Wonderland (sueños rotos)

Interesante película, que cuenta uno de los sucesos más negros de la historia de Los Angeles, donde supuestamente se vió involucrado John Holmes, el primer "Porn Star" y mito de la industria del porno. Un John Holmes, en horas bajas, que apretado por las deudas y su afición a las drogas se ve envuelto en un lío de Gángsters y traficantes de baja estofa. La película aguanta muy bien los primeros 45 minutos de metraje, en ellos vemos una lograda ambientación post-setentera con un Val Kilmer en el que parece encontrarse agusto con el papel. A partir de este momento la película se convierte prácticamente en un renovado-thriller (al estilo de Ases Calientes) en el que hay dos versiones del suceso y donde la poli marca las pautas; para desgracia de unos personajes que podían haber sido más relevantes en un final facilón y traicionero, aún así es un film que sabe mantener en todo momento un ritmo trepidante con algún que otro destello técnico. Recomendable.

Eso es lo que llevé cuando vi la peli y es que, a tenor de la puntuación media, me esperaba bastante menos. Estoy seguro de que a los que le gustan las películas tipo "Pulp Fiction", "Uno de los nuestros" o "Sospechosos habituales" les va a gustar también la que ahora se enjuicia. No es que alcance el ritmo trepidante de la primera, ni la maestria de la segunda ni la intriga tramposa de la última de las mencionadas, pero se pueden apreciar en Wonderland características comunes a todas ellas (flash backs constantes, violencia deshumanizada y ritmo trepidante). A todo lo anterior debo añadir la gratísima sorpresa que me ha producido la impecable actuación de Val Kilmer, un actor que, hasta esta película, consideraba que siempre podía dar bastante más de sí en sus actuaciones.

Ésta es una peli de cifras básicamente:

30 cms de polla se supone que tiene el protagonista, interpretado por Val Kilmer, que da vida al que por lo visto fue el mayor mito del cine porno de los 70: John C. Holmes. 30 cms., se dice pronto pero es difícil de conseguir, ni siquiera con un alargador de pollas de última generación.

856 tiros de coca y 1253 picos de heroína. Es un cálculo aproximado de lo que se meten los chicos a lo largo de la cinta. Por aquella época todavía no se estilaba el crack, mala suerte, eso que se perdieron.

547 jódete (Fuck en el original), 982 melachupas, 275 cómemelapolla, 666 tuputamadre, y así hasta un largo etcétera de lindezas de ésas que acostumbran a decirse en el argot del hampa camellil y barriobajera.

104 minutos, 643 bostezos, 994 vayarollazo, 582 estocuándocoñoseacaba y un sentido ufffffff final.

Cosas que molan:

Por lo visto Holmes estaba un día en su casa midiéndose el miembro (una actividad a la que por lo visto se entregan con deleite los tíos de vez en cuando en la intimidad) y le dijo a su mujer: "Ya sé lo que quiero ser en la vida". Eso es tener clara una vocación y lo demás es tontería.

La carátula. No es que se vea nada, una bragueta y punto. Pero bueno, entusiasma una mijilla pensar que debajo de la bragueta podría haber 30 cms. de carne pura, y sobre todo dura, delicadamente colocados. Carátula sugerente, que dirían los finolis.

Mediocre drama basado en la vida de John Holmes, estrella del porno, correctamente interpretado por Val Kilmer. El guión se desarrolla mediante flash-backs a partir de los testimonios recopilados por la policía durante la investigación de un asesinato múltiple. El film funciona en su primera mitad, centrándose en el falso mundillo de la droga, donde pasas de rey a esclavo prácticamente sin enterarte. La película fracasa en su segunda mitad, momento en el que decide desaprovechar las posibilidades que ofrecen todos sus personajes para tratar de convertirse en un thriller policíaco, cosa que no consigue a causa de su carencia de ritmo e intriga. Todo un desperdicio.

Basado en un suceso de la vida de John C. Holmes (1944-1988), uno de los actores porno más famoso de los 70s y 80s, conocido por la excepcional longitud de su pene. El film se enfoca en la masacre del 1981 en la avenida Wonderland en Los Ángeles, donde fueron brutalmente asesinadas cuatro personas. Holmes ahora un decadente y olvidado actor, estuvo supuestamente involucrado en la masacre, éste estaba relacionado con las víctimas y los asesinos.

Val Kilmer interpreta el personaje de John C. Holmes de forma convincente y magistral, maneja muy bien su confusa situación de quién dice la verdad, pero no quiere por ello buscarse problemas. En el film hay que estar muy pendientes a los diálogos, el perderse en ellos imposibilita entender otras escenas, no olvidemos que los verdaderos hechos fueron también algo confusos.

La película tuvo un presupuesto de $5 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $2,5 millones, además recibió tres nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine.