Herida

¿Otro drama deportivo con el subtexto de la reinserción y la superación personal? Aparentemente nada que no hayamos visto con anterioridad, resuelto con mejor fortuna (y también peor, ojo) con la firma de John G. Avildsen.
¿Otro drama deportivo con el subtexto de la reinserción y la superación personal con protagonismo femenino?
Aparentemente nada que no hayamos visto con anterioridad, resuelto no ya con mejor fortuna, sino jugando en otra liga, por el maestro Eastwood.
¿Otro drama deportivo con el subtexto de la reinserción y la superación personal con protagonista femenina que carga con su churumbel?
Aparentemente nada que no hayamos visto con anterioridad, resuelto no con mejor fortuna -sino estando, nuevamente, a otro nivel- por Franco Zeffirelli (aunque tuviese un protagonista masculino).
¿Otro drama deportivo con el subtexto de la reinserción y la superación personal en un escenario urbano y afroamericano? Aparentemente nada que no hayamos visto con anterioridad, resuelto con igual suerte (dicho esto como un cumplido) que Ryan Coogler en el bautismo de Michael B. Jordan como sucesor pugilístico de Rocky Balboa.
Y me disculparéis (o no) por recurrir tan descaradamente al cortapega léxico y argumentativo para definir un debut tras la cámara de Halle Berry que, sin soslayarle una más que meritoria capacidad para no resbalar en lo artificioso ni en la sensiblería; también corta, pega y va picando aleatoriamente de los referentes anteriormente citados, solo que manteniendo incólume, dicho sea de paso, un grato tino narrativo para ésta la ópera prima de una realizadora que, espero, goce de más oportunidades dirigiendo.
'Herida' (2021, Halle Berry) no es, ni muchísimo menos, un desperdicio.

*Una historia clásica de resurgimiento

En Herida (Bruised) volvemos a encontrarnos con un relato de caída en desgracia y redención, en este caso protagonizado por una luchadora. Y es que Jackie (Halle Berry) fue una gran luchadora de MMA, capaz de mantenerse invicta durante diez combates consecutivos. Una situación que le labró un reconocimiento deportivo que, sin embargo, ya casi nadie parece recordar. Es por ello que vemos como Jackie malvive en una Nueva Jersey oscura y sucia, junto a su pareja y representante. Un tipo puertorriqueño, alcohólico (como ella) y con muy pocas luces para encauzar la carrera de nuestra protagonista.

Una posición desesperada que dará un vuelco tras la aparición de Manny, el hijo que Jackie abandonó y que con seis años entrará repentinamente en su vida. Y junto a él, se sucederán las noticias esperanzadoras, otorgándole a Jackie la oportunidad de volver a encerrarse en la jaula para luchar por el campeonato mundial. Un reto muy complejo, para el que tendrá que prepararse a conciencia de la mano de Bobbi, una curiosa entrenadora aficionada a la meditación. En un devenir que recuerda, irremediablemente, a otras cintas del género como la icónica Rocky (1976). Aunque desde una óptica femenina pocas veces vista, más allá de cintas como Million Dollar Baby (2004).

*Cambiando de perspectiva

Y es que posiblemente sea ese cambio de perspectiva, el mayor acierto de Herida. Nos están contando una historia muy vista, de la que nos vamos esperando la mayoría de los acontecimientos, pero desde una mirada femenina. Una mirada, además, de una mujer afroamericana, adicta y a la que se podría tildar de mala madre. Es decir, una luchadora con gran lastre a sus espaldas que tendrá que partirse la cara doblemente para alcanzar aquello que anhela.

Todo ello sin juzgar en exceso al personaje y desmitificando un tema tan tratado como el de la maternidad. Porque más allá de ponerse en forma y entrenar, Jackie tendrá que aprender a ser madre. Una tarea mucho más complicada, que el más extenuante de los ejercicios, al que Jackie se acerca desde el trauma. Un trauma que la película desarrolla muy poco, pero que surge de una relación doliente con una madre pasota y nada protectora.

En definitiva, igual que ahora se habla mucho de las nuevas masculinidades, podría decirse que la cinta nos presenta otras formas de ser mujer. Dando incluso cabida a otras formas de amar, que encarna el personaje de Bobbi. Una figura enigmática y atractiva que podría haber recibido más atención en el desarrollo del guion.

*Concebida para el lucimiento de Halle Berry

Porque parece que Herida (Bruised) ha sido creada pensando, casi, únicamente en el lucimiento de Halle Berry. Obviamente es entendible que Berry en su incursión tras las cámaras haya querido apostar por un vehículo de lucimiento, de esos que tanto pueden gustar a los académicos. Pero si las fuerzas se hubieran dispersado un poco más el conjunto hubiera brillado con más fuerza. A pesar de ello el trabajo de Halle Berry demuestra que es una actriz potente, capaz de pasar de la vulnerabilidad y el desamparo a la fuerza bruta. Sobresaliendo en cada uno de los planos cortos que se autorregala, casi siempre con el rostro desfigurado. Y siendo capaz de imprimir cierto pulso cinematográfico, con una lucha final que lleva al espectador a sufrir, casi, en primera persona los golpes.

No obstante, Herida (Bruised) resulta excesivamente larga en mi opinión (129 minutos), con situaciones que se repiten y parecen no fluir, fruto de un guion que no está acorde con el trabajo de la protagonista. Todo, como ya hemos mencionado, resulta muy previsible y se echa de menos algún otro personaje secundario de mayor calado. Una situación que la cinta pretende remediar con la relación que se establece entre Jackie y su hijo de seis años, aunque de nuevo no destaca por su originalidad. Con algunas secuencias un poco forzadas, salvadas gracias a Berry y la expresiva mirada del niño, toda una sorpresa.

*Conclusión

Así que en resumen, Herida (Bruised) puede definirse como una cinta de factura clásica sobre segundas oportunidades. Con una luchadora de MMA caída en desgracia que tendrá que aprender a ser madre, a la vez que se prepara para competir de nuevo. Una historia mil veces contada, que se sustenta en su novedoso punto de vista.

Y es que estamos ante una historia protagonizada por una mujer, afroamericana y a la que se podría definir como mala madre. Siendo este nuevo enfoque el que puede acercarnos a la pantalla para dejarnos llevar por una historia imperfecta y en ocasiones predecible, liderada por una visceral Halle Berry.

Escrito por Laura Tabuyo Acosta

No es la mejor película del catálogo de Netflix pero se deja ver. La recomiendo, no por original (que evidentemente no lo es), sino porque a pesar de su duración entretiene, pero no puede quitarse la rémora de ser una revisión del clásico Rocky.

La historia funciona a medias y dónde la cinta destaca es en sus escenas de lucha. Como supongo que si te gusta el cine has visto la cinta de Stallone, no hay nada más que añadir. En spoiler te dejo las comparaciones con la original y, si bien, no creo que sean spoilers no lo leas si no has visto Herida. Pero vamos, que es como coger el cuento de Cenicienta y hacer un Ceniciento. Le planto un 6 por las actuaciones.

Una película correcta, y por supuesto adecuada, para el entretenimiento básico domiciliario que nos ofrece la plataforma Netflix.

Posee una estructura firme, de coreografías bien diseñadas en las peleas. El ejercicio donde se mezclan la parte emocional-maternal, resulta manoseado, obvio, visto... ya no provoca lo que pretende.

En resumen: recibimos todo lo que el género puede ofrecer y el público espera, aún debiendo admitir que lo entrega carente de frescura e ideas novedosas.

Mi nota seria un 4,5

Primer titulo de Halle Berry como directora en el que ella misma se emplea a fondo físicamente para meterse en el papel de una luchadora de artes marciales mixtas, un reto a su edad y una interpretación profunda para este drama que conmueve pero no aporta nada nuevo al genero. Hay varias películas muy parecidas y alguna con protagonista femenina, que son bastante mejores, sin ir mas lejos Million Dolar Baby o El luchador. Las comparaciones son odiosas pero Herida abusa demasiado de los tópicos, aunque tiene buenas interpretaciones y buenas escenas de lucha, el resultado es bastante previsible.

Supongo que Mrs. Berry se ha ganado el derecho a jugársela con un proyecto propio tan exigente como este, después de cuarenta años de carrera.