A golpes

Resulta curioso como, en estos últimos años, el cine español ha apostado por tramas cuya temática giraba acerca del mundo del boxeo, tales como "A Golpes", "Segundo asalto" o "La distancia". De todas ellas, "A Golpes" ha sido la que ha salido peor parada, pues su taquilla fue ínfima y tampoco logro convencer a la crítica.

Encabeza el reparto Natalia Verbeke, la clara protagonista de la cinta, que se esfuerza en resultar macarrilla, pero su interpretación no resalta, quedando por debajo de la labor de actrices como Juana Acosta o María Vázquez (nominada este año al Goya por "Mataharis"). Respecto a Daniel Guzmán, poco que decir, no hay quien le quite el sambenito de actor televisivo donde los haya y su carrera cinematográfica es un caos.

Una película bastante extraña, mezcla varias tramas dispares, sin llegar a profundizar en ellas y ninguna llega a convencer. El tema del boxeo sólo sirve de excusa para presentarnos un irregular drama social, con jóvenes delincuentes en el barrio de Vallecas y claro énfoque femenino, pero la cinta no apunta maneras, ni en el deporte, ni en la lágrima.

Lo mejor: Juana Acosta
Lo peor: las tramas de relleno

La película empieza muy bien, se presenta interesante y algo distinta, por ser un tema poco tratado en el nuevo cine español, pero se va desinflando hasta llegar a una parte final ridícula. Si tiene algo más que positivo es la posibilidad de descubrir nuevas caras dentro del panorama cinematográfico patrio, algunas de ellas muy interesantes. Natalia Verbeke se asemeja aquí a lo que se supone que es una actriz convincente, mucho mejor que en El otro lado de la cama, único trabajo suyo visto por mí hasta la fecha. Daniel Guzmán está muy bien, gusta verle en otro rol tan diferente al de chico amable y simpático al que nos tiene acostumbrados, y sale airoso. Además, no tiene ningún pudor a la hora de aparecer desnudo. El descubrimiento más notable por mí parte es el de la colombiana Juana Acosta, esposa del actor Ernesto Alterio, muy conocida en su país pero que aquí se va labrando poco a poco un hueco en el cine español, es de lo mejorcito del film. También me quedo con la naturalidad de María Vázquez y Marián Álvarez. Zay Nuba no está mal, pero no me ha parecido tan natural.

Hay bastante gente a la que yo le recomendaría esta película.

Ahí va un pequeño listado de posibles fans:

1. Los aficionados a las peleas de barro femeninas.

2. Los aficionados a las peleas femeninas a tirón de moño.

3. Los aficionados a las peleas femeninas en general.

4. Los aficionados a las tías buenas jadeantes y sudorosas.

5. Los aficionados a Natalia Verbeke, que suda y jadea muy bien.

6. Los aficinados a las tías buenas que nadan en pelotas, o sea, todos los tíos.

7. Los aficionados a follar dentro del agua, o sea, todos los tíos.

8. Los aficionados a follar en el coche, o sea, todos los tíos.

9. Los aficionados a follar en general, o sea, todos los tíos.

10. Los aficionados al cine guarrillo de Juan Vicente Córdoba.

En general se la recomendaría a todos los tíos, cuanto más salidos mejor.

Menos a los aficionados al boxeo, porque según ellos hay poco boxeo. Hay gente pa to.

Al comienzo parece que fuera a ser una historia más o menos coherente, y con una protagonista que hasta era la que nos contaba la historia ya que conocíamos a los personajes por ella, a los pocos minutos, la protagonista pasa a ser otra, y después que abrieron esa historia la dejan ahí sin cerrar ni nada, retornan la protagonista "original" , aunque no del todo, por que empiezan a meter subtramas como si una telenovela, para rellenar, lo peor que cuando la película esta por terminar, por lo que las subtramas que abren duran poquísimos minutos, y los personajes viven cosas muy incoherentes, ya que la relación que estos tendrían que tener para querer u odiarse, esta omitida, porque solo vemos algo al comienzo y al final, se olvidan de contarnos el por qué, y eso es lo que la hace burda, por mostrar demasiada violencia y sobretodo sexo ya que casi todos los personajes por más intrascendentes que estos sean tienen que mostrarlos teniendo sexo, olvidándose de los diálogos y las situaciones que llevan a los estos a hacer lo que hacen, y a ser como son.

Película española protagonizada por Natalia Verbeke y Daniel Guzman.
Viéndola nos quedan varias cosas claras: El director tiene poca idea de dirigir películas, poca habilidad para escribir guiones y, desde luego, ni repajolera idea de lo que es el boxeo.

Por otra parte, Natalia "culo gordo" Verbeke, podrá interpretar muchas cosas en su vida (siempre que tome unas urgentes clases de interpretación, aunque sea a distancia con CEAC, claro), pero con esa fisonomía fofa que Dios le ha dado, nunca podrá interpretar a una boxeadora (que debería ser fuerte, rápida y fibrosa) y que el público nos lo podamos creer.

La película mala, requetemala, tonta, tópica, adivinas todo lo que va a pasar y, quizá, lo único que se salva es Daniel Guzman haciendo de chulito de barrio, porque sorprende acostumbrados como estamos a verle en otro tipo de papeles, lo hace bastante bien (parece ser que Guzman en su juventud practicó boxeo en Madrid).

Por ultimo, esbozar unas pequeñas nociones de boxeo al director, por si pretende dirigir algo más en su vida relacionado con este deporte:
* Cuando en un combate un boxeador sangra, el combate se para y el médico sube. Si no se corta la hemorragia en ese momento, el combate finaliza y el que sangra, pierde (aunque cinematográficamente hablando puede quedar espectacular un boxeador medio desangrado sobre la lona, eso es mentira)
* Existen las cuentas de protección, cuando un boxeador recibe mucho castigo, el arbitro para el combate e inicia una cuenta de protección para ver si el boxeador puede seguir. Si lo ve mal, para el combate
* Y por último (por no aburrir demasiado), desde hace muchos años generalmente el gong no para una cuenta de knock-out, es decir, que aunque suene la campanita si el boxeador está en el suelo -y el arbitro haciendo la cuenta de 10- si no se levanta, pierde.

Espantosa.