Buscando el norte (Serie de TV)

Lo primordial, y lo que yo considero más importante en cualquier producción audiovisual, es que no me genere vergüenza ajena cuando no se busca hacerlo. Desgraciadamente este no es el caso de la nueva serie de Antena 3, porque no para de producirse una y otra vez.
Decidí dar una oportunidad a esta nueva serie, pero tras el visionado del tercer capítulo mi conciencia me impide seguir viendo semejante basura.
Soy uno de esos tantos jóvenes que ha emigrado a Alemania, donde resido, en busca de nuevas fronteras y expectativas, y la serie da una pésima y estereotipada visión del choque de culturas hispano-germanas. Cada "gag", cada chiste, se basa únicamente en la exposición tosca y gratuita de un cliché tras otro (cliché a "cascoporro"), llegando a producir el hastío sumo y, como ya he dicho antes, la total vergüenza ajena.
La serie da una impresión despectiva tanto de los españoles como de los alemanes, llegando a encasillar a los primeros como auténticos idiotas y a los segundos meramente como señores rectamente cabreados. Cualquiera que haya cruzado más allá de los Pirineos sabrá de sobra que las cosas no son así, ni la gente tampoco. Llega un punto en que deseas que a los personajes (más planos que mi tabla de planchar) les devuelvan a España por Seur lo más rápido posible y que sean reemplazados por gente que a la que al menos le dé el riego cerebral para poder llegar al final del día de una forma más o menos apañada.
Técnicamente hablando, la iluminación es vulgar, para nada un complemento a la narración y la interpretación muy pero que muy desacertada, salvándose (por minutos) algún que otro actor más veterano, aunque el guion, por supuesto, no les ayuda en absoluto. Mención especial para la "nueva hornada" de actores jóvenes y, sobre todo, a los personajes de Álex, su pareja y el chico pelirrojo, cuyos personajes son manidos, simples y malos hasta hartar y cuyo trabajo actoral da la impresión de que consiste en leer el "Teleprompter" del telediario.
En resumen, una serie mala más promocionada hasta la saciedad por su cadena y demás asociadas a la misma.

Serie cómica, basada en las diferencias de todo tipo entre alemanes y españoles, que emigran al país teutón.
La serie está llena de clichés, topicazos y exageraciones en cuanto a estas diferencias. Hay personajes que rozan lo absurdo en sus interpretaciones, como Antonio Velazquez, de protagonista, Elisa Mouliaá Goizalde, entre otros.
El argumento es tan predecible, que a veces cuesta imaginarselo a uno mismo.
Si que destaco a Belén Cuesta, a Kimberley Tell, porque veo un desarrollo en sus personajes y no tienen a la sobreactuación. A Manuel Burque, de quien no conocía nada, y que en ese papel de caradura me ha parecido gracioso. Y a un Luis Zahera que borda su personaje de padre golfo. Los planos de la bonita Berlín ha sido otro motivo que me ha hecho acabar la serie.
En definitiva, lógico que no tenga 2 temporada, y una pena que con lo aprovechable que fue la película de 2015 la serie no sea de la misma manera.

Crítica: Siete Salas

Antena 3 comienza la nueva temporada de estrenos de series y lo hace con su apuesta más fuerte. Buscando el norte es la adaptación a serie de la película que arrasó en taquilla Perdiendo el norte.

Creada entre otros por Nacho G. Velilla, entre sus muchos éxitos destaca por haber dirigido la tan famosa serie Aida. Producida por Producciones Aparte encargada de películas como la propia Perdiendo el norte, Que se mueran los feos o Fuera de carta.

Siguiendo la linea de esta exitosa película la serie se desarrolla utilizando el paro, el fracaso en la búsqueda de "una nueva vida". Alex y Carol no tienen nada que perder. Sin empleo, sin casa y sin metas, el exilio a Alemania es su última búsqueda desesperada de trabajo.

Buscando el norte peca de ser una serie costumbrista. Sin innovación. Personajes prototipo que cualquier profesor enseña a través de manuales a sus alumnos.

Las series de comedia en España pecan del mismo problema que tiene la ficción dramática, con el añadido, del curioso mal cuerpo que te entra en el cuerpo ante aquel que se quiere hacer el gracioso y no puede.

Iluminación amplia. No utilizada con un sentido artístico, solo como elemento técnico necesario. Tramas, personajes, diálogos... Todo está enfocado en un target amplio y es que el humor con moderación no entra. El humor por definición es locura y explorar los extremos.

Y a veces el papel de los actores no es el mejor. La sobre actuación de Antonio Veláquez en el papel de Alex ronda el absurdo y Belén Cuesta evoluciona a lo largo del capítulo de forma clara y muy buena, en lo que es su adaptación del teatro al cine.

Porque Buscando el norte es una lata de atún. Un refresco de Coca-cola. Un vaso de caña. Es un producto hecho a medida para su explotación comercial que no cuida los elementos artísticos creando un elemento de pura mediocridad.

Crítica: Siete Salas
http://www.sietesalas.com/?p=798

Llevo varios meses viviendo en Berlín, y un par de años en Alemania. Sólo puedo decir que me parece una serie muy entretenida, es una comedia muy agradable con muchos personajes que, para mi sorpresa, me gusta ver en pantalla.

Está llena de sátiras y exageraciones, y se ridiculiza y se llevan al extremo muchas tradiciones y rasgos de estas dos culturas. Pero he ahí la comedia. Desde mi punto de vista, muy recomendable.

A raíz del éxito de la divertida comedia "Perdiendo el norte" (2015) nos llega una especie de versión televisiva con la misma idea pero distintos personajes y situaciones, es decir, "Buscando el norte" (2016). No en vano, ambos productos comparten en la dirección a Nacho G. Velilla. Lo más curioso de todo es que cuando vimos la película una de las reflexiones que hicimos fue que había material para rodar una serie, a ser posible con los Yon González, Julián López y Blanca Suárez originales, entre otros, cosa que en cierto modo han acabado haciendo poco después aunque con otro reparto. En cualquier caso, la serie empezó con fuerza y quedó pendiente para una segunda temporada que al final ha quedado en el limbo al cancelarse su renovación. Al final, ocho capítulos, 15,3% de share y cierre abrupto.

Sea como fuere la serie va de dos hermanos que emigran a Alemania, a Berlín, para buscarse la vida pero, aunque empiezan con mal pie, terminan encontrando también el amor. A mi parecer es una serie regular, aunque por momentos es graciosa. En este sentido, yo destacaría a Ulrique (Kimberley Tell), que a lo tonto tiene sus puntos, a Adela (Silvia Alonso) y sobre todo a Carolina (Belena Cuesta, que tiene una vis cómica muy notable), que nos deja los mejores momentos de la serie. El resto, pues tampoco lo hace mal si bien a alguno lo veo muy desubicado en el género de comedia. Muchos critican la sobreabundancia de chistes sobre clichés y tópicos germano-hispánicos, algunos directamente como si los teutones fueran sin remedio unos nazis totales, pero a mí lo de los estereotipos sí me hace gracia.