Haz click aquí para copiar la URL

El gran objetivo

Aventuras. Drama Un detective tratará de impedir el asesinato del Presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln durante la inauguración del ferrocarril. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
8 de mayo de 2016
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Embarcado ya desde comienzos de los cincuenta en el rodaje de los sucesivos westerns por los que hoy es más recordado, Anthony Mann regresaba, de la mano de esta película, a los temas que más había frecuentado en sus inicios, por lo general enmarcados en el thriller y/o el género negro. Además, esta película supone también una vuelta a las estrecheces características de la serie B, en las que Mann había demostrado sobradamente su capacidad de adaptación y su inventiva, factores fundamentales que pronto le revelaron como uno de los grandes narradores cinematográficos de su generación (y de todas, podríamos decir).

El argumento mezcla elementos propios de un thriller político (el ambiente prebélico, las tensiones ideológicas, las conspiraciones) con los de la pura intriga (la pesquisa en pos de los potenciales magnicidas, los equívocos y sospechas sugeridos por la galería de personajes), y lo hace concentrándolos en un espacio cerrado, un tren, que se convierte en el vehículo narrativo esencial de la película. Y es que lo verdaderamente fantástico de este filme no son tanto las líneas fundamentales de la historia, los personajes o el suspense (estando bien servido de todos ellos), sino la brillantez con la que Mann conjuga tales elementos haciendo un uso dramático del espacio en el que transcurren. En efecto, el tren no es un lugar neutro, sino que condiciona todo el desarrollo de la historia, y sus distintas partes (los techos, pasillos, bajos, compartimentos, vagones de carga, etc.) cumplen siempre una función narrativa y dramática de primer orden.

La crítica ha señalado que esta película es una peculiar mezcla de western y cine negro, y hace un paralelismo con la combinación de géneros que también había practicado Mann en un título anterior, el estupendo El reinado del terror. En mi opinión, de la misma manera que esta última cinta tomaba un marco extraño (la revolución francesa) pero en cambio desarrollaba un argumento típicamente negro, la presente película responde a similares esquemas. Puede sorprendernos que un thriller político o filme de intriga como este se ambiente en los años sesenta del siglo XIX, pero yo no veo elementos en él que lo emparenten directamente con un western; es más, si la acción se hubiera desarrollado un siglo después, no habría variado prácticamente nada en el filme. Puestos a buscar relaciones entre ambos géneros en la filmografía de Mann yo los buscaría mejor en títulos universalmente estimados como westerns, por ejemplo, Colorado Jim.

Correctamente interpretada por un amplio reparto, tal vez el personaje más soso sea el protagonista, más bien por su concepción (es un hombre obsesionado por cumplir su misión, pero no se nos dice nada más de él) que por el trabajo de Dick Powell (que cumple). Más brillante resulta Adolphe Menjou, excelente en su ambiguo y desenfadado papel de coronel, que trae a la memoria su magnífica actuación en Senderos de Gloria (también como cínico y aparentemente afable militar).

Para concluir, debe destacarse la impactante calidad formal de la película, con una fotografía excelente de Paul Vogel que recuerda las brillantes colaboraciones que ya estableciera Mann con otros directores de fotografía, como John Alton. La combinación de los reducidos espacios del tren con el empleo dramático de los focos de luz, la composición de los planos (haciendo uso de los ángulos precisos en cada momento) así como la continuidad entre las secuencias, dotan al filme de un ritmo excelente y de una coherencia visual ejemplar, que sin duda ha debido ser un modelo a seguir por realizadores posteriores.
Quatermain80
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de mayo de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Rápida, directa. Muy contenida, en un escenario reducido, pero eficazmente resuelto. Él, Mann, que era el Dios de los espacios abiertos, de las montañas, de los grandes rodajes al aire libre. Ahora reduce todo su potencial y rueda entre cuatro paredes, dentro de un tren, con una cierta sensación de claustrofobia.
Un policía, llamado John Kennedy curiosamente, sospecha que van a asesinar al Presidente Linconl en una estación de tren, al inaugurar un ferrocarril. Al parecer es un hecho real, de los tantos que ha elevado a la categoría de mito el cine norteamericano.
Bien rodada, metraje contenido, se conforma con 78 minutos, un guión bien resuelto y suficiente tensión como para no perderse detalle.
No soy capaz de reconocerle en su cinta, no tiene esos signos tan característico del cine de Mann, los planos largos, los trávelling, los caracteres de hombres hechos a sí mismo, duros como el pedernal, soberbios en su idea fija de sí mismo... hombres del Oeste para cualquier clase de comportamiento.
ÁAD
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de diciembre de 2011
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que matar a Lincoln por lo civil o lo criminal. The Tall Target es una peli bastante conocida en el mundo de Mann. Otra cosa es que la gente la descubra ahora. Con las nuevas tecnologías es muy fácil y barato. Dick Powell parece Sherlock Holmes en busca de Moriarty. Moriarty es el mismo Adolphe Menjeu que el de La mujer de París. Pelis de trenes con intriga hay muchas y la peor sin duda es Alarma en el expreso. La mejor es Testigo accidental versión clásica del masa de Los vikingos. Claro que la obra maestra de trenes es El maquinista de la General.
RONNIE JAMES DIO (CUENTA BLOQUEADA)
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow