El último destacamento

La película no destaca por nada en especial pero las escenas de acción están bien rodadas. El argumento es bastante típico. Se hacen bastantes concesiones a la comercialidad. La comprensión y compañerismo entre los soldados de la unión y los confederados no es creíble en un conflicto que fue cruel y sangriento. De todas formas, el film no es tan insultante como la gran mayoría de los spaghetti westerns. Hay aspectos interesantes. Los indios apaches no salen demasiado mal parados y sí, en cambio, los comerciantes sin escrúpulos y políticos que promocionan guerras para lucrarse económicamente o conseguir poder. El film merece verse, aunque sea por la parte anecdótica de su protagonista, Ronald Reagan, interpretando a un capitán sudista, cumpliendo discretamente con su papel, sin destacar como actor.

Ambientada en la guerra civil americana, la cinta presenta a los hermanos Britten que militan en bandos opuestos, Banks (Reagan) en los confederados y James (Bennet) en los yanquis. El primero dirige un destacamento de los Dragones de Texas que, actuando con tácticas de guerrillas, causa abundantes sabotajes en las inmediaciones de Fort Point y de la ciudad de San Gil.
Como para ello con frecuencia viste los uniformes del enemigo, en una de las correrías se tropieza con su hermano y con su antigua novia, July (Fleming), que también anda por allí, lo mismo que una partida de indios apaches con Nube Gris, Cochise, Mangas Coloradas y el mismísimo Jerónimo de los que, por cierto, se da una imagen bastante considerada para la época.
La sucesión de equívocos que se plantean cuando Banks suplanta a jefes del bando contrario, da lugar a una serie de situaciones más cómicas que dramáticas resueltas generalmente con acierto. El tono desenfadado se refuerza con la presencia de secundarios como cierto sargento que se pirra por los dulces "para suavizar la garganta" que le escuece, o el orondo político "activador" que llega desde el Este adonde se vuelve en cuanto comprende que allí se juega la vida, eso sí, sin olvidarse de cobrar sus buenas dietas.
Planteamiento original bien plasmado en el guion y bien desarrollado. Buenos diálogos y frases, como la que se cruzan los dos hermanos, "Si caes en mis manos no esperes ningún trato de favor", o las dirigidas a los subalternos, "Me interesa tu puntería, no tu inteligencia". Correctas las interpretaciones, Reagan incluido. A destacar escenas como el fuego de campamento yanqui tocando la guitarra, pero especialmente al final el despliegue de la caballería confederada al atacar a los indios que asedian San Gil, con excelentes combates entre soldados e indios a caballo.
Pensamos que merece la pena dar una oportunidad a esta cinta, aunque solo sea por los brillantes equívocos y situaciones amables que se contemplan. No está de más algún caramelo para suavizar la garganta de vez en cuando.

Ningún aficionado se ha atrevido a manifestar una opinión sobre esta película ... y ¡no es de extrañar!

Aparte de para extenderse un poco en el comentario del argumento (cosa que Filmaffinity no desea) la película no da para más. Bajo una dirección muy convencional y con un guión excesivamente sencillo y poco creíble, se hizo una peli más de la tan manoseada serie B del género. Cuenta con todos los mimbres típicos del western: confederados, unionistas, indios, caballos etc para rellenar sus escasos 90' que se agradece.

El amigo Reagan en su parco estilo. La Fleming ... escasita. La música solo resaltando algún momento de acción. El Technicolor ... pobrete. Ambientada en una alternacia de exteriores poco relevantes y en decorados típicos. Yo diría que, todo, de muy escaso interés.