Perseguido en Arizona (TV)

No es solo el formato televisivo de "Buscándolo vivo o muerto", "Perseguido en Arizona" o perseguido en Pamplona. Que ya tira bastante para atrás de por sí. Es el tufo mermeladesco que desprenden estas cintas, con los buenos siempre rubitos, delgaditos y guapitos con su bondad tontuna, y los malos una vez más gordos, sucios y malencarados con su no menos tontuna maldad.
De acuerdo, no vamos a pedirle a estas alturas al western que sea justo en el reparto de las bondades entre los caracteres de los personajes, pero es que en los telefilms se les va mucho la mano.
Es lo que tenemos aquí con un veterano ranchero, Noble Adams (Kristofersen), 3.000 cabezas de ganado en 5.000 acres de terreno (mucha tierra para tan poco rebaño). Como su propio nombre indica es un hombre honesto, rico, viudo y casado ahora con una bella joven, Lottie (Thayer), que podría ser su hija, buena cocinera además. El hijo, Tom (Moses), que es también rubio, guapo y bueno, llega de Filadelfia con el título de abogado pero no está dispuesto a quedarse allí.
Hay algún que otro pequeño roce entre padre e hijo que se magnifica para dar algo de sal a la trama y poco más. Luchas con los malvados que se han evadido de la cárcel y con unos cazarrecompensas igual de perversos. Algún indio aparece por allí para dar un toque exótico a la cosa.
Guion convencional, dirección rutinaria, desenlace esperable. Diálogos insulsos, poco ritmo y nula tensión dramática. Ni chicha ni limonada.
Cinta floja que no recomendamos.