Mi mejor enemigo

A muchos les puede parecer ridículas algunas escenas, pero yo estuve en el ejército de Chile y los oficiales y suboficiales de aquella época relatan con bastante prudencia que se daban hechos “ridículos” como lo podrían clasificar entre ambos bandos.
Muchos soldados se encontraban tan cerca que podían comunicarse, no se confundan porque eso no es una exageración o fantasía, eso pasó... y probablemente en algún momento quizás hasta el tango y la cueca salieron al baile (que irónico) en el hecho real.

Bastante acertada y la puesta en escena... ufff excelente, desde el fusil hasta el lenguaje está bien preparado.

No es excelente pero sí es superior a muchas otras películas que abordan temas similares o distintos.

Pd: La guerra no es la solución a nada...

Haciendo alusión a la primera crítica.
Creo que estuvo muy bien por parte del director zafarse de estos dictadores y sus dictaduras que muchas son las películas que tratan de esto y bastante ya se ha exprimido el limón y seguramente se seguirá exprimiendo.
Esta película es de otro toque, anda en su propia vereda no en la que todos suponen que debería andar.
En relación a la película. Se hace muy fácil de ver por su naturalidad. Anda bien en los tiempos y los actores hacen su trabajo de buena manera contándonos la trama de la historia.
En esta película amigos míos el tema se centra en lo humano, en el simple individuo. No en ambas dictaduras que de ellas tenemos películas hasta para regodearnos, cansarnos o hastiarnos. Elija la alternativa que más le guste.
Este fragmento es lo que es y así está bien.

Es casi perfecta, maravilosa. Un film de un antibelicismo muy inteligente.
La puesta en escena es sobria, sin artificios.
Algunas cosas recuerdan "La vaquilla" de Berlanga. Tiene la misma fuerza narrativa o quizá aún mayor.
También es muy emotiva y humana. Preciosa, en definitiva.
Es cine para minorías. Hollywood debería aprender de estas películas.

¿Por qué una guerra por nada? Pues por el conflicto militar armado por tres islotes no poblados (la Picton, la Lennox y la Nueva), entre Chile y Argentina. Esta película trata de dos bandos contrarios que se encuentran frente a frente desconociendo su ubicación o rumbo, que poco a poco se van conociendo y formando una entrañable amistad. Una espectacular película que representa la amistad que surge entre los soldados en el frente.
Al fin y al cabo todos somos argentinos sin rumbo y chilenos sin brújula.

Con el conflicto fronterizo que Chile y Argentina protagonizaron en la Pampa en 1978 como pretexto, Alex Bowen articula un drama bélico con el fin de denunciar el sinsentido de la guerra. El recurso argumental está sobradamente trillado, aunque surte efecto si es llevado con elegancia, como es el caso. Junta a un número reducido de soldados de los dos bandos en contienda, ponlos en una situación extrema de supervivencia y oblígalos a cooperar, a convivir y a conocerse. No hay duda, el humanitarismo, la empatía y la concordia prevalecerán sobre el patriotismo, el odio irracional y los intereses bélico-estratégicos. John Boorman ya lo hizo en Infierno en el pacífico, así como el bosnio Danis Tanovic en la más reciente (y oscarizada) En tierra de nadie.