Tío Willy (Serie de TV)

A la altura de la década de 90, Andrés Pajares se encontraba en el mejor momento de su carrera. A la popularidad que había logrado durante los días del destape, especialmente bajo la dirección de Mariano Ozores, lograba un prestigio de crítica por trabajos como "¡Ay, Carmela!", donde logró una interpretación realmente soberbia. Fruto de ello, tuvo varias ofertas televisivas interesantes.

La más exitosa fue "¡Ay Señor, Señor!", donde además se descubrió para el gran público a un actor de tremendo talento: Javier Cámara. Convencido de ese toque Midas que el Makinavaja para la gran pantalla estaba teniendo, Televisión Española le ofreció "Tío Willy", una comedia con toque familiar donde la gran novedad sería la condición homosexual de su protagonista.

Realmente, este hecho ya no nos sorprendería nada hoy en día, siendo un rasgo más de las muchas opciones que se escogen en la parrilla de la pequeña pantalla. Pero en su momento tenía el interés de un cambio de perspectiva en lo audiovisual, puesto que parecía que solamente se sacaban miembros de este colectivo para ridiculizarlos o en papeles profundamente dramáticos por ese hecho.

Ese buen punto de partida no vino acompañado por un producto a la altura. "Tío Willy" resultaba tan cándida como con poco nervio. Lo más llamativo era la premisa. Uno de esos casos donde afortunadamente, sí que se puede aplicar la máxima: "¡cómo hemos cambiado!".