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Veneno (Miniserie de TV)

7,5
9.191
Serie de TV. Drama. Comedia Miniserie de TV (2020). 8 episodios. Miniserie sobre una famosa y controvertida transexual de los años 90 conocida como "la Veneno". Una serie inspirada en las memorias oficiales de Cristina Ortiz, "la Veneno", tituladas "¡Digo! Ni puta ni santa", escritas por Valeria Vegas, que cuenta la historia de la realidad transexual en España desde los años 60 hasta la actualidad. Cuando la autora del libro, Valeria, era una niña pequeña, nunca ... [+]
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Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
19 de septiembre de 2020
121 de 160 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos sabemos quién fue en mayor o menor medida Cristina "La Veneno". Muchos la recordaréis por su famosa intervención en el ya desaparecido "DEC" que presentaba Jaime Cantizano en Antena 3 y la icónica broma telefónica que allí le gastaron, en la que una mujer que se hacía pasar por su vecina la insultaba para cabrearla. Otros quizás la recordéis por sus apariciones en "Esta noche cruzamos el Mississipi", el reconocido programa de Pepe Navarro gracias al cual salió de su anonimato...

Desde su primera aparición en televisión hasta su muerte en 2016 en extrañas circunstancias, se han dicho y publicado muchas cosas sobre la vida de Cristina Ortiz, pero lo cierto es que nunca se habían contado con tanta sensibilidad y respeto hacia su figura. Cristina se dedicaba a la prostitución, una de las pocas salidas a las que por aquel entonces se veían abocadas cientos de mujeres trans de nuestro país para poder sobrevivir.

Inspirada en el libro de sus memorias, "Veneno" es mucho más que una serie autobiográfica sobre la vida de la mujer trans más famosa de España. La mini-serie, de 8 episodios de una hora, pinta un fiel retrato de la España casposa, homófoba y ultracatólica del tardofranquismo que maltrataba y humillaba a todo aquel que no cumplía o encajaba en ciertos estándares. La serie es una obra de una gran madurez que mezcla la comedia, la tragedia y la ternura en las dosis justas como para crear un cóctel que, en conjunto, resulta equilibrado y satisfactorio.

Uno de los puntos en los que destaca "Veneno" es en el acertado elenco de actrices que dan vida a Cristina a lo largo de su vida (de menor a mayor edad; Jedet, Daniela Santiago e Isabel Torres), además de Paca la Piraña, mítica amiga de La Veneno, que aporta el toque cómico de la serie. Mención especial merecen los jóvenes Guille Márquez y Marcos Sotkovski que dan vida a la Cristina de la infancia, cuando aún se la conocía como Joselito; y por supuesto Lola Rodríguez y Mariona Terés, dos actrices que se crecen y brillan aún más con el transcurso de cada episodio.

La nueva serie de Los Javis es, con toda seguridad, el trabajo más original y rompedor que han hecho hasta la fecha, tanto a nivel de guion como de realización. El hecho de que una serie como "Veneno" haya conseguido ver la luz (e incluso llegar a la gran pantalla) supone todo un hito en el panorama audiovisual español. Porque si bien es cierto que cada vez vemos más hombres homosexuales o más mujeres lesbianas o bisexuales en las series y películas, por fin encontramos una serie que tiene la transexualidad como elemento principal de su trama. Igual o más importante es la naturalidad con la que la serie muestra y sensibiliza sobre esta realidad tan importante y tan poco tratada como es la transexualidad y el proceso al que se enfrentan cientos de mujeres y hombres.

"Veneno" es una revolución sin precedentes en el audiovisual español, que muestra el sexo, la violencia y las inseguridades sin tapujos, con toda la dureza con la que a veces va aparejada, sin dejar lugar a la imaginación. Y probablemente la serie también haya conseguido más que cualquier campaña de sensibilización promovida desde las instituciones.

Pero lo importante es eso, que "Veneno" existe y es necesaria. Deberías verla, independientemente de que te gustase o no el personaje de La Veneno. Cristina Ortiz solo es un ejemplo más de lo mucho que sufren a lo largo de su vida las personas trans, de lo difícil que es desde el punto de vista físico y emocional para ellos y ellas, y de los retos a los que se enfrentan todos los días. Y por ello me gustaría acabar felicitando a Javier Ambrossi y Javier Calvo por hacer esta serie que da luz a una realidad que, por desgracia, muchos siguen viendo como un tabú.
Aitor Galisteo
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24 de octubre de 2020
85 de 118 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Veneno” es una serie entretenida, eso no se puede negar y en lo técnico es muy superior a la mayoría de las series españolas. Es evidente que "Los Javis" ya no son esos directores noveles que hicieron "La llamada".

Globalmente es una serie recomendable para pasar el rato pero, para mí, tiene dos grandes pegas:

Primera. Aunque “La Veneno” tuvo con total seguridad una vida durísima en ningún momento podría catalogar esta serie como un drama. Se tocan los malos momentos de la protagonista, pero se hace de una manera muy superficial e ingenua. Esto no sería un problema si nos encontrásemos ante una comedia, pero tampoco es el caso. La mirada sobre la crudeza de la vida de las transexuales es totalmente “naive”, la serie es un drama Disney.
Aunque en esta serie se ven claramente las influencias de Almodóvar, “Los Javis” no son capaces de mostrar lo grotesco y crudo como el famoso director y dulcifican todo lo que tocan. De hecho, en ocasiones da envidia la vida tan divertida que llevaban las prostitutas transexuales de “El Parque del Oeste”.

Segunda. No voy a discutir que “La Veneno” haya sido un referente para muchas mujeres transexuales actuales y desde luego es un hecho que dio visibilidad al colectivo trans durante los 90. Sin embargo, esto no implica que Cristina hiciera nada heroico como se pretende señalar, lo único que hizo fue ser quien quería ser. Aun así, parece que “Los Javis” han decidido pintar a Cristina como una suerte de Harvey Milk transexual.
Aunque la serie intente mostrar otra cosa, lo que hizo la televisión y el público con “La Veneno” fue reírse y aprovecharse de su condición de transexual, su ignorancia y sus problemas afectivos para sacar dinero.
No critico a Cristina por ser quien fue ni muchísimo menos, fue una víctima tanto del mundo heteronormativo como del mundo del espectáculo, sin embargo, eso no la convierte en santa. Fue una persona conflictiva y tóxica y, algo de lo que parecen olvidarse los que la pintan como icono LGTBIQ+, una persona con una visión de la feminidad extremadamente machista.
Desde luego no fue alguien a quien admirar.

Aun con todo, si nos olvidamos del mensaje que pretenden transmitir los directores, la serie se deja ver muy bien. Y el hecho de que sea dulce e inocente hace que no suponga ningún esfuerzo emocional ni intelectual verla, lo cual en ocasiones se agradece.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maria
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25 de octubre de 2020
40 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me llamaba nada la atención ver Veneno. Pensaba: ¿qué va a ser lo siguiente? ¿una serie sobre Lidia Lozano?.

El trailer tampoco ayudaba mucho. Era excesivamente banal y se centraba más en el personaje que en la persona.

Sin embargo, al empezar la serie me di cuenta de que la historia es digna de ser contada y difundida. Una trama dura, durísima. Una historia que retrata con admiración, crudeza y mucho respeto, una vida compleja de una gran desconocida Cristina, alias La Veneno.

La serie supone un viaje en el tiempo desde los entresijos de la televisión hasta el recorrido por toda la vida de Cristina. Hay episodios que te enrabian al ver atónito el tipo de sociedad que hemos tenido hasta hace pocos años.

La historia está narrada con gran maestría. Las transiciones entre distintos emplazamientos y tiempos, se hace de una forma muy creativa, original y compleja, lo que denota una gran dirección artística.

El reparto es excepcional. Hay momentos en los que tienes que apartar los ojos de la pantalla por la crudeza de las imágenes, eso sí necesarias para narrar una vida tan injustamente maltratada.

Insisto en que no estamos ante una comedia, no es Paquita Salas. Estamos ante un drama que en algunos momentos recuerda al mejor Almodóvar.

Una historia que te cambia el chip. Que te mueve por dentro un montón de emociones y que narra la vida de Cristina más allá del personaje del Mississipi.

Si alguien se pregunta, ¿pero La Veneno da para una serie? yo os contesto que por supuesto.
MartaVLC
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25 de octubre de 2020
24 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen año este 2020 para las series españolas. Quizás sea de las pocas cosas que merezca recordar de este nefasto 2020.
Aunque aún nos quede un trecho para alcanzar el nivel de quienes llevan décadas y décadas haciendo grandísima ficción televisiva, no cabe duda de que la televisión hecha en España ha dado un salto de gigante en los últimos años, y muy especialmente gracias a la producción propia de plataformas como Netflix, HBO o Movistar.
Puede que Veneno no llegue al superlativo nivel de Patria, Antidisturbios, Gigantes, Hierro o Fariña, por mencionar cinco joyas recientes, pero no cabe duda de que es un producto único. Dejando de lado lo que cada uno piense de la Veneno, personaje del mundo rosa patrio cuanto menos controvertido, es innegable que la serie tiene un poder inmenso para acercar a los espectadores la realidad de las personas trans, y muy especialmente, las dificultades que soportan en su día a día y la intransigencia y discriminación a la que están sometidas. Más si cabe en los años en los que nació y vivió la Veneno, sin duda una de las primeras personas trans en recibir atención mediática en nuestro país (junto con Bibiana Fernández, antes Bibi Andersen). La serie sin duda consigue transmitir el mensaje y encoger muchas veces el corazón con escenas aterradoras, muchas de ellas acumuladas en el capítulo 7, que Javier Calvo y Javier Ambrossi filman con una crudeza excepcional. Esa es, por cierto, otra de las grandes noticias de la serie: el salto de calidad notable que han dado Calvo y Ambrossi como realizadores. No sólo la producción tiene un nivel excepcional en cada departamento técnico, sino que el uso de las canciones, las escenas a modo de prólogo antes de los créditos, el montaje o la fotografía revelan que los conocidos "Javis" han aprendido su lección y han adoptado un estilo mucho más cuidado e internacional. Además, la serie acumula en cada episodio momentos ciertamente emotivos (ver cuando Valeria pide que dejen un rato más a Cristina bailando "Always on my mind", o todas las escenas de Cristina en su niñez y juventud) y apuesta también por contar la historia de Valeria Vegas, aparte de la de la Veneno. De hecho, se podría decir que la historia es un 60% sobre Cristina y un 40% sobre Valeria, y sus respectivos procesos de transición sirven como espejo de sus similitudes y también de las diferencias de crecer y transicionar con 20 años de diferencia.
Pero Veneno tiene un problema, y es que muchas veces no se sabe de qué va. Quizás se trate de las confesas dudas que Vegas, la autora de las memorias originales de la Veneno, ha vertido sobre la veracidad de las confesiones de su desaparecida interlocutora, pero nunca se sabe si Calvo y Ambrossi quieren o no retratar las sombras del personaje. Las luces están claras, porque es una serie hecha desde el más profundo cariño por la Veneno, pero no terminan de decidirse por retratar las tonalidades más negras de una mujer descrita muchas veces como tóxica por otros que la conocieron y que pisó dos veces la cárcel, no precisamente por casualidad. De hecho, sí hay escenas que dan a entender que la Veneno, como dice el propio título de sus memorias, no era una santa (lo que hace en el Parque del Oeste con una hoz y con su propia boca, aunque todo esto tiene sus matices, por supuesto), pero no existe demasiado interés por hacer una crítica quizás un poco más certera y justa de un personaje del corazón que cometió tantos errores y fue, en algunos aspectos, poco ejemplar, para ser justos. No obstante, el cariño de la propuesta es inmenso, y es imposible no sentir cierta identificación con una mujer que sin duda fue valiente y auténtica hasta la médula, y vivió como quiso pese a los problemas y la incomprensión y agresiones de la sociedad.
Buena parte del mérito de esa identificación entre público y Veneno corresponde a las tres actrices que dan vida a la artista. Jedet está especialmente impresionante, con esa mirada anhelante, aún tímida, temerosa, aguantando humillaciones incluso de sus compañeras prostitutas en el Parque del Oeste. Daniela Santiago brilla en el ya famoso episodio de la cárcel, en cuyas escenas está absolutamente arrebatadora, y clava la parte más salvaje y famosa de la Veneno. Ella es la Veneno que todos los que tenemos ya unos añitos recordamos, esa Veneno de lengua afilada y actitud guerrera ante el mundo y la montaña rusa emocional y vital en que vivía subida. Isabel Torres tiene quizás la parte más difícil, la de esa Cristina Ruiz ya en decadencia, en su última etapa, ya con un estado mental y emocional muy complicado, y su naturalidad y frescura llenan la pantalla.
En definitiva, un retrato visceral y apasionado de una mujer igualmente visceral y apasionada, y víctima además de una brutal reacción en contra simplemente por ser ella misma. Notable, aunque no sobresaliente.

Lo mejor: La realización, el nivel de producción, el poderoso y necesario mensaje en favor del derecho a ser y existir de las personas trans, y el soberbio trabajo de las tres actrices que dan vida a la Veneno (especialmente Jedet).
Lo peor: No es esa obra maestra que nos han vendido, y los "Javis" juegan un poco a dos bandas con el personaje principal.
Sibila de Delfos
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30 de marzo de 2020
41 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo que admitir que durante los primeros minutos me costaba entrar. Había una bonita iluminación pero no me terminaba de creer algunas actuaciones algo impostadas, ni ciertas alegorías que no conseguían otra cosa que romper con ese tono de espontaneidad y realismo al que tan bien acostumbrados nos tienen los Javis, alejando a la serie del nivel impuesto por las grandes plataformas internacionales y acercándola a otro de los cientos de productos televisivos intrascendentes de nuestra pequeña pantalla. Afortunadamente, la calidad comienza a mejorar exponencialmente desde el momento en el que la reportera del Mississippi, maravillosamente interpretada por Lola Dueñas, visita el parque del Oeste. Es aquí cuando volvemos a descubrir el indiscutible talento de sus creadores para capturar escenas de la vida cotidiana como si de un documental se tratase. Automáticamente, no pude evitar sentirme interesado por ese universo tan magistralmente radiografiado, navegando de la mano de sus dos protagonistas principales a lo largo de los 8 capítulos. La historia ha comenzado y no puedes evitar empatizar con ese pequeño Joselito condenado al ostracismo incluso por su propia madre. Cada capítulo no sólo se limita a contar la vida de Cristina sino que también suponen una sorpresa narrativa, ese juego con los distintos momentos temporales, haciendo interactuar a personajes de distintas épocas en un mismo espacio, ese perfecto manejo de la música anempática, ese capítulo cinco, en mi opinión uno de los mejores episodios de la serie, construido con un pulso narrativo digno de una película de Scorsesse, con la única diferencia de que en vez de gangsters tenemos transexuales. Una odisea que consigue llevarme desde el distanciamiento absoluto y el miedo a un mundo de prostitutas descaradas, agresivas y chabacanas, hasta empatizar perfectamente con los personajes de Valeria y la Veneno, comprendiendo su calvario, riéndome con sus amigas, emocionándome y sufriendo en los momentos más trágicos de la serie. Y no podía terminar la crítica sin hacer una mención a uno de los grandes pilares del elenco, Paca la Piraña, todo un descubrimiento. Uno de los personajes más disfrutables.
Como enuncia la profesora de Valeria, los individuos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no. Es por eso que Veneno es más que una buena serie, es NECESARIA.
Criticator (El criticador)
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