Bajo el hielo

El argumento es tan simple como aburrido, y un exceso de flash-back y cambios de escena aún aumentan el tedio que provoca. Interpretaciones justísimas, en especial la del protagonista, cuya cara (que me recuerda muchísimo a la de Ben Affleck) consigue ser igual de inexpresiva tanto en momentos alegres como dramáticos, fotografía notable, y una banda sonora que es (y de largo) lo mejor de la obra, para un producto que debiera haberse estrenado directamente en el video-club, donde acabaría acumulando polvo en el estante más oscuro y escondido.
En absoluto recomendable, el tiempo que uno pierde luchando contra la inmensa modorra que despierta, podría ser mejor empleado en cuestiones más edificantes como, por ejemplo, hacer la siesta.

La aparición del cuerpo de un joven bajo el hielo marca el comienzo de este telefilm de calidad que discurre de una forma muy solvente a lo largo de todo el metraje.

Guión bien montado y organizado que hace funcionar a la película como un thriller clásico “protagonista contra el mundo”. Quizá el elemento flash back puede rechinar, aunque el peor de los casos, que no es éste, hubiera sido cuando se recuerda algo con neblina o a cámara lenta. Personalmente me ha agradado la tranquilidad con que se ha desarrollado el argumento, sin estridencias ni sobreactuaciones.
Hablar de la resolución del conflicto merece comentario aparte. Genera sorpresa, pero de una forma ciertamente traicionera. Para mi gusto, un error.

Los protagonistas son arquetipos del thriller, sin ningún interés, siendo su baza el que no desentonan del papel para el que están concebidos. No es esto moco de pavo, porque aunque pueda parecer el mínimo exigido, miles de ejemplo podemos encontrar de películas indeseables por lo indeseable de sus protagonistas.

El paisaje invernal de un pequeño pueblo americano, y una cierta sensación al pensar sobre un instituto elitista semi aislado de la vida del propio pueblo en el que se encuentra dan una apreciable hondura a un producto que bien podría producirse en serie.

La impresión general es la de un producto solvente, que ha sacado mucho con poco, digno de un director que se preocupa de su oficio. Si la realización hubiera correspondido a un director novel, diría que le esperaría un futuro prometedor.

El argumento, puede ser comparado con cualquier telefilm de sobremesa, y solo la actuación medianamente aceptable de Edward Burns salva este drama, lento en muchos momento que te deja con la sensación de haber visto una película con muy poco interés.
De todas formas también hay que ensalzar los personajes bién creados por contra pongo las pocas situaciones de tensión y suspense y muchas escenas de drama facil, que no llegan a emocionar al espectador.
Para quienes buscan un telefilm con cierta calidad.
Lo mejor: La actuación de Burns.
Lo peor: Es lenta y con muy poco interés.
Conclusión: Intento fallido de emular otro reciente film de Clint Eastwood con parecido título.

La película de Nick Willing (Fotografiando Hadas), y protagonizada por Edward Burns nos relata la historia de la investigación de la muerte de un adolescente, alumno de un prestigioso y elitista colegio, que aparece ahogado bajo el hielo del río.
Todo apunta al suicidio, pero poco a poco, a través del esfuerzo de su protagonista, de las revelaciones paranormales que surgen mediante la aparición de un niño, sombras en las fotografías...etc, se aclaran los acontecimientos.
El film no es nada fuera de lo normal, pero está bien realizado e interpretado.
Quizá su puesta en escena y quizá un poco vulgar desarrollo le dan un aspecto de telefilme demasiado marcado.
Por lo demás es un film discreto pero en absoluto aburrido, para pasar el rato sin pedirle demasiado.
ENOCH

Una película muy interesante y reveladora (para aquel espectador que sepa leer entre líneas). Tanto la trama, como las interpretaciones hacen la historia totalmente creible, añadiendo el ingrediente de una banda sonora impecable, algo habitual en el mejor cine anglo-canadiense.El realismo mágico o efectos paranormales tomado de la novela original de la que se nutre el guión, solo sirve para desviar al espectador del trasfondo real de la misma: la denuncia de las pruebas abusivas y en ocasiones peligrosas a las que son sometidos los alumnos de High School y Universidades por las Hermandades (Alfa, Gamma, etc) así como una situación de "acoso moral" sufrido por un chico "diferente".Real como la vida misma.