Stitches

Como la buena cerveza, de Irlanda aterriza uno de los slashers más ambiciosos que se hayan producido en el país. Con mayor o menor fortuna, el recurrente tema de los payasos homicidas ha sido llevado a la gran pantalla cientos de veces. Esto en Stitches adquiere ahora una dimensión aun más atroz, si cabe. Ganadora del premio a la mejor película en la sección Midnight X-Treme del Festival de Sitges 2012, Stitches le añade otra vuelta de tuerca a un género en el cual parece ya todo inventado. Es evidente que no resulta sencillo sorprender, dentro de un género explotado hasta la saciedad.

Conor McMahon posee suficiente experiencia como director al conducir varios cortos y films de terror como Dead Meat (2004) o The Disturbed (2009), entre otras. Aquí las diferencias quedan marcadas por la gran espectacularidad de las escenas sanguinolentas, son feroces y muy originales. Queda patente el especial hincapié que imprime el realizador en esta clase de secuencias, consciente de que es la única forma de destacar en un mercado tan competitivo.

El argumento llevado a cabo por el mismo Conor McMahon en colaboración con David O’Brien, se ciñe por completo a la premisa marcada en este tipo de producciones desde tiempos inmemoriales. Lo cual no significa que sea aburrida, algo previsible sí, pero también muy divertida. Sin duda, lo mejor de la película es el apartado de efectos especiales. La calidad que demuestran está por encima de producciones de presupuesto similar. Además la elaboración artesanal del segmento, prácticamente sin utilizar efectos digitales, aporta un resultado más eficaz y como no, mucho más realista.

Stitches es un nada gracioso payaso, que malvive trabajando en fiestas de aniversario para niños bien de la zona. Desmotivado y triste, el espectáculo que ofrece provoca en los chicos de todo menos risa. Por este motivo los chavales tienen que recurrir a las jugarretas para reírse del pobre bufón, con tan mala suerte que las bromas acaban por provocar la muerte accidental de Stitches. Seis años después y debido a la invocación de una antigua secta, el Clown regresará de la tumba, para vengarse de los jóvenes responsables de su precipitado fin.

Eficiente film que sin aportar nada nuevo a nivel argumental, sí que es capaz de entretener a cualquier aficionado al cine de asesinos pasados de vueltas. Debido a lo explicito de las imágenes tan brutales, abstenerse aprensivos o personas no iniciadas en el género.

http://www.terrorweekend.com/2012/10/stitches-review.html

Película dirigida por el irlandés "Conor McMahon" quien también escribe el guión junto a "David O’Brien". "Stitches" es un film algo difícil de calificar ya que intenta mezclar comedia de terror con slasher, concretamente el slasher de payasos con dosis de gore (Funny Man). Si a esto le añadimos quinceañeros salidos, inaguantables y estúpidos con ganas de fiesta, ya tenemos "Stitches" en su conjunto como película es una broma sin gracia, un chiste de un payaso que lucía su mejor truco en el trailer y que acaba siendo una decepción y una parodia del subgénero. El guión ni es original ni mucho menos bueno, sino ridículo. Los actores juveniles a cada cual más repulsivo como sus actuaciones que acompañan diálogos absurdos. "Ross Noble" (Stitches) tampoco transmite mucho en su papel... sustos predecibles a base de golpe de sonido y en general un producto pobre que aburre casi en su totalidad del que solo es rescatable un par de escenas de muertes curradas por su originalidad a base de casquería. (SPOILER)

Mas que correcto festival gore con un payaso asesino que no se toma en serio absolutamente nada (ni tan solo a sí mismo). Si tienes una película como esta entre manos debes entretener y hay que reconocer que (con sus excesos y sus defectos) “Stitches” es entretenida. Coge todos los tópicos de los payasos asesinos y los lleva un poco más allá consiguiendo un personaje inolvidable (festival interpretativo de Ross Noble) y unas muertes realmente repulsivas. No es una obra maestra pero consigue lo que el espectador espera de una película así y mucho mas. Es más modesta de lo que parece pero entretiene y convence a los amantes del género. Una sorpresa para disfrutar con el estómago vacío. Y un nuevo payaso a añadir a la galería entre el payaso de “It” y los clowns asesinos del espacio. Gasolina para el frikismo, pero gasolina de alto octanaje.

Stitches es divertida, pero tiene cosas tan insultántemente mal hechas que no puedo darle más amor del que merece. es una fiesta gore adolescente que se vuelve más divertida cuanto más macabra es la ejecución del acertado payaso (buena interpretación). No es de esas películas de ingeniosas torturas que te hacen pasarlo bien sufriendo, es de esas películas que te producen una maquiavélica carcajada ante la salvajada antinatural que estás viendo. Ni siquiera es un festival de sangre y visceras, pero las ejecuciones merecen la pena desde un punto de vista casi cómico.

Conor McMahon nada en la mediocridad, pero es consciente de ello y no le importa mostrarse sin complejos, y eso es lo que convierte a Stitches en una película mucho mejor de lo esperable al principio.

La enseñanza que deja una película como esta, aunque más que película habría que llamarla bodrio, es que la comedia de terror hay que saberla hacer y sobretodo escribir.
La historia en las partes que se suponen que nos tienen que causar risa no nos causa nada, ya que su humor es demasiado obvio, y repleto de morbosidad gratuita, toda esa sangre regada para nada, los diálogos son pésimos, creo que de ahí viene el poco terror que tuvo, de escuchar lo malo que eran, además de que esos adolescentes no le daban pena a nadie con lo inaguantables que era, ni quien se conmoviera.
Igual el payaso, que aunque hace el intento, en ningún momento logra ser realmente carismático.
En si una película corta pero aburridísima.