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The Glass Wall

Drama. Cine negro Peter, un desplazado de la Segunda Guerra Mundial, salta de un buque en el puerto de Nueva York cuando es deportado. Su intención es encontrar a un ex soldado llamado Tom a quien ayudó durante la guerra y poder demostrar su entrada legal en los Estados Unidos. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
10 de junio de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada vez estoy más convencido que hay ciertos actores nacidos para un género o un estilo. Nadie imagina al rocambolesco y genial Cherkasov protagonizando una screwball o a Audrey ejerciendo de femme fatale. Y que me dicen de Bogart, ¿tendría la gracia y el arte necesario para hacer una comedia italiana al lado de, por ejemplo, el gran Albertone? Definitivamente no. Pues esta es una de las razones principales por las que siempre tuve verdadero interés en ver esta “The Glass Wall”. ¿Gassman en el cine negro?...habría que verlo.

Y efectivamente. Gassman está en el Olimpo de los actores pero sonriendo y conduciendo un descapotable por la Piazza del Colosseo. O yendo por las playas de Capri y conquistando preciosas chicas transalpinas mientras suena ese soniquete sesentero tan pegadizo y característico. A lo mejor puede sonar a encasillamiento, puede ser, pero tras ver este film del desconocido Maxwell Shane lo que queda claro es una cosa: Gassman no valía para el cine negro. Aquí interpreta a un húngaro, Peter Kaban, que llega como polizonte a N.Y. en plena fiebre migratoria hacia los Estados Unidos. Una vez en el puerto le será denegada la ciudadanía al no poder demostrar su colaboración con los aliados tras haber abandonado el campo de concentración de Auswitch. Peter huirá entonces del barco adentrándose en la “salvaje” ciudad de las luces de neón y de los clubes en busca de Tom, un ex soldado americano y única persona capaz de dar veracidad a su historia. El dramatismo, la angustia, la carrera contra el reloj o la inevitable sensación de animal acorralado, convertirán el registro de Gassman en una sobreactuación continua que queda muy lejos de la verdadera calidad como actor del italiano. Por el contrario, aparecerán una perfectamente adaptada al medio Gloria Graham interpretando a la desdichada Nancy y una Nueva York poderosa y llena de vida. Las imágenes de la ciudad de los rascacielos amenizan el metraje y se acercan más al documento histórico que a una realización cinematográfica.

“The Glass Wall”, una curiosidad solo para amantes acérrimos del género y cuyos trazos recuerdan inevitablemente a “Odd Man Out”. Pero claro, allí el que huía herido y moribundo era un fantástico James Mason y el que grababa Carol Reed; como ven, palabras mayores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alfie
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8 de abril de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Extraña película de la Columbia que se sitúa en los márgenes del cine negro, ya que pretende tener una elevada carga de reivindicación política y social que no le beneficia mucho, y en la que lo más destacable es la excelente fotografía en blanco y negro y el retrato ambiental de ciertos lugares del Nueva York de la época.

El acabado del guión no es el fuerte de este filme, ya que aunque el planteamiento inicial es bastante interesante y el ritmo es bueno, el final es bastante previsible y la cinta termina deslizándose por una serie de estereotipos y tópicos propios del melodrama y el cine de denuncia política. Y es que, aunque la peli fuera una de las tres vencedoras en 1953 del Festival de Locarno, todo lo que en ella se cuenta se queda un poco a medias. Tampoco los personajes dan mucho de sí, se quedan en meros bocetos a los que les falta encarnadura, pese a su potencial y las estupendas interpretaciones de Vittorio Gassman y Gloria Grahame.

Eso sí, la película es entretenida y muy disfrutable, además de especialmente recomendable no solo para los amantes de Nueva York sino también para los aficionados al jazz: hay un cameo de un mito como Jack Teagarden, tocando el trombón y haciendo de sí mismo junto a su banda, de la que forman parte otros conocidos músicos del género como Shorty Rogers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Echanove
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4 de julio de 2013
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Glass Wall es un melodrama lacrimógeno con hechuras de cine negro. Narra la historia de un inmigrante ilegal emperrado en entrar en Estados Unidos, tierra de promisión, a pesar de la cantidad de personajes horribles que se cruzan en su camino (como para dar media vuelta y no regresar). Sólo una marginada como él (Gloria Grahame, lejos de sus papeles de femme fatale, aunque con el mismo cruzado mágico) le presta ayuda y va en busca del soldado al que salvó la vida durante la guerra y puede facilitarle la legalización de su situación. Rodada en primoroso B/N y en exteriores nocturnos (lástima que los transeúntes se queden embobados mirando a la cámara), seguimos la larga noche del fugitivo hasta llegar al "muro de cristal" del título..., el edificio de las Naciones Unidas, donde tiene lugar el desenlace. Vittorio Gassman, en la película que supuso su salto a Hollywood (menos mal que le salió mal y así nos pudo regalar tantas comedias italianas modélicas), se muestra algo blando y poco convincente, aunque el personaje quizá no daba para más. Buena banda sonora de corte jazzístico, con apariciones de los míticos Jack Teagarden y Shorty Rogers.
Eduardo
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