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El robo al Banco de Inglaterra

Acción En 1901, un grupo de nacionalistas irlandeses buscan dar un golpe al gobierno británico atracando el Banco de Inglaterra. (FILMAFFINITY)
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
11 de abril de 2008
25 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por esto me encanta Filmaffinitty. Mientras cualquier cagarro oriental o serie de tv de medio pelo tiene 100 críticas y un 7,5 de media, hay películas que son todavía islotes desconocidos para el gran público donde uno puede aún poner su bandera por primera vez.

Me produce gran satisfacción ser el primero en criticar esta película, sobre todo porque saborear “El robo al Banco de Inglaterra” es hablar de ese cine inglés con clase, que aborda un tema tan querido por los cinéfilos como son los robos, atracos, asaltos... de bancos.

La historia es de una meticulosidad absorbente -se nota que es de una buena novela la adaptación-, de un gusto por los detalles soberbia (efectivamente el Banco de Inglaterra está construido encima de un templo romano), y de una atmósfera envolvente, con una fotografía soberbia (el francés Georges Perinal, fotógrafo de los Korda, Preminger, Chaplin o Carol Reed).

Aunque también tiene mucho de amistoso de pretemporada de verano. Es imposible evitar algunas lagunas de verosimilitud en la historia, propio de un elenco artístico y técnico que está empezando. Su director John Guillermin tiene sólo 35 años y acaba de llegar a la gran pantalla, el guionista otro tanto, y actores como Peter O'Toole, vienen del teatro. Tiene esas virtudes y defectos que pudo tener Kubrick en su “Atraco perfecto” o Amenábar en “Tesis”.

Pero encanto le sobra, tensión para regalar y clase toda la que quieran. Háganme caso y regálense hora y media de cine de acción de un enorme entretenimiento por las calles de Londres. Se acordarán de mí.

Por cierto, un par de apuntes históricos que son interesantes, y que en la película no están del todo bien. El primero que en 1901, el Banco de Inglaterra no era público, sino privado, hasta después de la Segunda Guerra Mundial no vendría su nacionalización. Y segundo que la Declaración de independencia de Irlanda no será hasta 1919. Pero da igual, es cine y del bueno.

Nota: 7,3.
vircenguetorix
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1 de octubre de 2021
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La volví a ver ayer y no ha perdido un ápice de frescura. Rotundamente atemporal, pelicula enérgica, muy fluida,con un toque de humor muy británico, muy liviana. Una delicia volver a verla. La ambientación es la que quieres que sea en este tipo de pelis, en ese blanco y negro que reconforta. Se nota que es inmadura todavía en algunos aspectos, pero se le saca todo el partido a su pequeño presupuesto con un guión ágil y rápido y que resuelve con gran eficacia, y sus magníficos actores.
La fotografía es espectacular, en ese blanco y negro que relaja pero totalmente preciso, y la interpretación a destacar de Peter O’toole, donde ya se come la pantalla al igual que lo hacia en el teatro anteriormente, y al que dos años después le llamarían para Lawrence de Arabia.
Si te gustan las pelis de robos y el cine inglés, imprescindible. Sólo reseñar que ese mismo año curiosamente se filmó otra peli de robos e inglesa muy recomendable y también al Banco de Inglaterra, titulada “ Objetivo: banco de Inglaterra”.
misbrocoli
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9 de noviembre de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pequeña joya desconocida la que nos presente John Guillermin, rodada en blanco y negro, que a pesar de no mantener un rigor histórico en cuanto a la Carta de Independencia de Irlanda, y basándose en un guión de Howard Clewes que adaptó la excelente novela de John Brophy, nos introduce en ese género que tanto amamos los cinéfilos, de la preparación de un plan, su ejecución y el desenlace de un robo, nada menos que al Banco de Inglaterra.

Muy poco profundiza en cuanto a la motivación política del asalto, aunque nos deja unos grandes destellos de humor con el personaje del viejo pocero, la importancia de las ratas, que por cierto aún las están buscando, la presencia del Imperio Romano en Londres, y la actuación de Aldo Ray como cerebro del plan y de un Peter O'Toole que a pesar de parecer un arrogante payaso uniformado, resulta ser el más listo del plantel, papel que le abrió de par en par el protagonismo de quizás su mayor éxito comercial con "Lawrence de Arabia".

Notable, 7.
andeltor
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19 de octubre de 2018
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La intriga recorre todos los vericuetos del celuloide mientras J. Guillermin expone el planteamiento general con parsimonia británica, con factura elegante y con rotunda efectividad.
Las tramas van cobrando profundidad y los detalles proporcionan una sólida arquitectura cinematográfica aunque a veces se adornan con un apunte de ingenuidad en forma de casualidades favorables para el desarrollo de la acción.
La tensión se mantiene como un señuelo permanente para el espectador y una ambientación primorosa le coloca siempre en disposición de aceptar de buen grado las propuestas de la pantalla.
Muy interesante el conjunto de factores logísticos y también curiosa la utilización de papel cebolla -papel vegetal- para calcar los planos.
ABSENTA
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27 de mayo de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Normalmente la motivación de un ladrón de bancos es el dinero, cuestión que siempre funciona bien en el cine, es un subgénero que tiene gancho, lo mismo que las venganzas, son cuestiones que muy mal se han de hacer para no ganarse el favor del público. Aquí hay más que eso, hay una motivación política que puede costar creer, pero te la crees, por el bien de la película y porque no pasa nada. Hay cosas peores que acaban funcionando, y si aquí hay detrás un movimiento de independencia irlandés pues bienvenido sea si la trama va por donde va.

"El robo al Banco de Inglaterra" funciona desde el primer minuto y es como un rayo, y eso que hay una cantidad enorme de detalles que nutren la película constantemente. Algo tienen los ladrones de guante blanco que caen bien, pero es que lo de aquí es inevitable porque cuando conocemos a los protagonistas ni siquiera tienen plan y somos testigos de la creación de ese plan, vemos cómo buscan fisuras en ese en apariencia inexpugnable banco, vemos cómo pican piedra, cómo se enfangan y nos transportamos con ellos al Londres de principios de S.XX.

Una pequeña joya (qué poco original es escribir esta frase, pero qué cierto) que tiene apenas un puñado de votos en esta página, pero qué bien hecha pese a la inexperiencia del equipo. Peter O'Toole no es lo que parece y cuando hablamos de tantas libras esterlinas y tanto oro, que no te vengan con la patria, porque el dinerito de la Reina está a golpe de soplete y eso es algo que nos hace a todos iguales.
Luisito
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