El hombre clave

Otra película muy destacable del genial Mulligan al cual no me canso de admirar, cuántas mas obras suyas veo más me parece que fue uno de los grandes y que sabía perfectamente lo que hacia siempre que se ponía a rodar una historia (lo cual hoy en día le convertiría en una "rara avis").
Aquí le tenemos narrando una historia de mafiosos que, muy probablemente, fue producida gracias al tremendo éxito obtenido por el Padrino dos años antes pero evitemos las comparaciones que son odiosas...
Si hay algo que destaque sobremanera es el retrato del personaje principal que lleva Jason Miller a cabo... seco, desconfiado, personaje contenido pero de una fuerza interior que hace que la película cobre vida, no en vano la misma se sostiene encima de sus hombros...
Dos cositas más, atención a la maravillosa foto de Cronenweth, él mismito de Blade Runner, que aquí nos deleita con todo un manual de encuadres en scope con variedad de flares horizontales unos años antes que la famosa Jungla de Cristal y un gusto fotográfico muy por encima de la media y la segunda una escena que tienen en una casa en el bosque que descoloca por lo moderna y lo bien montada que está (el que vea la película me entenderá perfectamente).
Quizás con un final un poco más poderoso ahora mismo estaríamos hablando de una de las cumbres del género, mimbres no le faltan, dadle una oportunidad no os defraudará.

El pasado desaparece…
el negocio desaparece…
las cosas cambian…
gente nueva…
caras nuevas…
y por supuesto…
sangre.

Cooper (Jason Miller, el becario del exorcista) es el contacto, el hombre clave. A medio camino de ser el punto de encuentro de un barrio y el gánster. Cooper tiene una tienda a modo de escaparate y tapadera que puede recordar y enlazar con los mafiosos de “The Wire”. Pero también es una especia de portavoz de un mafioso que maneja los hilos de todo el barrio. Robert Mulligan, eternamente recordado por “Matar a un ruiseñor”, se adentra en el retrato del mundo de las mafias que habitan en Los Ángeles con una potente historia de carga psicológica. Como en cualquier trabajo cuando las cosas cambian los mandos intermedios caen primero. En el caso del personaje que interpreta Jason Miller no habrá excepción aunque se traslada la paranoia como condena.

En su formato de thriller psicológico…
perseguido y atemorizado por su pasado…
Y su viaje sin retorno…

Perfectas las secuencias, de corte psicológico, en las que el protagonista teme constantemente por su vida y que dan forma a un thriller mediante la opresión que sumerge a su protagonista.
La pata de conejo le traerá buena suerte… o una segunda oportunidad frente a la tragedia para salvar a otros pero imposible salvarse a si mismo. Desde los iniciales títulos de crédito vemos lo que nos quiere mostrar. Prólogo y epílogo son una reproducción del almacenamiento de mercancías robadas por parte de la mafia en unos almacenes. Hay cambios en el moderno crimen organizado y 19 años en un puesto de trabajo pesan y los cambios organizativos en las altas esferas exigen una nueva estructuración. “El hombre clave” habla de la mafia como si fuera una empresa que tiene que empezar a ‘despedir’ a algunos de sus empleados con cierto cargo.

Surrealista y con oscuridad manifiesta se desprende un thriller con giros en el guión y onirismo como vía de escape.

Intenso, apasionante Thriller. Dónde vuelvo a ver un año después, al cura del exorcista, en un papel de atormentado perdedor. Le iban estos papeles, por físico e interiorización.
Mulligan, sabe ir subiendo el crescendo de la historia, llevándola al clímax de sus posibilidades.
La tensión, la atmosfera, los códigos caducos van cobrando calibre, hasta un final, digno. Nada comercial.
No me extenderé, pues ya hay unas 4 críticas que argumentan la película.
Recomiendo éste desconocido Thriller setentero. Por su ritmo, atmósfera humana, montaje visual, proceso de una caída. Recorrido por los confines del cambio. Cine veraz y honesto. Sin afanes de taquilla.
" Sólo tengo el trabajo, si me lo quitan, que me queda...." Dice el protagonista. El susodicho Jason Miller. Del que poco más se supo.
Mención especial al papel de Bo Hopkins. Dónde ya en " Grupo salvaje " de Peckinpah, se iniciaba en lo que remata aquí. Gran creación de su personaje.

Todo el mundo le conoce como Cooper, así a secas, y nadie pregunta nada porque, para los hombres del pueblo, Coop es un buen amigo, y además es el hombre que tiene a su cargo el manojo de llaves que abren puertas muy importantes de la ciudad. Por esta razón, la gente le conoce como El hombre llave (o clave), pues su presencia ha pesado entre la gente que maneja los negocios turbios de aquel barrio de Los Ángeles. Pero, en esta clase de negocios, no todos los días son color de rosa, y ahora hay quien piensa que Cooper puede estarse torciendo y entonces comienzan a pasar cosas que pretenden sacarlo de su privilegiada posición.

Este es el comienzo de un thriller muy interesante que, antes que pretender impresionar a los espectadores, se ocupa de servir de reflejo social de un hecho que solemos ver a diario: ¿Quién no conoce en su barrio (o en su ciudad) a un tipo “bien”, de agradable presencia, afable con todo el mundo, y por esta razón, apreciado por mucha gente, que así consigue que nadie se fije o inmiscuya en su vida privada, en la cual está involucrado en asuntos ilegales que nadie debe saber porque no es para él causa de orgullo alguno?

Con este estilo argumental, “EL HOMBRE CLAVE”, sigue la línea de la magnífica “This gun for hire”, la conmovedora “He ran all the way”, y otras maduras historias capaces de ver a los seres humanos muy adentro de la piel. Y en este sentido, ese personaje de pocas palabras, rostro adusto y mirada casi inexpresiva al que llaman Cooper, resulta muy bien representado por Jason Miller, porque su actitud corresponde a la suerte de vida que pretende ocultar, aunque no pierde ocasión para ser agradable con sus vecinos y amigos. No es por otra cosa que, Paddie (el siempre apreciado Victor French), lo tiene en tal alto aprecio y que su esposa Sarah (aunque él prefiere Georgia), lo quiere con ropa y todo.

También esta película, es antecedente del cine de Michael Mann, uno de los buenos directores que entendió el mensaje y aprendió a ciencia cierta que dividir a los hombres en buenos o malos por aquello que profesan, es tan necio como decir que las mujeres bonitas son las que miden 90-60-90 y que las feas son las demás.

Un guión firmado por Eric Roth, quien, con posterioridad pusiera su rúbrica en títulos notables como “Forrest Gump”, “The insider” y “Alí”, entre otras, sirve al director Robert Mulligan, para demostrar que podía incursionar con éxito en los más diversos géneros. Y lo que más me gusta de él en todos sus filmes es que, a riesgo de parecer plano o de no interesar, jamás hizo nada que tan solo pretendiera atrapar al espectador si él consideraba que no estaba justificado. En este sentido, “EL HOMBRE CLAVE”, defraudará a quienes sienten que, un thriller o un filme de mafia, tienen que tener un cadáver en la primera escena o a los cinco minutos, y también defraudará a quienes reclaman acción trepidante para poder emocionarse.

Mulligan no ha pensado su filme mirando a las taquillas. Sin faltar con algunos momentos de marcada tensión y fuerte emotividad, creo que su mayor anhelo fue dejar bellamente reflejada la vida de un hombre equivocado que también anhelaba ser feliz, y por esta razón, se interesó más en lo emocional que en lo físico de su historia. Bien visto, Cooper se parece a muchísimos entre nosotros: Nos equivocamos, damos traspiés, manejamos mal algunas cosas, pero siempre hacemos algún esfuerzo para ser mejores y hacer felices a quienes amamos. La prueba de que esto es cierto y que nos hemos identificado con él, es que es una cierta nostalgia y un incontenible lamento, lo que al final expresan nuestros corazones.

“EL HOMBRE CLAVE” es la suerte de filme que no debe verse como entretenimiento, hay que verlo con la esperanza de comprender un poco más a la especie humana… y ni se te ocurra esperar que te brinde todas las respuestas, pues nunca se sabe todo lo que ocurre alrededor de la vida de un hombre de doble moral. Pero, en su intencionada oscuridad argumental, hay vidas humanas palpitantes y esto es lo que al director le interesa que comprendas.

Título para Latinoamérica: “EL HOMBRE LLAVE”

Curioso, pero no demasiado afortunado filme de temática gansteriana, correctísimamente rodado por Mulligan y bien interpretado por Jason Miller, tan sólo un año después de interpretar el papel de su vida en "El Exorcista". Pese a esa corrección de elementos, su exquisita fotografía y su clara pretenciosidad, los resultados son tediosos...la trama es espesa y muy lenta, al guión parece faltarle dinamismo; llega a hastiar el talante atormentado del protagonista venido a menos, extremadamente desconfiado y sobre todo la ausencia de acción de la trama, tan sólo se anima un poco en su climax, con la escena de la persecución en el bosque y la pelea final. Una película tristemente fallida que cayó en el absoluto olvido al poco tiempo, tal como la carrera profesional del mismísimo actor protagonista.