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Rendir los machos

Comedia. Drama Alejandro y Julio son miembros de los hermanos Cabrera, la familia ganadera y productora de queso más respetada al norte de la isla de Fuerteventura. Don Guillermo, el patriarca familiar, y sus dos hijos llevan muchos años sin hablarse. Tras el cisma, el cuidado del padre y del negocio recae en Alicia, la única hija. El padre impone una última voluntad en su testamento: Alejandro y Julio deben viajar con siete machos cabríos hasta el ... [+]
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
18 de junio de 2022
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El primer largometraje de David Pantaleón es una película de ficción cercana al documental, cuya trama se desarrolla en la Isla de Fuerteventura, que tan bien conoce el cineasta nacido en Gran Canaria, y que tiene como punto de partida y elemento central el del viaje por el desierto de la isla desde el noreste hasta el suroeste de Fuerteventura, para cumplir una tradición ancestral de los pueblos de la Macaronesia cumpliendo el deseo de un padre difunto. La película se presentó en la sección nuevas olas del Festival de Sevilla de 2021 y fue premiada con el premio Deluxe a la mejor dirección española.

La película no funciona como esa ficción de tono documental, y a nivel personal no empaticé con los personajes ni con las dificultades en el recorrido con el rebaño o en esos supuestos toques de humor o situaciones dramáticas, en un viaje que es monótono y poco atractivo. Si hay algo que consigue mantener el interés es las bonitas imágenes del paisaje natural que recorren, con la directora de fotografía Cristina Noda que ha captado la esencia de ese lugar tan agreste, así como de la belleza de los atardeceres.

Una gran decepción porque esperaba mucho de este largometraje, que tiene muchas cosas en común con "La viajante (2020)", otra película de autor española reciente, por su ritmo excesivamente pausado y por las bellas imágenes naturales de la Isla de Fuerteventura, un paraíso natural de España. Un largometraje que gustará a los que disfrutan con el cine de autor español con pocos diálogos, y que se han rodado en un entorno natural de gran belleza.

LO MEJOR: La fotografía.
LO PEOR: Es demasiado monótona. Desaprovecha la oportunidad de hacer ese viaje más atractivo.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en http://www.filmdreams.net
WILLY74
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10 de junio de 2023
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Partiendo de la base de que conozco bastante bien la isla de Fuerteventura, esperaba algo más de esta película, pero me ha parecido de una insulsez supina.

Ni los personajes me dicen nada, ni sabemos que piensan ni que los motiva, ni hay un reflejo de sus almas en el film. Se limitan a hablarles a las cabras, lenguaje que no entiendo. Los actores no se si son buenos o malos, porque no reflejan ni un sentimiento en su comportamiento ni en sus pocas palabras, ni siquiera sé si son actores profesionales.

Se podría haber sacado más partido a los impresionantes paisajes de Fuerteventura, reflejar su modo de vida ancestral antes del turismo, que solo se vislumbra en carreras de quads que aparecen de repente y te avisan de que estamos en el siglo XXi.

No comprendo las críticas favorables de los profesionales, o sí, porque ahora está de moda en España alabar las películas ruralistas, que a mí particularmente me parecen bastante aburridas, véase el caso de "Alcarrás" o de "Suro". Si como a mí, te parecieron infumables, no te recomiendo "Rendir los machos" porque bebe de la misma fuente.
corxana
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22 de julio de 2023
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En su debut en el largo el canario David Pantaleón (1978) ha levantado sobre los bellos y desolados paisajes de Fuerteventura una fábula hermosa basada en una tradición inexistente también hermosa que aboga por obligar a los hijos, cuando fallece el padre a andar camino junto a los animales, cabras en este caso, porque ya se sabe que en las road movies siempre acaba uno por encontrarse a sí mismo y a los demás, para rematar con una coda de cántico espiritual por el alma de los cabreros difuntos. En realidad el cántico original se concibió para los marineros.

Tal McGuffin le sirve a Pantaleón para enmarcar en planos fijos y cenitales con drones un paisaje volcánico, telúrico, que viene a ser el auténtico protagonista de este caminar tramposo trufado aquí y allá de un humor sutil y personal y que personalmente me indigna cuando pintan con spray a una cabra. No he podido encontrar si esto se hizo en realidad, porque si así fuera ni siquiera me habría molestado en escribir este comentario.

En cualquier caso el director y su coguionista Amos Milbor se olvidan de rellenar la casilla del guión, quizá deliberadamente y nos dejan la responsabilidad a los espectadores de construir la historia de estos dos hermanos (en la realidad hermanos del director), que alguna tendrán, digo yo.

cineziete
ELZIETE
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