada. Saludablemente, las casualidades incomprensibles que resolvían las situaciones límite, desaparecieron. Guionistas y director encontraron el ritmo (mayor hallazgo), crecieron los personajes, la trama responde a una lógica narrativa creíble, por lo tanto la nave se enderezó y navega a velocidad crucero.