La ladrona, su padre y el taxista

En su época dorada, que podríamos acotar entre finales de los 40 y finales de los 70, el cine italiano alcanzó cotas de brillantez y popularidad inusitadas, que lo hicieron conocido en el extranjero, y de paso también a sus artistas. Una faceta de ese éxito, y en modo alguno menor, cabe atribuirla a la excelente comedia desarrollada por directores como De Sica, Monicelli, Risi, etc. Creo además que los rasgos característicos de estas comedias siempre se han adaptado a la perfección a los gustos de los espectadores españoles, pues no en vano Italia y España comparten no pocos rasgos históricos y culturales; de hecho, muchas de nuestras mejores comedias podrían pasar por italianas, y viceversa, y abundando más en esta apreciación, no puede ser casual que algunos de nuestros títulos humorísticos más considerados se inspiren directamente en modelos italianos ("Atraco a las 3" con "I Soliti Ignoti"), o que otros hayan sido realizados por directores de aquél país (pensemos en las películas de Ferreri).

Blasetti, cuya otra obra más conocida es "La Corona de Hierro", logró aquí su película más popular con esta divertida historia de enredo entre un taxista y una peculiar familia de ladrones. Pródiga en situaciones cómicas, algunas muy bien resueltas, como los constantes embotellamientos y accidentes que sufre el taxista en su persecución de los ladrones, o la soberbia secuencia de la comisaría, verdaderamente genial e hilarante. Las virtudes de estos filmes se basan, aparte del humor en sí, en su facilidad para conectar con aspectos populares de la sociedad de su tiempo, y a la hora de concebir personajes a un tiempo entrañables y divertidos, que enganchan absolutamente al espectador.

El trío protagonista, muy bien apoyado por los excelentes secundarios, es de una calidad incuestionable, brillando tanto De Sica, en su papel de ladrón fino, caballeroso y resabiado, como Mastroianni, que encarna a un entrañable y atribulado taxista sobre el que recaen todas las desgracias. En cuanto a Sophia Loren, creo que está correcta, pero temo no ser muy objetivo, pues es de esas actrices cuya belleza desarma al espectador, que queda atontado ante su presencia (como el resto de personajes de la película, por otro lado), circunstancia que también suele ocurrirme con Claudia Cardinale. En todo caso, ninguno hubiera brillado sin el estupendo guión, que crea situaciones siempre divertidas, con algunos diálogos y frases notables, sobre todo aquellas en las que interviene el personaje de De Sica.

Bien realizada, sin perder ritmo, y con un tono que recuerda un poco a "Guardias y Ladrones" de Monicelli y Steno, incluye además un homenaje a un título clasico del género negro ("Pick-up on South Street", "Manos Peligrosas", de Samuel Fuller) que toda la familia y el taxista ven en un cine. Un filme muy entretenido, y tristemente, ejemplo de un género hoy en declive, también en Italia.

Buenísima. Fresca, chispeante, con diálogos rapidísimos, disparatadas situaciones cruzadas y un trío de protagonistas (Loren, Mastroiani y de Sica) inmejorables. Una delicia.

Comedia disparatada en el año del lanzamiento de una jovencísima Sofía Loren, que seduciría al mundo en las décadas posteriores, con su cuerpo escultural y explosivo, y su cara hiper sexy. Debió ser una bomba en aquel momento encontrarse a una mujer así en pantalla, desnudándose tras un arbusto y bañándose en el mar con su bañador. Por un momento pensamos que vamos a verla como su madre la trajo al mundo.

En lo sucesivo, vemos una trama MacGuffin deshilado e histriónico, con Mastroiani ingenuo de cuna, que solo se ve atraído sexualmente por la diva, al principio, y luego por sus regalos caros (y robados).

Los pelos en los sobacos de Sofía llaman la atención, y como escena, la de la abuela tomando café y robando la cartera del taxista.

En general, entretenida, es agradable ver Roma en blanco y negro (el mercado de Trajano), el Coliseo y el Foro Romano. Hace poco estuve por allí y he podido ver ciertos vicios que aún guardan los Itálicos en sus genes.

Perfecto exponente de las alegres comedias transalpinas que tantas alegrías dieron al celuloide. Alessandro Blasetti sabe que tiene a una pareja con química, nada menos que la formada por Sophia Loren y Marcello Mastroianni, dos estrellas que pueden brillar por separado pero alcanzan el máximo juntas. La primera hará las veces de la pícara hija de un oportunista, mientras que el segundo es un honrado taxista romano que se verá envuelto en mil líos por la atractiva joven con la que cruza caminos.

En un papel de secundario de lujo, Vittorio De Sica da su presencia y elegancia al padre de la chica, brindando, nuevamente, una actuación formidable. La gracia del asunto en el género picaresco es conseguir que el delincuente tenga humanidad y gracia, algo que él logra de manera solvente. Su escena en la comisaría es inolvidable, demostrando esa capacidad que siempre tuvo este artista para lograr la empatía de la audiencia.

Tiene ritmo y cuestiones que, afortunadamente, hoy han sido superadas. Poniéndola en contexto, es una comedia simpática y con un punto sexy que le sienta muy bien al asunto, para ver con ligereza y sabiendo que la propia cinta no comete el error de tomarse a sí misma demasiado en serio.

Logra arrancar una sonrisa en muchas escenas.

Simpatiquísima comedia italiana que aborda la vida de una familia de ladrones, un padre (un Vittorio de Sica enorme) y su hija (una Sofia Loren, de una sensualidad desbordante) como puntales que traen por la calle de la amargura al pobre Marcelo Mastroianni, el taxista de la función. Llena de picaresca y de un humor que te hace siempre mantener la sonrisa. Una delicia.