Cardinal (Serie de TV)

Otra serie con un cadáver enterrado entre la nieve. Con policías que no son ni buenos ni malos, sino grises como los de verdad. Con misterio, buena fotografía, buenas actuaciones y buen guión. Una atmósfera que te recordará a SEVEN y a THE KILLING. Y además con pocos capítulos, lo que les permite ir al grano.

Muy recomendable.

La recomiendo, si quieres ver un thriller sobre todo entretenido, con un guión sin fisuras, (sin tener que coger apuntes para seguirla, que ahora está tan de moda), una buena fotografía e interpretaciones.

Cardinal es una serie basada en las novelas de Giles Blunt, escrita por Aubrey Nealon (Orphan Black). Está protagonizada por Billy Campbell y Karine Vanasse.

La primera temporada nos muestra como John Cardinal, un policía canadiense que, tras trabajar durante 10 años en Toronto, regresa a su ciudad natal para incorporarse a la Brigada de homicidios. Allí conoce a su nueva compañera, Lisa Delorme, una mujer solitaria y desconfiada. Delorme tiene una labor que hacer: saber si Cardinal es responsable de un chivatazo que impidió una detención. Sin embargo, él no debe darse cuenta de ello, así que ambos trabajan juntos para resolver el asesinato de una adolescente. Cardinal no tarda en empezar a sospechar de su compañera y ese doble juego de intrigas y sospechas se traslada al caso en el que, según van avanzando y resolviendo incógnitas, se van acercando el uno al otro.

La segunda temporada, nos muestra sin ambages el problema de la mujer de Cardinal, mientras ambos detectives, Cardinal y Delorme se enfrentan a un caso con una serie de muertes rituales.

Producción canadiense de tres temporadas de seis capítulos cada una que plasma toda la belleza salvaje del país mientras se resuelven casos verdaderamente complicados a los que se une la vida personal de los dos protagonistas.

Notable, 7.

Cuatro temporadas de seis episodios cada una y punto final para adaptar cinco de las seis novelas (omiten la segunda) que el canadiense Giles Blunt (1952) ha publicado hasta la fecha sobre el detective John Cardinal y su compañera Lise Delorme. Ambos ejercen su labor policial en la ficticia ciudad canadiense de Algonquin Bay trasunto de la real North Bay donde se crio el autor.

Tanto la serie de novelas como su adaptación han sido bien recibidas por la crítica y han cosechado premios en diversas modalidades incluidos sus actores protagonistas. Personalmente creo que sus acertados elementos individuales (puesta en escena, entorno, funcional y ortodoxa narrativa, buen reparto, fotografía, música...) no acaban de cuajar en un todo tan satisfactorio como debiera, amén de un cierto regusto por las imágenes escabrosas. Lo achaco a las tramas criminales muy manidas y que repiten un esquema que sus directores arrastran repitiendo a su vez planos, secuencias y situaciones en cada uno de los casos.

La primera temporada, adaptación de la primera novela "Cuarenta palabras de dolor" es la que mejor funciona. La presencia, carisma y buena química entre el norteamericano Bill Campbell como Cardinal y la canadiense Karine Vanesse como Lisa son suficientes para que uno siga hasta el final. Vanesse y su personaje es quien a la postre acaba ganando a los puntos a su compañero que va sutilmente languideciendo por exigencias de guion. 

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Temporada 1:
Nada nuevo, la misma serie de asesinos en serie de tantas veces. Nada original ni novedoso, ni en el enfoque ni en las estructuras ni siquiera en los personajes, a saber:
· El sempiterno inspector arisco y distante, tal vez oscuro, tal vez corrupto, atormentando por los problemas de su vida privada, y así, muy de novela negra.
· La antagonista, una detective brillante, inteligente, incisiva, sagaz, independiente, valerosa..., una vez más el mismo virtuosismo feminista como contrapunto de género a la deriva existencialista del jefe.
· Y luego, el mismo asesino (o asesina) en serie cuyos motivos y desvaríos quedan en la anécdota sin fundamento, siempre desagradable y gratuita, del martirio por el gustirrinín de martirizar al prójimo hasta la muerte.

Se ve, no obstante. Serie ligerita, apañada, tiene una realización solvente y, sobre todo, es corta. Pero ya va bien con una sola temporada, aunque son cuatro.