En un lugar de la Manga

Qué década tan prolífera para el cine los 70. Grandes títulos quedarían para el recuerdo marcando la historia para siempre. "El Padrino", "Tiburón", "La naranja mecánica", "El golpe", "Alien", "Taxi driver", "Chinatown"... son sólo algunos de los éxitos que se cosecharon por aquel entonces. Y no sólo fueron tiempos de gloria para la industria cinematográfica, la música también había vivido uno de los grandes hitos del siglo XIX: Woodstock, festival del que en estos días se celebra el 40 aniversario, donde miles de personas bajo el lema de paz y amor reivindicaban un absoluto rechazo por la guerra de Vietnam al ritmo de Jimmy Hendrix, Santana y Jefferson Airplane, entre muchísimos otros. ¿No se les expande el alma ante esta revolución cultural?

Mientras tanto, en España, la situación era un pelín diferente. Aquí se cocían títulos de la talla de "No es bueno que el hombre esté solo", "Adulterio a la española", "La descarriada", "Unos granujas decentes"... y entre ellos "En un lugar de la manga".

Hagamos un paréntesis y remontémonos a los 90, época de mi tierna y triste infancia, donde servidora suspiraba por los huesos de Manolo Escobar al son de una vieja cinta de cassette mientras cocinaba bajo un gran álamo sopa de barro, ramas y hojas en un cubito de playa. Qué ingenuos son los niños, ¿no les parece? A esa edad, este varonil individuo de negro y espeso pelaje, grandes entradas y pantalones sobaqueros era lo que se podía considerar como un hombre "de los de verdad". Aquella historia de amor platónico entre Manolo y yo duró lo que el verano en extinguirse y la cinta en rayarse. Guardaba esta imbécil anécdota para el momento propicio, ya fuese una tarde tonta o un momento de borrachera entre amigos, exactamente como éste, y, si cuento esto, es porque a pesar de que el príncipe azul se me volviese rana, no puedo evitar guardarle un nostálgico cariño.

Una importante inmobiliaria propone la ampliación de una urbanización que tiene en la costa de La Manga del Mar Menor. Para ello necesita comprar los terrenos a diferentes propietarios, todos los venden, excepto dos fincas: la de la 'solterona' Angustias Rodríguez (Gracita Morales) y otra de Juan (Manolo Escobar) y su abuelo (Joaquín Roa). Eso es porque la empresa envía a dos principales oficinistas (José Luís López Vázquez, Manolo Gómez Bur) y a una secretaria (Concha Velasco) a negociar para conseguir los terrenoa a cualquier precio.

Se trata de una alegre, entrañable y entretenida comedia musical española, ordinaria pero bien realizada por Mariano Ozores y decentemente producida por Alfredo Fraile, un camarógrafo habitual, y en ocasiones productor que financió la mayoría de las películas protagonizadas por Manolo Escobar. La historia aborda de fondo los problemas de la especulación urbana en los territorios costeros en la época del boom turístico, con el respectivo intento de enriquecerse de las empresas inmobiliarias. De hecho, se pueden ver los espacios apenas urbanizados de La Manga del Mar Menor antes de la explosión urbanística con los gigantes edificios. Se trata de una película divertida y graciosa, en el estilo propio de Mariano Ozores, y en la que destacan los fabulosos actores principales y secundarios. Mención especial para José Luís López Vázquez que aquí está sublime, junto a varios familiares secundarios , tales como: Joaquín Roa, Rafael Hernández, Goyo Lebrero, Álvaro de Luna, José María Tasso, José María Caffarel y Luis Sánchez Polack-José Luis Coll, ¨Tip y Coll¨ realizando su habitual show cómico.

Es una viva y optimista comedia a la que hay que sumar los atractivos números musicales a cargo de Manolo Escobar. Esta es una historia atractiva desarrollada con sencillez y delicadeza y con los exteriores soleados y brillantes fotografiados por el camarógrafo Emilio Foriscot desde Madrid y el Hotel Galúa, La Manga del Mar Menor, Urbanización Dos Mares, La Manga del Mar Menor, Murcia, todos estos lugares brindando muchas oportunidades de cantar. El papel principal "Juan" lo desempeña él mismísimo Manolo Escobar de manera estupenda, se puede decir que está perfectamente adecuado a su medida. Por supuesto, Manolo Escobar roba el show como un popular cantante al estilo español. Aquí Manolo interpreta atrapantes temas, algunos de ellos compuestos por el músico Adolfo Waitzman, tales como: ¨Viva el sol de España¨, ¨A la lima y al limón¨ escritas por Rafael de León y Manuel L. Quiroga, ¨Guitarra con alma¨ escrito por Alejandro Cintas y Rafael Jaén, ¨Así soy yo¨, ¨Moderno pero español¨ escrito por Juan Gabriel y Manolo Escobar y el famoso ¨Mi carro¨ escrito por Alejandro Cintas y Rafael Jaén interpretado por Manolo Escobar

El gran Manolo Escobar empezó a tocar la flauta y el piano en sus primeros años. Cuando tenía 14 años se trasladó de Almería a Barcelona con sus hermanos, trabajando como aprendiz en diversos oficios. Inició su carrera en el mundo del espectáculo entre Badalona y el barrio rojo de Barcelona (actualmente conocido como El Raval), con el grupo Manolo Escobar y sus guitarras. Sus hermanos eran guitarristas que lo acompañaron en el escenario al inicio de su carrera. En el grupo también estaban sus hermanos Salvador y Baldomero. Siendo hermano de los actores Baldomero García Escobar, Juan Gabriel García Escobar, Salvador García Escobar y de los compositores José María García Escobar y Juan Manuel García Escobar. Posteriormente, cuando el grupo empezó a tener éxito, se unió Juan Gabriel, otro hermano. Juan Gabriel y su hermana, María José, escribirían más tarde canciones para el grupo. En 1959 Manolo conoció a la alemana Anita Marx, con quien Escobar se casó. Se casaron en Colonia, Alemania, sin saber hablar el idioma del otro. Estuvieron casados durante 53 años hasta su muerte. Adoptó a su hija Vanessa y le dedicó la canción "Mi pequeña flor". En 1962 salta a la fama con Canciones del maestro Solano, su debut en Madrid y Barcelona, y el estreno de la película rodada en la localidad de Arcos de la Frontera (Cádiz): Los Guerrilleros. Protagonizó numerosas películas como cantante notorio, tales como: Me has hecho perder el juicio, Entre dos amores, Me debes un muerto, En un lugar de La Manga, Juicio de faldas, Relaciones casi públicas, El padre Manolo, Un beso en el puerto , Mi canción es para ti , Pero... ¿en qué país vivimos? , La mujer es un buen negocio , Eva, ¿qué hace ese hombre en tu cama?, Cuando los niños vienen de Marsella , Donde estará mi niño , entre otros. Manolo Escobar escribió y cantó canciones exitosas y populares, como: Mujeres y vino, La Minifalda, Mi carro, Que guapa estás, Soy un hombre de campo, El Porrompompero, Ni se compra Granada. Y cantó su grabación principal: "Y Viva España", lanzada en 1973, vendió aproximadamente 6 millones de copias, lo que lo convirtió en uno de los artistas discográficos más vendidos de España. Incluso cuando la popularidad del género copla estaba en declive, Escobar encabezó las listas de ventas de discos y fue uno de los pocos artistas que tenía su propia compañía y espectáculo.

1970: la ideología de los estertores del regimen fascista nacional católico español es difundida a través del cine y tiene por objeto en "En un lugar de la Manga" dar su aprobación a la especulación urbanística en el Mediterráneo. En este filme, encuadrado en la mediocridad del género de la españolada, tan de la época, los valores y las virtudes tradicionalistas del "buen macho español", encarnadas en Manolo Escobar,... (continúa en el spoiler)

Una ocasión perdida.
La idea no era mala, un bizarro galán español "chapado a la antigua", Juan (Manolo Escobar), con la guitarra y sus canciones por lanza, las patillas y el pelo engominado a modo de bacía de barbero o yelmo de Mambrino, a lomos de un mehari a falta de Rocinante (del Carro de la canción solo queda una rueda, eso sí, redonda), embistiendo, el solito, contra los molinos de viento de las torres de apartamentos de las playas del Mar Menor, y dando mandobles a los malandrines de las empresas inmobiliarias que las levantan, Don Felipe (L. Vázquez) y Garralla (G. Bur).
Mientras la bella Alicia (C. Velasco) hace de una atractiva Dulcinea y la soltera Angustias (G. Morales) de vulgar Maritornes. A falta de un Sancho Panza, dos, Tip y Coll, que "trabajan" de operarios en la fábrica de lanzas, digo de guitarras de Juan.
Sustitúyanse las novelas de caballería por el libro de las cuarenta hojas que con gran destreza maneja Juan.
Y sin embargo Ozores nos trae una comedia playera de lo más soso, con las inevitables "suecas" y el "salido" machó ibérico una vez más interpretado por un sobreactuado e histriónico L. Vázquez.
Sin ser santo de nuestra devoción lo mejor viene de la mano de Manolo Escobar que tiene una interpretación de lo más digna. Canciones aparte, que te pueden gustar más o menos. Bien asimismo Conchita que está muy guapa.
España está volcada en el turismo internacional y todo vale para vender "el sol de España". Incluso una película floja como esta que parte de una buena idea pero que pronto se desinfla.
Otra cosa hubiera sido con un final como el que regalamos en spoiler.
Recomendable para fans del gran Manolo de España y de Conchita Velasco, que los siguen teniendo ambos; de Ozores no creo que quede ninguno. Abstenerse eso sí los de López Vázquez que está impresentable.
También pude gustar a los murcianos que quieran recordar La Manga antes del turisticidio.

Mariano Ozores no ha ligado dos escenas buenas en toda su filmografía. En ésta tiene el honor de dejar en ridículo a López Vázquez. Un horror de comedia, escrita en servilletas de bar de las de antes en un pispás. ¿Qué es lo mejor?. Lo que pensaba que iba a ser peor: Manolo Escobar.

Es una lucha por hacerse con las tierras, una metáfora de la lucha atávica Murcia contra Cartagena, a boinazos. Fusilados. Manolo Escobar: mi nobleza la buscas cara a cara. Putos cobardes. Si la envidia fuese tiña.

Y sigue Escobar. Una punki: la guitarra consiente en abrazarte, tocarte y acariciarte mucho más que una mujer. A la lima y al limón, te vas a quedar soltera. Y sigue, dale Perico al torno: soy un español del s. XX me río del mundo entero, menos de Dios. Estas canciones son contundentes y tienen un mejor sonido que el Murciana marrana de Pepi, Luci, Bom.

Concha Velasco se salva ella solita, que no es que la ayude nadie. Está guapa y era la perfecta pareja para Manolo Escobar. Si de los cobardes no han escrito nada es porque han podido contarlo, sentencia para salvar a su amor (a ella le gustaba él de verdad y supongo que viceversa..). La pareja del año. Los dos puntos son por ellos exclusivamente.

En el extranjero somos los primeros para hacer turismo, va concluyendo Escobar. Todas vienen pasados los setenta pero rejuvenecen con el sol de España. Da en la diana. Sin complejos, verdades como puños, que Mi carro (también suena) y Que viva España eran los himnos nacionales y ahora es el lololo del himno nacional cuando juega la Roja. Cómo degenera la raza.
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