Un hombre de altura

Como parte de la repentina “invasión francesa” que ha llegado a las carteleras nacionales, llega una comedia romántica dirigida por Laurent Tirard y estelarizada por el ganador del Oscar Jean Dujardin (The Artist) y Virginie Efira, quien se ha convertido en algo así como la Meg Ryan actual del cine francés, ya que se le puede ver en muchas de las cintas del género que han salido últimamente en dicho país.

Con una narrativa digna de cualquier chick flick hollywoodense “Un hombre a la altura” cuenta la historia de Diane, una abogada en plena separación con su marido y socio que por azares del destino conoce a Alexandre, un exitoso arquitecto que con su carisma será capaz de llamar la atención de la atractiva mujer. No obstante, y como todo en la vida, la perfección se interrumpe de manera constante debido al metro y treinta seis centímetros de altura del galán. Así, Diane tendrá que lidiar con las miradas, comentarios incisivos y burlas de familiares y amigos (además de su ex), los cuales la llevarán a plantearse si en realidad la elección del pequeño Casanova es la correcta.

Sin perder nunca su sentido cómico, la cinta trata abordar un problema que en más de una ocasión ha causado (y causará) controversia en el ámbito de las relaciones de pareja: la aceptación de una deficiencia o incapacidad física en la otra persona. Así, intenta (sin éxito) despertar la reflexión acerca de qué tan importante es el físico cuando se ha encontrado a la pareja ideal. Los parámetros están perfectamente marcados en la cinta: mientras que Alexandre cuenta con todas las características de un “hombre ideal” (buen padre, amable, divertido, exitoso), el ex esposo Bruno es el opuesto total (ambicioso, arrogante, mujeriego). Sin embargo, Diane en su momento eligió a Bruno para después darse cuenta de que había sido un grave error, mientras que durante toda la película se cuestiona su relación con Alexandre únicamente por su peculiar tamaño.

Se trata así de una comedia bastante predecible y simplona que pasará como cualquier otra, con personajes sencillos y secuencias ya vistas demasiadas veces en cualquier otra película del género. De esta forma, aunque la película se puede ver e incluso llegar a disfrutar para pasar una tarde de cine, la realidad es que no aporta nada más que un par de carcajadas, lo cual hay que reconocer que no es algo necesariamente malo. No obstante, es importante puntualizar que la cinta falla en su intento de despertar la reflexión en el espectador acerca de la discriminación por defectos físicos, ya que aporta muy pocos argumentos para ahondar en el debate, cayendo inclusive en una especie de doble moral por la elección de un Jean Dujardin “digitalizado” para interpretar a Alexandre o ¿Acaso no había actores de corta estatura disponibles para interpretar el papel?

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El argumento es bueno, es graciosa y entretenida, pero tiene un defecto tan grande que es imposible pasarlo por alto...El efecto óptico para hacer pasar por enano a un hombre de 1,80 es lamentable, es peor que el de las series de los ochenta. No entiendo por qué no cogieron como actor a un enano de verdad, hubieran trabajado menos y hubiera quedado mejor.

Basada en el éxito argentino de 2013 ‘Corazón de León’, escrito y dirigido por Marcos Carnevale (Elsa & Fred), ‘Un hombre a la altura’ es solamente una trasposición a la francesa de la misma historia, sin aportar nada nuevo.

Diane (Virginie Efira) recibe una llamada de un desconocido que ha recuperado su teléfono olvidado esa misma tarde en un restaurant, el tipo dice llamarse Alexandre (Jean Dujardin), y mide alrededor de 1.40 metros, él consigue invitarla a comer para hacer la entrega del teléfono en una cita que termina en una inesperada aventura lanzándose en paracaídas desde un avión.

Diane, abogada separada de su marido quien es a la vez su socio en su despacho, empieza a notar que de a poco se ha enamorado de Alexandre, pero los inevitables prejuicios se hacen presentes y lo complican todo.

Esta versión francesa no se aparta nada de los vicios de la original argentina, ambas desde el inicio intentan conseguir la empatía del espectador para con el personaje “bajito” colocando a un actor de tamaño “normal” para interpretarlo.

Además, tanto la original como la francesa que nos ocupa, promulgan al espectador una máxima que indica que la herramienta principal para sobrellevar las penas causadas por una insuficiencia física es el dinero y nada más, así como también sirve para que una bella dama se enamore ciegamente de cualquier tipo que lo posea.

Así, la película transita entre situaciones algunas verdaderamente cómicas y otras forzadas a partir del escarnio de su protagonista, con una factura un tanto menos televisiva que la original, y algunos ligeros cambios apenas perceptibles propios de la adaptación, pero que tampoco consiguen transgredir más allá de su propuesta.


http://tantocine.com/un-hombre-a-la-altura-de-laurent-tirard/

Al verla, uno se pregunta...partiendo de la técnica ya conocida...¿cómo no se ha hecho esta película ya antes?. ¿Cómo es que nadie había pensado en esta historia?.
De dialogo a veces hilarante, y con golpes de humor efectivos, se deja ver y entretiene, salpicando el metraje de un surtido de sonrisas e incluso carcajadas.
La historia no es nueva, nos la han contado mil veces y otras tantas han de venir... la diferencia es el tono y el cómo.
Porque aunque todos seamos únicos y distintos...en el fondo todos nos parecemos...
Divertida.

Una película que muestra como es la sociedad de hoy en día ,en los valores de la sociedad de hoy en día, el tener que ser aceptados socialmente y en no ser distinto a lo que marcan los estatus sociales que nos vende la televisión y la sociedad.
Gran película que a título personal me ha emocionado y en la que muestra que la cascara no es lo que cuenta, sino lo que hay en el corazón.