Madre

Madre es de esas películas que justifican en todo sentido el titulo de "thriller psicológico". Un film que a ratos te tiene mordiendo las uñas y a otros tantos pensando en que pasaría si esto sucediese en tu casa. El trabajo dirigido por Aaron Burns intenta reflejar de manera fidedigna el ambiente de una familia chilena acomodada que cuenta con un "hijo problemático", en este caso, dado por su condición de "autista". Este juego del niño problema y de la madre que busca encontrar soluciones se vuelve el fuerte de la película. Ambos papeles están muy bien desempeñados por Daniela Ramírez y Matias Bassi, y son el eje de una temática que pasa de momentos "cutes" a otros bastantes más tenebrosos.

Difícil de digerir se vuelve a ratos el lento comienzo, lo que es tristemente acompañado por algunas escenas que cuesta entender la decisión que las llevo a pantalla. Aun así, la película logra agarrar ritmo y regalar una segunda mitad que es muy envolvente y novedosa para lo que nos tiene acostumbrado el cine chileno: una intensidad y una complicidad necesaria por parte del público, muy "típicas" del thriller psicológico.

Cabe destacar no tan solo el papel de los dos actor/actriz principales si no también la gran dirección de fotografía que realiza Quercia, en definitiva, el elenco cumple con creces. Quedan muchos desafíos pero también mucho aportado por "Madre" al género en Chile, quedo demostrado de sobra que este tipo "de terror" hace sentido para el chileno en su vida cotidiana y que esta experiencia de cine puede resultarle grata, no en vano es hasta ahora la película con mejor arranque de la cartelera chilena en el año. Habrá que ver que nos depara de ahora en adelante el thriller, pero sin duda "Madre" es una experiencia recomendable y una de las grandes novedades del cine chileno para el 2017.

Hay que decir que el cine chileno esta tomando el primer indicio de su internacionalización , con el gran Pablo Larrain, con una camada de actores y actrices que comienzan a hacer patria fuera de nuestras fronteras y directores internacionales que vienen a realizar películas con puro estilo Chileno, y en el caso de Madre algo de eso tenemos presente.

Hay que decir que Madre no esta para nada mal aunque por momentos tiene sus ripios es una película que termina convenciéndote y te mantienen prendido a ver su desenlace, en gran parte por la gran actuación que tiene Daniela Ramírez que en verdad es el alma de la película, con su gran cambio de personalidad y una potente escena final que da el broche a su completa actuación, dentro de lo que la película propone es algo muy destacable de la bella actriz , también cabe destacar su trabajo de maquillaje y caracterización, además de un buen trabajo de producción, sin olvidar que es Chile donde se hace la película y alguien que conoce el trabajo sabe lo difícil que es hacer cine en este país así que mis respeto.

La película tiene sus ripios que hacen que su guion no termine de convencer del todo, aunque no es novedosa su historia, por momento logra momentos interesantes y algunos giros que son agradables, el resto es una película de genero y que cumple con lo esperado. Una pareja película Chilena que se deja ver y disfrutar dentro de su promedio, así que si aun no la has visto puedes hacerlo ahora que esta en la plataforma netflix, siempre es bueno ver cine Chileno aunque su director es internacional, se siente la fibra chilena.

Madre cuenta la historia de Diana, una joven embarazada, a la que el cuidado de su primer hijo autista, Martín, la tiene abrumada. Su marido pasa largas temporadas trabajando en Asia y cuando Diana está al borde del colapso, aparece Luz, una mujer filipina, que la ayudará en todo. El niño empieza a mejorar rápidamente gracias a la supervisión de la misteriosa cuidadora, con la que sólo se comunica en filipino. Diana empieza a sospechar que Luz está usando la barrera del idioma y el vudú para convertir a su hijo en algo siniestro y convertir su vida en un infierno.

El guionista y director de Madre, el venezolano/norteamericano, Aaron Burns, pertenece al círculo chileno de Eli Roth y Nicolás López, director de Aftershock (2013) (sin comentarios). Este último creó una filial junto a Miguel Asensio Llamas, dentro de la productora Sobras, responsable de títulos como Green Inferno (2013) o Knock, Knock (2015), dedicada exclusivamente a la realización de películas de terror, ciencia ficción o fantasía, orientadas al público chileno, es decir, en castellano y con actores nacionales y latinoamericanos. Madre es el primer trabajo de esta nueva productora y gracias a su inclusión en el catálogo de Netflix, ha conseguido proyección internacional. El dúo de productores espera convertir este lanzamiento de películas de género nacionales en una tradición anual y la verdad que es una gran noticia que el cine de terror chileno y latinoamericano, empiece a tener más notoriedad en un género invadido por la industria norteamericana.

En este thriller psicológico en el que la tensión se palpa ya desde el minuto uno, seremos testigos de la frustración de esta joven madre que ve como algo terrible está ocurriendo delante de sus narices, pero nadie más que ella parece percatarse. Es este aspecto guarda ciertas similitudes con Rosemary’s baby (1968) o con la más reciente, The Invitation (2015), al no saber si es la paranoia la que está invadiendo a la protagonista o es el resto de personajes los que están compinchados y tratan de volverla loca. La realidad de Diana empieza a desdibujarse, a medida que su embarazo avanza y los episodios de fantasía y pesadilla se suceden con mayor frecuencia. Llegados a este punto, no sabremos si Diana es un narrador fiable, ni que derroteros tomará una historia que, por momentos, se va volviendo más y más turbia y hasta nos sorprenderá con alguna que otra escena perturbadora.

La trama de esta película me parece bastante valiente, al mostrarnos la difilcultad que entraña educar a un niño con autismo severo y cómo la madre no tiene reparo en enfrentarse a él cuando éste se convierte en una amenaza. Esta primera parte, en la que se refleja el drama de esta joven embarazada, superada por la situacion con su hijo y totalmente sola, está retratado de una forma muy realista y transmite perfectamente la desesperación y frustación de Diana.

Sin embargo, el gran problema de Madre son las actuaciones de algunos de sus personajes. El primer lugar, el niño, interpretado por Matías Bassi, tiene momentos en los que sus ataques de histeria se ven extremadamente forzados e incluso, hay una escena en la que le tira la comida a su madre y podemos ver como esconde el rostro para reírse. Este tipo de fallos me sacaban un poco de la historia, pero sin duda lo que menos me gustó fue la actuación de Luz, a la que da vida una tocaya mía, Aida. Se notaba que la actriz repetía el texto de su personaje como un papagayo y no le daba entonación o sentimiento a sus intervenciones, lo que provocaba que su personaje no fuese nada creíble.

A esto se le une que alguna de las decisiones de guión no son del todo acertadas. Hay escenas introducidas con calzador en la trama, con la única intención de darle un mayor dramatismo, a la ya de por sí, terrible situación de Diana. Por no contar las múltiples ocasiones en las que la protagonista tiene la oportunidad de demostrar que Luz está tramando algo oscuro, como por ejemplo grabar las coversaciones en filipino que la niñera mantiene con el niño y no limitarse a usar una app que le traduce lo que dice. Sin grabación, no hay delito, amiga. Tampoco comparto las teorías que he leído en algunas críticas, que atribuyen el comportamiento errático de la protagonista, al extress del embarazo y de su dramatica situación. Por favor, que tiene un Iphone y en una sociedad en la que lo fotografiamos y grabamos absolutamente todo, ¿de verdad me tengo que creer que no se le pasa por la imaginación? Lo siento, pero no.

A pesar de todos estos problemas, este híbrido entre Rosemary’s baby y The hand that Rocks the Cradle (1992) se deja ver, más que nada por saber qué es lo que verdaderamente esconde la robótica Luz. Y el final, de esos que pretenden dejarte el culo torcido, es demasiado precipitado y no te explica nada. Mi cara de WTF creo que fue digna de fotografiarse, pero se ve que yo tambien estaba pasando por algun periodo de estrés post-película y yo tampoco la hice. No, si al final voy a entender la inactividad de la protagonista y todo, jajaja.

En definitiva, una película que pone de manifiesto que a este grupo de productores/directores, todavía les queda mucho por pulir en cuanto a guión y elección de casting, pero también hay que reconocer que supone un salto cualitativo con respecto a ese despropósito que fue Aftershock. Tendremos que seguirles la pista y esperar que la cosa mejore.

Primero que todo, el tema de una película no hace que esta sea buena o mala, sino que el talento y genio que contengan todas las partes que la componen, principalmente el guión.
Ahora bien, en mi humilde opinión:

Dirección: reguleque, a ratos derechamente mala.
Guion: aceptable.
Actuaciones: La protagonista, en momentos mala (sobretodo en el comienzo) a medida que avanza la película mejora; el niño y demás, cumplen.
Fotografía: reguleque
Música: En momentos suena una musiquilla que no tiene nada que hacer en esta película; la de los créditos, aceptable.

Después de aquélla cinta titulada "La nana", salta en la oferta del streamline otra chilena un tanto más artificiosa, sin embargo no por eso menos efectiva. Un thriller bien conformado argumentalmente, que va en sincronía y no permite jamás que el espectador sepa del todo bien que terreno pisan los protagonistas, ni que rol juegan.

La historia está dividida de acuerdo a diferentes meses relacionados con la segunda gestación de Diana, una madre que debe lidiar con su primogénito, quien padece autismo. Un día común, ella y el niño salen de compras, pero un evento desafortunado hará que se topen con Luz, una mujer de origen filipino que logra estabilizar los arranques del chico, quien logra entablar comunicación en su idioma y no en español como desearía quien ahora la ha contratado para cuidar de él y recibir toda la atención que erróneamente ella no ha sabido ejercer.

Como pocos thrillers que involucran a una pequeña y acomodada familia, donde las verdades aflorarán en momentos clave, que dejan en claro el egoísmo de las clases acomodadas y la opresión ejercida por ésta sobre las menos favorecidas. La generosidad viste con piel de cordero, los plazos tienen vencimientos; un duelo de clases, razas, intelecto y carisma.

Recomendable.