Jasón y los argonautas
7.761
Fantástico. Aventuras
A Pelías, usurpador del trono de Tesalia, le ha sido profetizado que Jasón un día volverá y le arrebatará el trono que le corresponde y, que si lo matase, él moriría también. Cuando ese día llega Pelías engaña al héroe haciéndose pasar por noble y diciéndole que el tirano se rendirá si encuentra el místico y misterioso vellocino de oro que se haya en la remota Cólquida. Siguiendo su consejo Jasón organiza unos juegos y escoge como ... [+]
19 de abril de 2008
88 de 107 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decía el gran mago de los efectos especiales conocidos como stop motion, Ray Harryhausen, que de entre todas las películas en donde había participado “Jason y los argonautas” era su favorita y donde se encontraba su mejor trabajo. Yo también lo creo así. Igualar a los esqueletos de la escena final o al titán Talos no es cosa fácil, y permanecerán por siempre en nuestra memoria. De menos calidad pero también imborrables están la Hidra de siete cabezas, las Arpías o Neptuno...
Este tipo de películas son las que hicieron que cientos y cientos de niños amasemos el cine, y por eso las debemos una eterna gratitud. Pero como ya comentaba otro usuario, cuando se revisionan de nuevo, nos encontramos con que nosotros ya no somos los mismos, hemos crecido, hemos aumentado nuestras vivencias, nuestra cultura, nuestra exigencia... y ya no tenemos una visión tan cándida de las cosas.
“Jason y los argonautas” tiene su punto fuerte en esas escenas de efectos de Harryhausen, pero poco más. A la historia le cuesta arrancar, su primera media hora es tirando a aburrida, y posteriormente cuando comienza el viaje, el guión se sustenta en ir montando las escenas de acción una tras otra sin cuidar apenas nada más.
Faltan actores de mayor peso, que den protagonismo a los humanos y sus peripecias, y en general el nivel es mediocre (veremos al doble del pequeño de dúo dinámico en el papel de Acasto), pero es que como suele pasar en este tipo de películas donde mandaban Charles H. Schneer (productor) y el propio Harryhausen (efectos especiales), el director es también una figura decorativa –como también pasaría posteriormente en una especie de remake de esta que es “Furia de Titanes”- y el bueno de Don Chaffey se limita a poner la cámara sin mucho éxito.
Aún así, y a pesar de sus limitaciones “Jason y los argonautas” merece la pena. En la era digital, donde cualquier chavalín puede diseñar efectos desde su casa, hay que rescatar este tipo de obras donde rodar cuatro minutos de efectos, significaban seis meses de trabajo.
Si tiene un niño y no la ha visto, corra a comprarla a la tienda más cercana. Eso sí, si usted la ve con él, sepa que el tiempo pasa para todos, también para aquellas películas que idolatrábamos de niños. Y eso no un problema, es que tenemos otro espíritu crítico. Si no fuera así, mala señal.
Nota: 6,3.
Este tipo de películas son las que hicieron que cientos y cientos de niños amasemos el cine, y por eso las debemos una eterna gratitud. Pero como ya comentaba otro usuario, cuando se revisionan de nuevo, nos encontramos con que nosotros ya no somos los mismos, hemos crecido, hemos aumentado nuestras vivencias, nuestra cultura, nuestra exigencia... y ya no tenemos una visión tan cándida de las cosas.
“Jason y los argonautas” tiene su punto fuerte en esas escenas de efectos de Harryhausen, pero poco más. A la historia le cuesta arrancar, su primera media hora es tirando a aburrida, y posteriormente cuando comienza el viaje, el guión se sustenta en ir montando las escenas de acción una tras otra sin cuidar apenas nada más.
Faltan actores de mayor peso, que den protagonismo a los humanos y sus peripecias, y en general el nivel es mediocre (veremos al doble del pequeño de dúo dinámico en el papel de Acasto), pero es que como suele pasar en este tipo de películas donde mandaban Charles H. Schneer (productor) y el propio Harryhausen (efectos especiales), el director es también una figura decorativa –como también pasaría posteriormente en una especie de remake de esta que es “Furia de Titanes”- y el bueno de Don Chaffey se limita a poner la cámara sin mucho éxito.
Aún así, y a pesar de sus limitaciones “Jason y los argonautas” merece la pena. En la era digital, donde cualquier chavalín puede diseñar efectos desde su casa, hay que rescatar este tipo de obras donde rodar cuatro minutos de efectos, significaban seis meses de trabajo.
Si tiene un niño y no la ha visto, corra a comprarla a la tienda más cercana. Eso sí, si usted la ve con él, sepa que el tiempo pasa para todos, también para aquellas películas que idolatrábamos de niños. Y eso no un problema, es que tenemos otro espíritu crítico. Si no fuera así, mala señal.
Nota: 6,3.
3 de mayo de 2007
54 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Jasón y los argonautas" es la demostración de que se puede hacer buen cine sin necesidad de recurrir a actores famosos. Olvidada casi por todas las televisiones, me decidí a recuperar esta entretenida cinta de aventuras mitológicas que tan buen sabor me dejó en mi infancia. Cuando eres adulto compruebas que tiene fallos y que el final incluso parece abierto como si los guionistas hubieran deseado rodar una continuación. Sin embargo, aunque la película pueda parecer de serie B por su reparto, cuenta con unos maravillosos efectos especiales (hoy en día anticuados, pero pioneros en su día) de Ray Harryhausen. Eso sin contar con la excelente banda sonora de Bernard Herrmann o de la influencia que "Jasón y los argonautas" ejerció, por ejemplo, por la más conocida "Furia de titanes".
El viaje que Jasón y su tripulación realizan a bordo del navío "Argos" es, simplemente, emocionante; una travesía en la que el espectador ha de dejarse llevar, al igual que los expedicionarios, por los designios de Zeus (en contra del héroe por rechazar su ayuda) y de Hera (a favor del protagonista en consideración a la fe que su hermana Briseis le profesaba). Destacar que el papel de la esposa del rey del Olimpo está interpretada por Honor Blackman (chica Bond en "Goldfinger"). La lucha contra los peligros, los seres fabulosos y los monstruos mantienen en alerta hasta el final, sin que decaiga el ritmo en ningún momento del metraje.
Puede achacársele que el guión no siga al pie de la letra la leyenda griega, pero no cabe duda de que estamos ante uno de los títulos de culto dentro del cine mitológico y de aventuras.
El viaje que Jasón y su tripulación realizan a bordo del navío "Argos" es, simplemente, emocionante; una travesía en la que el espectador ha de dejarse llevar, al igual que los expedicionarios, por los designios de Zeus (en contra del héroe por rechazar su ayuda) y de Hera (a favor del protagonista en consideración a la fe que su hermana Briseis le profesaba). Destacar que el papel de la esposa del rey del Olimpo está interpretada por Honor Blackman (chica Bond en "Goldfinger"). La lucha contra los peligros, los seres fabulosos y los monstruos mantienen en alerta hasta el final, sin que decaiga el ritmo en ningún momento del metraje.
Puede achacársele que el guión no siga al pie de la letra la leyenda griega, pero no cabe duda de que estamos ante uno de los títulos de culto dentro del cine mitológico y de aventuras.
14 de diciembre de 2011
42 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
El vellocino de oro es y será el señor Ray. Su talento visual es para paladares con buen gusto. Los más listos de la ciudad la vieron de cani y ahora no les gusta. ¿Han sido niños alguna vez los más listos de la ciudad?. El hombre de una sandalia es Jasón y busca venganza. Zeus le dará poderes y se convertirá en el más fuerte. Los dioses son así de caprichosos con los mortales. Y los dioses no estaban locos en dar todo el talento a Ray Harrihausen. Y él lo aprovechó dando los mejores efectos que hayan visto los ojos humanos. Los esqueletos y demás genialidades quedarán en la retina de un mayor con ojos de niño que no la vio de niño.
16 de diciembre de 2007
43 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
La duras desventuras de Jasón y sus argonautas y los maquiavelicos dioses jugando al ajedrez con ellos es un clásico, quizás menor, más satisfactorios y entretenidos que llevarse a la boca..
Todo sea lineal hasta el exceso, todo sean caras de póquer y miradas de los 1000 metros, todo sea unos efectos especiales con sus cinco largas décadas encima, todo sean aventuras mitológicas en pos tesoros sin par, deidades que se aparecen tras columnas y gárgolas gigantes robándole a los desvalidos, todo sea un ritmo y calma de antaño... todo eso y más, pero Jasón y los Argonautas es una película cojonuda, qué a día de hoy muestra sus vergüenzas de una manera espléndida y no se achanta por ello, era otra época más humilde y sencilla de rizados bellos axilares y "tracas" al viento, de no necesitar tacos ni una palabra más alta que otra, civilizada en su discurso pero salvaje en su contenido, eran aventuras con los dioses, ¡qué menos! Pero sobre todo era, emotiva y emocionante.
A todo esto hay que sumar una ingente cantidad de monstruos de plastilina dando trompicones en Stop-Motion que alcanzan un éxtasis orgásmico en una lid contra esqueletos sublime, gracias Ray Harrihausen. Lugares comunes de la aventura per-se donde los dioses lucían una saludable panza y cero complejos y donde los humanos se lo curraban para obtener su favoritismo, ¡no yendo a misa, no! ¡o rezando por sanaciones milagrosas! Había que medirse el cobre con arpías, gigantes de bronce (otro gran pase del filme) dragones, esqueletos, gárgolas y más, así de "epic true" que era todo en aquellas épocas, ¡normal que fueran unos campeones!
En fin, peliculón para aquellos cuya infancia feliz e ignorante aun no se haya ido de sus almas... Jasón se lo merece!!
Todo sea lineal hasta el exceso, todo sean caras de póquer y miradas de los 1000 metros, todo sea unos efectos especiales con sus cinco largas décadas encima, todo sean aventuras mitológicas en pos tesoros sin par, deidades que se aparecen tras columnas y gárgolas gigantes robándole a los desvalidos, todo sea un ritmo y calma de antaño... todo eso y más, pero Jasón y los Argonautas es una película cojonuda, qué a día de hoy muestra sus vergüenzas de una manera espléndida y no se achanta por ello, era otra época más humilde y sencilla de rizados bellos axilares y "tracas" al viento, de no necesitar tacos ni una palabra más alta que otra, civilizada en su discurso pero salvaje en su contenido, eran aventuras con los dioses, ¡qué menos! Pero sobre todo era, emotiva y emocionante.
A todo esto hay que sumar una ingente cantidad de monstruos de plastilina dando trompicones en Stop-Motion que alcanzan un éxtasis orgásmico en una lid contra esqueletos sublime, gracias Ray Harrihausen. Lugares comunes de la aventura per-se donde los dioses lucían una saludable panza y cero complejos y donde los humanos se lo curraban para obtener su favoritismo, ¡no yendo a misa, no! ¡o rezando por sanaciones milagrosas! Había que medirse el cobre con arpías, gigantes de bronce (otro gran pase del filme) dragones, esqueletos, gárgolas y más, así de "epic true" que era todo en aquellas épocas, ¡normal que fueran unos campeones!
En fin, peliculón para aquellos cuya infancia feliz e ignorante aun no se haya ido de sus almas... Jasón se lo merece!!
30 de diciembre de 2006
27 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra obra maestra del genio Ray Harryhausen (da igual quién firme la dirección, las películas de Harryhausen son de Harryhausen:) Con el pretexto de contarnos, con las debidas licencias, el viaje de Jasón en busca del Vellocino, se nos ofrece otro festival de fantasía e inventiva visual. Impagable, pura antología, la pelea contra el grupo de esqueletos, tal vez lo mejor de la función.
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