Happy Accidents

Cómo mola poner un título cultureta. La gente piensa que vas a hacer una crítica didáctica o algo así, y alguno que otro pica el anzuelo. Luego puedes poner un montón de bla, bla, bla, y ya está, puedes aparentar lo que no eres.

Bueno, en realidad toda crítica es cháchara, así que voy con mi bla, bla, bla, particular. El punto de partida de esta peli es sencillo y original a la vez. Chico conoce chica, chica se enamora de chico, chico le suelta a chica que es un chico del futuro...

Bien, tras esta peculiar declaración la chica (la muy fuckeable Marisa Tomei) puede pensar dos cosas: 1) Mi chico es especial y sincero, y por lo tanto debe venir del futuro. 2) Mi chico está como una puta cabra. El gepeto de Vincent D'Onofrío juega más bien esta carta.

Y partir de ahí la película juega más o menos ambiguamente entre las dos opciones. Nótese que para una mujer hasta la opción 2) es algo tentador. Da juego para comentar con las amigas, la psicoanalista y comerse el tarro, deporte femenino por naturaleza.

En fin, que el filme está sorprendentemente bien, y lo más extraño en una americanada: no hay descarada hiperglucemia.

Ruby Weaber (Marisa Tomei), una neoyorkina poco afortunada en amores y a la que las relaciones la duran nada y menos, conoce a Sam Deed (Vincent D'Onofrio), un tipo simpático y agradable que se comporta de modo enigmático y dice ser de un pueblo de Iowa llamado Duqueqe (o algo asi), se enamoran e inician una relación viviendo juntos en el piso de ella.
Una vez juntos y debido a la convivencia diaria, ella va encontrando pequeños detalles y evidencias de que la está mintiendo y que no es el tipo que dice ser y ante el tercer grado al que ella le somete para que se confiese y la diga que está pasando, él le contesta que es un viajero del tiempo y que viene del año 2470.
A partir de aquí tenemos una magnifica, inteligente, absorbente y divertida comedia romántica de ciencia ficción, escrita y dirigida por Brad Anderson (“The Shield”, “The Wire”, “El Maquinista 2004”, “Sesión 9” y “Transiberiana 2008”, entre otras), un director realmente brillante y poseedor de un talento apabullante e inusual, tanto a la hora de dirigir como de urdir intrincadas, inteligentes y extrañamente atractivas tramas (hasta la vision de esta película me parecía un tipo peculiar y diferente al que seguía no muy de cerca, pero a partir de esta película le pongo muy arriba en la lista de directores a seguir).
Cada uno somos un mundo y lo que a unos nos toca la fibra y les hace emocionarse y disfrutar con una película a otros les puede resultar un supino castañazo (me he quedado calvo), valga esta obvia reflexión para justificar el entusiasmo y disfrute que ha producido en mi y así justificar la ausencia total de crítica negativa (he disfrutado hasta con el discutible final de la historia).
Marisa Tomei, como siempre guapísima, sensual y extraordinaria actriz (que se lo digan a George Constanza de Seinfeld en el episodio que logra tener una cita con ella) y Vincent D'Onofrio esta brillante, además de desprender una buena química con la Tomei.
Absolutamente recomendable.

Llama la atención que esta película no haya tenido mejor suerte en los festivales de cine y que resulte simplemente inadvertida para hacerse al menos a una que otra estatuilla. Para mí, este filme ha sido un gran hallazgo. Espero que empiece a serlo para muchos más espectadores porque es una película que logra desplegar un interesante guión sobre sus actores y sobre los espectadores.
Además de las actuaciones de la siempre magnífica Marisa Tomei y el no menos sólido Vincent D'Onofrio, la cinta nos plantea la versatilidad de una buena historia que empieza a hacer su nido en el corazón de Ruby (Marisa Tomei). Ella quiere creer que todo lo que su nuevo amante, Sam (D'Onofrio), le dice es cierto. Pero es tan increíble y desconcertante que nos vemos sencillamente impactados, como ella, por la locura.
Creo que es fácil que el espectador sienta el mismo desespero que atraviesa el corazón de Ruby, mas no se trata de un desespero por dejar la película a un lado; al contrario, es una contagiosa esperanza de que las cosas van a mejorar.

Estoy de acuerdo con la valoración que ha dado tiznao en términos generales. "Happy Accidents" es una de esas películas que consigue diferenciarse del cine convencional gracias a un argumento y una dirección que, si bien no pueden ser tildados de "originales" en el sentido estricto, si tiene una frescura (no me atrevo a decir personalidad, no he visto más de pelis de Anderson) que la hace estar más cerca del cine de autor que del cine de productora (cine "fast-food", cine precocinado).

Mi única pega es que no me he quedado con la impresión de haber visto una comedia romántica. Es cierto que los elementos típicos del género estaban ahí: la pareja, las amigas confesoras, la cena con los padres, ciertos episodios cómicos... Pero no consigue transmitir la carga emocional a la que se supone que están sometidos los personajes. No tengo claro si es la falta de química entre los actores principales o un problema de dirección o realización.

Película interesante y que merece la pena verse, ya que el argumento es el de los viajes en el tiempo y en concreto hacia el pasado.

Un hombre del futuro se presente en nuestro presente y enamora a una mujer, le confiesa "la locura" de que viene del futuro" y ella como es lógico piensa que está como un "cencerro".

Pero, el tipo ¿está como un cencerro o es verdad lo que dice?

Curiosa película, tan bien desarrollada que en todo momento hace sentir al espectador inseguro, es decir, que nos inyecta incertidumbre plena de manera que no tenemos claro si el tipo es un loco o es un verdadero viajero procedente del futuro. Todo esto no quita que la película resulte algo pesada e incluso pueda provocar mareos. Para lo cual, antes de verla lo mejor será tomarse una pastilla de "Dramamina".