Haz click aquí para copiar la URL

El salario del crimen

Thriller. Cine negro Mario, hijo de un comisario de policía muerto en acto de servicio, es un honrado y eficaz detective de policía. Instruyendo unas diligencias conoce a la atractiva y ambiciosa Elsa y entre ambos comienza una ilícita y apasionada aventura amorosa. A partir de entonces, los firmes principios de Mario se tambalean y su vida cambia por completo, al supeditarse al superficial y costoso estilo de vida de Elsa. (FILMAFFINITY)
1 2 3 >>
Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
31 de enero de 2012
32 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen ejemplo -ya tardío- de la muy recomendable serie negra española, esta película demuestra una madurez argumental y psicológica francamente notable, lo que unido a sus aciertos formales e interpretativos (de nuevo, excelente Arturo Fernández) la convierten en una experiencia enteramente disfrutable para el aficionado.

Aunque el soberbio prólogo -de magnífico ambiente y contrastada y dramática fotografía- parece sugerir que el argumento va a girar en torno a la persecución de un traficante que ha asesinado a un policía, esto no es sino un pretexto, pues el tema central que se abordará es la caída en desgracia de un detective, Mario, arrastrado al crimen por una atracción fatal. Esa atracción la ejerce Elsa, cuyo personaje trasciende los tópicos habituales que solían atribuirse a las mujeres en las películas españolas; así, se trata de una mujer provocativa, ambiciosa y hecha a sí misma, acostumbrada a decidir y mandar. Su "clase", su lujoso tren de vida, y sobre todo su sensualidad atraen a Mario, que se verá empujado, víctima de todo ello, a la corrupción moral.

Es interesante subrayar -como muy hábilmente hace la película- que la actitud de Mario se comprende dentro de los parámetros machistas de la época; absolutamente atraído por Elsa, no puede soportar que la relación de poder dentro de la pareja no sea la tradicional (ella es empresaria, maneja dinero, se mueve en ambientes lujosos, "le lleva" en su coche deportivo, etc), e incurrirá en el crimen con tal de restaurar "el orden natural de las cosas", sin percatarse de que está siendo manipulado.

Dentro de la ambigüedad que muestran muchos personajes, cabe señalar la ruindad de un aparentemente digno empleado de banca, y también la que desprende -aunque en un sentido positivo y humorístico- el insospechado detective que encarna Manuel Aleixandre; quizá el único personaje que escapa a esa mirada irónica sea el comisario que tan bien interpreta José Bódalo.

El filme tiene un buen guión, con acertados momentos de humor, casi todos a cargo del personaje de Aleixandre, y una excelente música de Jazz, con agudos y oportunos solos de Saxofón, que refuerzan el dramatismo o la tensión de algunas situaciones. Añadamos a todo esto secuencias tan logradas como la ya mencionada del prólogo, una panorámica subjetiva tomada desde la cama en la que acaban de acostarse Mario y Elsa (una solución provocativa y elegante para sugerir la relación sexual, con "cigarrillo de después" incluído), la persecución de un traficante en una corrala atestada de vecinos y niños, y el epílogo, que cierra circular y acertadamente esta curiosa historia de un cazador cazado.
Quatermain80
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de noviembre de 2013
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los mejores papeles que ha tenido nunca Arturo Fernández al que poco le faltaba ya para cambiar de registro génerico pasando a hacer papeles de seductor más o menos elegante. En esta película fue eficazmente dirigido por Julio Buchs, un autor cuya entonces prometedora carrera cinematográfica fue detenida por la muerte. El film habla de los peligros morales y de la libertad del individuo para caer en las tentaciones o de mantenerse firme ante esos peligros representados en este caso y como no podía ser de otra manera por una deslumbrante mujer a la que encarna Françoise Brion que siendo francesa hizo alguna que otra incursión más en el cine español de los años 60. El joven policía protagonista es honrado en principio además de ser hijo de otro policía fallecido en acto de servicio pero el poder de sugestión de la chica hará que se meta en arriesgados intentos de conseguir dinero para seguir teniendo contenta a la perturbadora dama. Hay un buen uso de las sombras en la escena en que la pareja protagonista va discutiendo dentro del coche y la obra oscila entre la condición de consejo moralizante y una lógica calculada para que no parezca un producto sentenciatorio. Una de las obras maestras de Julio Buchs, con varios momentos inolvidables y un ritmo perfectamente calculado.
Cromatico
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de noviembre de 2014
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando me dispuse a ver esta obra, esperaba encontrarme con una película de cine negro más o menos aceptable, o entretenida, pero ciertamente "El salario del crimen" es mucho más que eso, una auténtica obra maestra, seca, concisa y convincente, y en la que el habitual discurso moralista presente en el cine negro español del franquismo se lleva a un terreno fatalista que conduce a un desenlace final muy sólido. Todo, desde los títulos de crédito iniciales hasta la fotografía y la música, pasando por el guión y el reparto, así como la dirección de Buchs, converge en un resultado asombroso por su perfección. Arturo Fernández hace un gran trabajo como protagonista.

La secuencia del robo en el banco, con Fernández convenientemente disfrazado, es digna de antología, por su uso del suspense y del ritmo. El plano subjetivo en el que sabemos que Arturo Fernández y Françoise Brion -ésta en un papel de mujer fría y ambiciosa, "fatal" a su manera, muy atípico para el cine español- están acostados en una cama, después de hacer el amor, y sin embargo no vemos más que lo que les rodea -¿hecho así para sortear a la censura?- es también digno de mención.

Habría que revisar a fondo la filmografía -muy corta, por desgracia, en títulos, debido a la repentina muerte de Buchs en 1973- de este cineasta. "Una señora llamada Andrés" (1970) no estaba mal como comedia fantástica, pero evidentemente "El salario del crimen" está en otro nivel, muy alto, y desde luego es de lo mejor del cine negro español de los años 60, junto con "A tiro limpio" (1963), de Francisco Pérez-Dolz, "Crimen de doble filo" (1964), de José Luis Borau, y "Rififí en la ciudad" (1964), de Jesús Franco.
Pedro Triguero_Lizana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de agosto de 2014
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno se mete en problemas rápido cuando menos se lo espera. Este es el típico caso de la mujer fatal, de la vampiresa. Una mujer atractiva muy delgada, y con permanente, experta en engañar al hombre, jugar con él y aprovecharse sin ningún remordimiento. Qué listas son, me encantan, como dijo uno. Es el plato fuerte del cine negro.

Arturo Fernández, un inspector experimentado, ha caído en sus redes. El policía se mete en una vorágine de problemas que culminan en un crimen que justo, su jefe, le encarga a él que investigue. El salario del Crimen tiene su intriga más que aceptable, sus argucias, planteamientos y planificación, todo proporciona un rato entretenido, serio y curioso de lo que es el antiguo cine negro español. Una cinta que seguramente disfrutarás.
floïd blue
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de diciembre de 2019
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del mejor cine policíaco español de los sesenta, "El salario del crimen" destaca más por su tema y la excelente dirección que por el desarrollo del guión. No alcanza la perfección de "A hierro muere", "Rueda de sospechosos" o "El diablo también llora", si bien posee la originalidad de ofrecer en el panorama de la censura de entonces la imagen de un policía (Arturo Fernández) que roba y mata para satisfacer el alto nivel de vida de su amante (Françoise Brion). Esta, sincera en su falta de escrúpulos, le exige un dinero que él sólo puede ganar con el delito. En el cine negro norteamericano ya se habían dado títulos como "La calle 322", pero en el español franquista la policía debía ser respetada al máximo. Por ello el protagonista de este film debe arrepentirse.
"El salario del crimen" tiene un argumento atractivo, el robo está bien planificado y ejecutado. Se da en el desenlace una pelea entre el policía y su enemigo muy lograda. También aparece un chantajista convincente. Pero el personaje del cómico agente (Manuel Alexandre) resulta artificioso. Y el del comisario (José Bódalo) peca de un paternalismo moral nada realista.
El malogrado Julio Buchs, fallecido a los 47 años, demostró buen pulso para el cine de acción. Su caligrafía cinematográfica recuerda a los artesanos de Hollywood. Poco antes de morir dirigió otro interesante y mucho más realista título negro, "Alta tensión". En cuanto a Arturo Fernández es en estos papeles de los cincuenta y los sesenta donde dio su mejor medida como actor, con verdadero estilo, sea en "Distrito quinto", "Un vaso de whisky" o "Trampa al amanecer".
Luis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow