MacGyver (Serie de TV)

Una vida entera amando profundamente a Angus MacGyver. Desde ahora ya no es un secreto. He salido del armario hecha mezclando chocolate a temperatura ambiente con oxido de la grifería del baño y con cerumen de orejumen, montado con la eterna navajilla gracias a los tornillos Jonderburjen.

Un héroe era MacGyver para una mente frágil como era la mia. Un humano que solo con una mente despejada y un quintal de conocimientos puede hacer estallar una embajada sin que nadie resulte herido. Impresionante. Y todo para rescatar de algún tirano a la rubia de turno. Un rey es MacGyver cuando se pone a improvisar.

Y es que precisamente ese rollo humanizado que tiene Angus, con su navaja, sus conocimientos y una mente despierta pero siempre cavilando a ver como puede solucionar el problema en cuestión sin despertar a los niños del orfanato colindante y procurando que nadie salga herido. Porque vale: entra un tío armado hasta las trancas y consigue los planos ultrasecretos matando a cuantos sucios comunistas se pongan a su paso y jode, pero que los roben sin ni tan siquiera arañarles la cara, pues como que jode más. MacGyver sabe como tocar la moral, y lo mismo te salva de un mafioso como te rescata de un búnker sellado con mecanismos obsoletos de hace veinte años.

MacGuver es todo un héroe bastante atemporal, excepto por el mullet ese que lucía por cabellera. Lo admiré en la infancia, en la adolescencia y ahora de jovenzano lo admiro tanto o más como el primer día, y no porque me quiera parecer a el, sino porque es todo un personaje al que me gustaría poder conocer. Todo un referente con una interesante forma de enfocar la vida.

Una auténtica pena que sea tan solo un héroe de ficción.

Serie que hay que colocar en el grupo de las "nostálgicas" para los que crecimos con ellas, pero que se debería valorar justamente en una página adulta como Filmaffinity.
Lo que me impulsa a ver cada capítulo es difícil de explicar. Por un lado odio que exageren tanto los artefactos y soluciones que inventa para salir de las rebuscadas dificultades que se le plantean, y por otro es justamente eso lo que me "engancha", el ver qué nueva gilipollez se le ocurrirá. Después de cada capítulo me entran ganas de probar sus propuestas, pero luego me acuerdo del caos que armé de pequeño experimentando con el "Quimicefa" y me echo para atrás.

Hay algo que no entiendo del público mayoritario. No comprendo cómo series tan repetitivas como "El equipo A", "South Park" o "House, M.D." (que conste que estas dos últimas me gustan hasta cierto punto) reciben valoraciones tan altas. Los guiones de MacGyver comparten algo con los del doctor House: la exageración inverosímil sobre una base científica verdadera. Sin embargo, cuando converso con mis colegas sobre MacGyver todos reconocen que eso constituye un fallo grave, pero si hablamos de House, es una simple licencia. Injusticias de la incondicionalidad. (Aclaración: en mi opinión, los actores y los guionistas elevan a House muy por encima de MacGyver, pero creo que es justo reconocer que se pasan con los planteamientos.)

Yo era pequeña y MacGyver ya estaba ahí, en la pantalla en blanco y negro de la tele de mi casa. Siempre lo arreglaba todo, siempre salía de todos los líos y nunca le pasaba nada malo; era como un superhéroe, pero cuyo superpoder residía en hacer milagros hasta con un chicle mascado. Yo asistía a esas situaciones con los ojos como platos mientras casi no podía comerme la merienda a causa de la emoción.

Pero, apartadas de mis ojos las nubes rosas de la infancia, soy consciente de que todas las situaciones eran inverosímiles y los guiones, simples a más no poder. Imagínenese, yo era fan de esos guiones y tenía 7 años. Sin embargo, algo es innegable: puede que esta serie no fuera de impecable factura ni brillantes diálogos, pero MacGyver está en nuestra memoria colectiva. Está claro que el tipo nos caló, ¿verdad? Por eso, y por cuestiones nostálgicas, le pongo un 7.

Bajo muchas críticas, se la ha acusado de ser infantiloide y tomada a burla sarcástica, por los numerosos inventos "imposibles" que realizaba en cada capítulo. Pero la idea de la serie (que ha pasado muy bien el paso del tiempo y ha quedado resguardada con una tela invisible, de nostalgia) es la maña, la astucia, utilizar la inteligencia en situaciones límite, que se pueden dar a cualquier edad. Espejo de realidad cuando un dia ví por las notícias, un anciano que salvó su vida, de un incendio, introduciéndose en un pozo (no muy profundo) y así esperó hasta que las llamas cediesen. Mi hermano por ejemplo, abrió la puerta de casa, que se había quedado cerrada y no había modo de abrirse, con unas tijeras, y yo cuando iba al colegio protagonicé una situación, la calcada cuando MacGyver entra por los pelos por una puerta de metal que se estaba cerrando. En tal caso, por una puerta de autobús del colegio que casi me come el brazo.

Además de la inteligencia, la paz del cerebro, hasta juego psicológico, antes que el sin sentido de las pistolas, la violencia y el poco seso que existe en muchas de las séries que copan nuestras pantallas amigas, su sintonia principal es de las que se recuerdan por ese alto grado de conducirte a la serie con la adrenalina preparada.

Moraleja de antes de usar la violencia, piensa y si puedes ganar la partida psicológicamente, hazlo.

Recuerdo cuando la estrenaron, que decían que todo lo que se hacía, había sido estudiado y probado con anterioridad y funcionaba.
Hoy me rio de la cantidad de cosas que hacía solo con su navaja, aunque hay que reconocer que, al prinicipio, te picaba el ver como salia del apuro, aunque al final, ya cansaba.
Bueno, al menos la experiencia le sirvió para acabar siendo general y recorriendo el universo en Stargate.
Para nostálgicos de los 80.