Ali Zaoua, príncipe de Casablanca

• Festival de Montréal 2000 : Premio unánime del jurado
• Festival d'Amiens 2000 : Premio del público
• Festival de Stockholm 2000 : Caballo de bronce

Tuve la suerte de poder disfrutar de este film en un festival de cine y que sinceramente fui a ver de casualidad. Todavía sigo preguntándome como películas como éstas pueden pasar tan desapercibidas por nuestra cartelera o simplemente no pasar.

Este relato de los niños de la calle en Marruecos es capaz de emocionar el alma más insensible, pero no está tratada en cambio como un drama a morir llorando sino todo lo contrario. La película empieza con un tono documental para después convertirse en un cuento, un cuento sobre la búsqueda de la isla de los dos soles. Cruda, realista, encantadora y divertida al mismo tiempo, ¿qué más se puede pedir?

Por cierto los protagonistas no son actores sino reales niños de la calle.

Mucho antes de Fernando Meirelles nos descubriera el “submundo” con “Ciudad de Dios” ya se habían realizado otras películas sobre la misma temática, es decir, los niños de la calle. “La vendedora de rosas” de Colombia o “Ali Zaoua, príncipe de Casablanca” de Marruecos son dos ejemplos de ello.

Todas estas películas tienen una doble cara, si por un lado son bonitas, tiernas y emotivas, por otro lado no consiguen ni mucho menos llegar a ser denuncia, porque las denuncias no se hacen describiendo de manera poética, sino atacando a los que realmente roban y explotan.

Luego otro problema es que suelen ser repetitivas hasta la saciedad, un grupo de chavales desamparados y sus desventuras por los barrios de la ciudad en cuestión. Normalmente suele morir alguno de los protagonistas, y entre drama y drama solemos asistir a algún que otro momento alegre para empatizar más con el espectador.

Pero el gran fallo de esta es sin duda que se presenta como una película árabe, y no es así. Los que pusieran las pelas son franceses y belgas, y el director es un parisino, uno de esos marroquíes de clase media-alta, que viven en su lujoso apartamento y han recibido la mejor y más cara educación posible, pero van de progres. El señor Ayouch tiene una concepción de la pobreza muy europea. El mundo árabe es distinto. Muy diferente a lo que ocurre en Asia o Hispanoamérica. Allí tienen el Islam. Como en aquellas sociedad la cobertura social estatal brilla por su ausencia, los partidos islamistas se encargan de la ayuda, así reclutan a los jóvenes. Nada de eso veremos. Fíjense si está destinada al público occidental que en toda la película no vemos ni un solo hiyab. Y en Casablanca hay cientos de miles, y mucho más en los barrios pobres.

Incluso el tema del niño marinero y su entierro, es completamente laicista. Un buen musulmán jamás acabarían en el agua, el mar como elemento poético es plenamente europeo. Los musulmanes se entierran de medio lado, sobre el costado derecho, mirando a la La Meca. Pobres y ricos.

Es decir, no veo suficientes elementos que la caractericen como una película realmente árabe, con sus particularidades específicas, que no se dan en ningún otro lugar del mundo. Nos tenemos que conformar con ver la camiseta del equipo del Raja, el club de las clases populares de Casablanca.


Nota: 6,2.

Como marroquí que soy, debo indicar que es de lo mejor que he visto en cuanto a realidad de la calle marroquí se refiere, las cosas que se aprecian en el filme son más que verosímiles, prueba de ello , es que los actores son niños de la calle. Desgarradora y emotiva, marca un antes y un despues en el cine hecho en mi tierra.

El discurso sentimental tiene la ventaja de que agarra muy fácilmente a todo el mundo. Nadie puede estar a favor de que unos niños de diez años tengan que vivir solos en la calle, robando, estafando, mendigando, adictos al pegamento y a merced de delincuentes adultos que los explotan. Todo el mundo, por tanto, recibe bien el mensaje, pero, claro, a nadie la mueve a plantearse nada, puesto que ya está convencido desde el principio, y todo toma un aire reiterativo, machacón, luminoso en exceso y dulzón hasta el dolor de muelas. La buena puesta en escena, con simpáticas animaciones, y la asombrosamente natural interpretación de los chavales ayudan a pasar la travesía, pero lo fundamental falla porque los autores se ponen el listón muy bajito. Convencednos de algo de lo que no estemos convencidos. Decidnos en qué reside el misterio de que todos queramos que los niños no tengan ese destino y en cambio, en todos las partes del mundo haya más o menos cantidad de ellos en esa situación. Si lo conseguís, ni siquiera haría falta que los dibujos animados fueran tan simpáticos.

212/01(01/08/10) Drama social centrado en un grupo de niños desarraigados marroquís en Casablanca. Rodada en su mayoría con actores no profesionales para dotar a la cinta de mayor realismo, es un relato de los que busca conmover desde el minuto uno, te empuja hacia la lágrima fácil, intenta dártelo todo masticado, aflojar tu lado más sentimental y producirte un torrente de llantos y yo en este tipo de historias no me siento cómodo, me siento un títere y me rebelo ante ello, me gusta la sutilidad, el color gris de personajes con aristas, pero esta a esta cinta no le he visto el ingenio para emocionarme, no me ha sacudido la conciencia, pues lo que cuenta, además de manido, no te sacude la conciencia, por un momento he llegado a pensar que soy un tempano, pero solo un momento pues luego me he dado cuenta de que la manipulación no va conmigo, al menos sin ingenio. Punto aparte merece la muy acertada y sabia disección que hace el FA vircenguetorix del utópico escenario, una Casablanca laica, donde por poner un ejemplo, no se ve un solo hiyab, donde no existe una sola mención a una religión, el Islam, que copa toda la vida de esta ciudad, resulta como bien dice vircenguetorix una visión occidental y nada veraz de la que allí sucede. Me ha gustado de la cinta es la escena en que un niño sentado en unas escaleras maltrata a un perrito y este siempre vuelve a el muchacho y este le dice <porque siempre vuelves?>, gran metáfora sobre la inocencia de la niñez, que está dispuesto a dar amor aunque le maltraten, lo otro que destacría sonlas escenas de los dibujos animados que te transportan a la candidez infantil. Recomendable a los que gusten films que muestren las miserias humanas. Fuerza y honor!!!